En el evento “la noche de las librerías I” que realizamos el 7 de diciembre del 2017, conjuntamente con la Librería Leyendo Libros y la Editorial Comunicarte, en el Centro Cívico de Oberá, tuvimos varias sorpresas como fueron las visitas de escritoras de Posadas, de Irigoyen y de San Vicente. De este lado oriental de la Provincia, hemos conocido grupos literarios y también importantes escritores, como Luján Sartori, que pusieron su grano de arena para difundir las particularidades del lugar y de su gente, y que publicaron libros a pesar de las dificultades económicas.
En esa Noche De Las Librerías, una escritora sanvicentina Viviana Claudia Inés Flieger aceptó la invitación para estar y compartir la idea- motivo que era : “Regale un libro en Navidad”. Se acercó a Oberá y nos dio a conocer su libro “Paraísos Cercanos” Poemas, cuentos, relatos… con una gama de temas que tienen un hilo conductor, la calidez, la ternura, la comprensión de seres y situaciones, la geografía cercana a Brasil, que le da un tinte especial, la capacidad de amor que recibió de su madre y maestras. Ella misma es docente y derrama sobre sus niños lo que aprendió de aquellas y sobre sus hijos, a los que cree que restó atención por esa vocación de servicio que le lleva a llamarlos “ hijos del magisterio”, a los propios que comparten el amor de su madre-maestra con otros niños. Pero Viviana es actriz también y estoy segura de que, si pudiera, interpretaría a su ex alumna Lourdes, de la que escribe reiteradamente en su libro, como si quisiera conjurar todo cuanto esta niña, ahora mujer, padeció. Le duele demasiado la frustración y el abandono forzado de un padre abusador que consideró que a los 12 años ya era una mujer, sacándola de la escuela. Lourdes logró escapar de él, luego de la muerte prematura de su bebé que no pudo nacer y encontró el afecto en otra mujer que la llevó a su ambiente, la prostitución, como única salida posible para sobrevivir. Un día al encontrarse con su maestra, Lourdes revive su drama y cuenta sus sueños. Cuesta mucho salir de este drama, y le cuesta también a la autora, que al final logra contarnos otras historias, como la de Nicanor que apenas si puede aprender a contar lo mínimo, “ uno, dos….” y se afloja con un poema a su “Viejo”, su querido viejo. No olvida a la madre gringa que se quedó en el pueblo porque “creo -dice- que a nuestra gente y a nuestra Provincia, sin distinción, la llevás en el alma y en el corazón”. Si seguimos transitando los relatos, encontramos que la ficción es una de sus modalidades y así aparece Susuarano, una especie de justiciero abrasilerado, hombre terrible de pelo enmarañado, con voz estremecedora que inmovilizaba a los que se portaban mal, sumándoles graves castigos y tormentos porque “los niños tienen que ser educados y respetuosos… “ Hay mucho más en este libro , que reflejan la belleza de nuestra Provincia y la diversidad de su gente y sus problemas.