La Justicia investiga por homicidio culposo al ex titular de Vialidad, al ex responsable de delegaciones y al chofer del micro que cruzaba el puente cuando se desplomó.

El próximo miércoles 13 se cumplirán dos años de la tragedia que costó tres vidas cuando el paso de un colectivo hizo caer el puente del arroyo Acaraguá, sobre la ruta provincial 103.
Los vecinos más memoriosos cuentan que la construcción del viaducto siniestrado databa de 1958, pero en 1970 fue restaurado y reinaugurado por el gobierno de turno.
En tanto, insistieron con la falta de previsión por parte del Estado que desoyó el reclamo de los meses previos, cuando los propios lugareños alertaron sobre el evidente grado de deterioro que presentaba el paso.
Además, resaltaron con que el desgaste se aceleró en la última década debido a la cercanía de la planta asfáltica de la empresa Iecsa, que construyó la ruta costera 2.
“Durante décadas el puente no tuvo mantenimiento y para colmo todos los días pasaba maquinaria pesada que estaba haciendo la ruta 2. Aparte de las explosiones en la cantera de la empresa, que está a 500 metros de donde estaba el puente y eso pudo afectar las bases”, mencionó Ramón Cabral, vecino del lugar.
En marzo del año pasado, el ex presidente de la Dirección Provincial de Vialidad (DPV), Julio Duarte, fue imputado por “homicidio culposo” en la causa que investiga la tragedia del puente de arroyo Acaraguá. El expediente se tramita en el Juzgado de Instrucción Dos, a cargo de Horacio Alarcón.
La tipificación del delito por el cual se lo acusa guarda relación con “imprudencia, negligencia e impericia” que exhibieron los responsables del hecho según la óptica de la Justicia. La misma acusación recayó en Raúl Daniel Chemes -chofer el colectivo Singer que protagonizó el siniestro vial ocurrido el 13 de abril del año pasado- y en Pablo Knutson, responsable de las delegaciones regionales de la DPV.
Meses antes a la tragedia, los vecinos de Colonia Acaraguá alertaron sobre el importante grado de deterioro que presentaba el viaducto. Incluso, en diciembre de 2013 desde la DPV restringieron la circulación y sólo podían pasar vehículos livianos, pero por una solo mano.
De todas formas, ante el inicio de la cosecha de tabaco, cuatro días antes del colapso del viaducto, el mismo organismo provincial habilitó el paso en forma temporaria para el transporte de cargas de hasta cinco toneladas, pero manteniendo la restricción total para la circulación del tránsito pesado “por el deterioro que presenta la estructura principal del puente”, indicaron entonces a través de un comunicado de prensa.

Culpas compartidas
Ante la tragedia consumada, los habitantes de la zona subrayaron que la Policía controlaba con intermitencias y no se apegó a las directivas de Vialidad, que prohibió la circulación de tránsito pesado sobre el viaducto.
“Permitieron hasta cinco toneladas por la cosecha de tabaco, pero en realidad acá veíamos pasar equipos completos y colectivos. Pasaban camiones con rollos de madera, con yerba y hasta cisternas de combustible y la Policía miraba. Si hubieran hecho bien su trabajo no tendrían que haber dejado pasar al Singer”, comentó una vecina de Colonia Acaraguá.
Además, recordó que en enero de 2014 los habitantes del lugar juntaron firmas solicitando la clausura y reparación del viaducto. El petitorio nunca fue atendido.
El colapso del puente costó la vida de Ema Veiga (72), su bisnieta Antonella De Lisboa, de cinco meses, y Agustín Marchiotti (15).
Ahora, a casi dos años del hecho, la Justicia pretende deslindar las responsabilidades del caso y corroborar los dichos de vecinos de la zona, quienes declararon que un técnico de la DPV habría autorizado el paso de colectivos, lo que constituiría una prueba clave en la causa penal.

El nuevo, en breve
Si se completan los detalles finales de señalización, en los próximos días -tal vez esta semana- podría inaugurarse el nuevo puente sobre el arroyo Acaraguá.
La obra se levanta en inmediaciones del viaducto provisorio, que se construyó tras la tragedia y que durante casi dos años permitió retomar la conexión entre Campo Ramón y Alba Posse, aunque interrumpido en varias ocasiones por las crecidas del arroyo.

Fuente:

Territoriodigital

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