Desde el SPP reconocieron que el caso puso al descubierto las falencias de seguridad. Estiman que fueron tres los implicados.

Al parecer, la osadía de los cuatreros no tiene límites. La semana pasada, al menos tres sujetos ingresaron al predio de la Unidad Penal II y faenaron un buey que era utilizado por los internos en labores de la chacra.
Los bandidos aprovecharon el descuido de los guardias y trasladaron al animal hasta el límite de la propiedad, donde cruza un arroyo, sitio elegido para carnear al vacuno.
El hecho se registró el jueves pasado, en la víspera del Año Nuevo. Entrada la tarde, uno de los uniformados observó que faltaba un buey y decidió recorrer la zona, hasta que divisó restos del animal y avisó a sus pares.
Fue así que varios efectivos iniciaron la búsqueda y dieron con un joven que argumentó que estaba pescando, aunque se sospecha que habría sido uno de los cuatreros que hurtaron y carnearon al vacuno.
Intervino personal del destacamento policial de Cien Hectáreas, desde donde informaron que el detenido es menor de edad y reside en el mismo barrio. Por orden judicial, a las pocas horas fue restituido a sus padres.
Se supone que el joven actuó en complicidad de por lo menos dos personas más con experiencia en faena de animales. En tanto, por el tamaño del vacuno los cuatreros sólo pudieron alzarse con partes de mismo.
Consultadas al respecto, fuentes del Servicio Penitenciario Provincial (SPP) reconocieron que se trata de un hecho grave que puso al descubierto graves falencias en la seguridad del predio de la cárcel de Oberá.
“El terreno del penal tiene varias hectáreas y falta un cercado perimetral. Incluso es una situación peligrosa para la gente de los barrios cercanos, como Villa Lindstrom y Cien Hectáreas, porque hay internos en fase de confianza que hacen trabajos en la chacra y pueden escaparse fácilmente, como ya pasó más de una vez”, alertaron.
Por otra parte, confirmaron que el interno que la semana pasada fue herido de gravedad por otro recluso que lo atacó con una faca fue trasladado al penal de Loreto por cuestiones de seguridad.
El hecho ocurrió el lunes pasado y la víctima, de apellido Antúnez, recibió 20 puntos de sutura en un brazo. Según trascendió, el motivo del enfrentamiento habría sido el manejo del negocio de la venta de drogas y celulares dentro de la cárcel.
Cuestionan a la cúpula
Tal como sucedió en la cúpula de la Policía de Misiones, se aguarda que en los próximos días se anuncien cambios en la conducción de las dependencias del SPP, aunque voces internas calificaron las modificaciones como un “maquillaje” circunstancial.
“No sirve de nada cambiar a los jefes de las unidades si la cabeza sigue siendo la misma, a pesar de muchos cuestionamientos y sospechas. A simple vista está claro que hay jefes que en los últimos años se enriquecieron, y basta ver el patrimonio que tienen ahora para comprobarlo”, opinaron.
Una de las figuras más cuestionadas puertas adentro es la del alcaide general, Francisco Javier García, inspector general del SPP, quien además se desempeña como jefe de la División Administración, dependencia que maneja las compras y pagos de la institución.
Incluso, tiene a su cargo el peculio de los internos de todas las cárceles de la provincia.
A su vez, la esposa del citado funcionario ostenta el cargo de jefa de Estudio de la Escuela de Oficiales del SPP y está a cargo de la asignación de horas de los profesores, entre otras tareas.
En ese sentido, a partir de tales ejemplos, desde la misma fuerza cuestionaron el manejo discrecional de los recursos e instaron a investigar el crecimiento patrimonial de los jefes.
“Uno se pregunta cómo pueden tener el nivel de vida que tienen, con camionetas cero kilómetro para cada uno y autos para los hijos. Cómo hacen para justificar gastos y viajes con los sueldos que tienen”, se preguntaron.
Por ello, reconocieron que “no es casual que haya corrupción en las cárceles, con disputas internas por venta de drogas y celulares, donde es imposible que el negocio prospere sin complicidad del personal. Si la cabeza está podrida, la cadena de mando se deteriora y se pudre todo el sistema”.

Fuente:

Territoriodigital

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