Este lunes, el sur misionero podría experimentar precipitaciones leves en una jornada agradable con máximas de 25 grados.

El que nunca se inundó no puede llegar a comprender lo que se siente. Si me piden elegir una sensación diría “desesperación”. Hay algo de temor atávico, ancestral, en ver crecer las aguas a nuestro alrededor, las calles convertidas en torrentes que se elevan por sobre cualquier defensa que se les oponga, y por detrás nosotros intentando frenar el aluvión que nos inunda con una simple escoba.

Desesperación significa ver como el agua se lleva recuerdos de toda una vida, fotos de los que ya no están, cartas que ya no podrán volver a ser leídas, y libros incunables que no podrán volver a editarse.

Y el agua no viene sola, porque las cloacas también rebalsan, y donde no hay cloacas, los pozos y letrinas también se inundan.

Detrás viene el frío, que cala hasta los huesos, y el cansancio sin ningún lugar seco para tumbarse un rato. Y el perro fiel, que pudiendo salvarse solo, prefiere enfrentar lo que sea, para seguir a nuestro lado.

Dos veces me inundé en los años 90, una de ellas recién operado y con sonda, resbalé al barrer el agua y con la suciedad me infecté la herida. Con urgencia llamé a Defensa Civil, con quienes solía colaborar desinteresadamente con mi trabajo. Me atendió un secretario y prometió mandarme ayuda en forma inmediata: todavía la estoy esperando.

La burocracia estatal siempre llega tarde, cuando llega. Son los vecinos los que luchan codo a codo por salvar algunas pertenencias, subiéndolas al techo donde la lluvia vuelve a mojarlas. Finalmente, cuando todo lo que podría salvarse ya se perdió, llegan los políticos, a sacarse una foto en el agua, y prometer soluciones que saben que nunca cumplirán, simplemente porque una cuadra de delgada capa asfáltica rinde más votos y cuesta mucho menos que un alcantarillado o el entubado de un arroyo que quedan bajo tierra y no se ven.

Semana inestable sin diluvios
Por esta semana las lluvias intensas harán una tregua. El centro del país tendrá viento del Sur y sol por unos días y la masa de aire húmedo se trasladará al Norte del Litoral.

Afortunadamente las nubes de tormenta se habrán desplazado al Uruguay, y así Misiones no tendrá tormentas, y la escasa energía atmosférica que quedará luego del diluvio en el centro del país, se traducirá en lluvias débiles a moderadas, como ya tuvimos ayer en la zona Sur y que se repetirán hoy sólo en la zona Sur. El resto de la provincia tendrá hoy un día nuboso sin lluvias.

El martes el frente transitará la provincia, y será el día más lluvioso de la semana, afectando a todas las zonas de Misiones. Nuevamente no debemos esperar diluvios, aunque sí lluvias más continuadas, con menos pausas, que dejarán de 20 a 40 milímetros de precipitaciones en zona Sur y apenas de 5 a 15 milímetros en el Centro y Norte misionero. El miércoles la alta presión en el Litoral desplazará el mal tiempo hacia el Este, y Misiones tendrá vientos del Sur con una mejora y disminución de la nubosidad.

Altibajos de temperaturas
De vuelta la humedad, Misiones mostrará esta semana condiciones típicas de agosto, con tres mañanas muy frescas del miércoles al viernes, con viento Sur y temperaturas entre 11 y 14º.

Las temperaturas máximas bajarán a templadas desde el martes, para volver a cálidas el viernes a la tarde.

Y el fin de semana tendremos un sábado muy cálido todo el día, con máximas en torno a 30º, y con una nueva refrescada para el domingo.

Fin de semana inestable por zonas
Entre el jueves a la noche y el viernes, una depresión a media altura de la atmósfera estará arribando al SE del Paraguay.

Estará apenas inestable en el Sur y Centro de Misiones, pero en el Norte misionero habrá lluvias débiles a moderadas en la madrugada del viernes con 10 a 15 milímetros.

Sin embargo, el paso de dicha depresión producirá un cambio de vientos al Norte, para la madrugada del sábado, que volverá a desplazar las lluvias al Sur y Centro de Misiones durante el fin de semana acumulando menos de 10 milímetros de lluvias.

A prepararse para Santa Rosa
La semana próxima continuaremos con las mismas condiciones: altibajos de temperaturas y lluvias moderadas y frecuentes, lo que permitirá a la atmósfera recuperar las condiciones de energía necesarias para producir tormentas fuertes y lluvias intensas.

Será la antesala de Santa Rosa que muy probablemente llegue con retraso este año: a fines de la primera semana de septiembre.

Por Alfredo Yaquinandi

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