La casa donde crecieron los hermanos, sobre calle Portugal. | Foto: Daniel Villamea

El lugar elegido por los narcos para estacionar el camión con más de 6.000 kilos de marihuana no fue casual, ya que se trata de un sector sin cobertura de cámaras de seguridad y los delincuentes lo sabían, según se desprende de las escuchas de la Policía Federal (PFA).
Se trata de la playa de estacionamiento de la estación de servicios ubicada frente al Parque de las Naciones de esta localidad, en la intersección de las rutas provincial 5 y nacional 14, por donde pretendían partir con la droga escondida bajo una carga de sandías.
Estaba todo listo, pero algo ocurrió en el medio entre los integrantes de la banda y, un día antes, el chofer denunció que le robaron el camión. Para los investigadores de la PFA, no fue un dato menor y comprendieron que debían actuar sin perder más tiempo.
Ahora, cobra relevancia una versión que indica que los detenidos en Oberá por este último hecho tendrían relación con el decomiso de 4.000 kilos de marihuana en el paraje San Isidro de Posadas por parte de la Policía de Misiones, apenas 48 horas antes.
Los pesquisas especulan que en el primer caso también hubo alguna rencilla entre los narcos, con tiros incluidos, que derivó en el abandono del Mercedes Benz 675 que transportaba la droga. El vehículo quedó empantanado y sus ocupantes escaparon.
En ambos casos había ramas de pino como parte del camuflaje de la carga, lo que sería indicio de donde fue cargada. En este punto, cobran relevancia las figuras de tres hermanos obereños, identificados como Sergio (36), Ariel (24) y Pedro R. D. S. (20), todos con domicilio sobre calle Portugal del barrio Caballeriza, aunque los dos mayores pasaban más tiempo en Posadas. Se presume que en la capital de la provincia aceitaron sus contactos con el mundo del hampa y el narcotráfico. Los tres hermanos, más otros dos que no fueron implicados con la megacarga, poseen un frondoso prontuario por delitos contra la propiedad.

Clan Caballeriza
El viernes, El Territorio recorrió el barrio Caballeriza, donde tiene su base el clan de los hermanos ahora detenidos. No sin antes solicitar la reserva de sus identidades por temor a represalias, varias personas brindaron su testimonio.
“Es gente que nunca tuvo un trabajo, todos se dedican a robar y son conocidos en todas las seccionales. Pero hace un tiempo los hermanos mayores se fueron a Posadas y ahí empezaron a tener más plata. Aparecen con camionetas cero kilómetro y construyeron una casa nueva para los padres”, comentó un vecino.
El clan tiene su base sobre calle Portugal al 1900, donde se criaron todos y actualmente residen los padres y hermanos más chicos, aunque todos ya son mayores de edad. La nueva vivienda de material contrasta con las humildes casitas de madera del barrio.
Al respecto, un conocido precisó que “son cinco varones y todos son bandidos. Les roban hasta a los vecinos. Todos estuvieron presos y fueron escalando, ahora los más grandes se dedican a la droga. Y si los más chicos caen por el robo de una garrafa o lo que sea, los mayores vienen y les pagan las fianzas”.
Y se preguntó: “Cómo pueden hacer una casa a todo trapo si no trabajan. La puerta nomás vale un montón de plata”.
Llamativamente, la residencia se ubica a media cuadra del depósito judicial de Gendarmería Nacional y a dos cuadras del destacamento policial del barrio.
Según fuentes oficiales, el mayor de los hermanos estaba a cargo de la logística y negociaba con los proveedores paraguayos. También hacía trabajo de inteligencia y habría sido quien confirmó la existencia de un ‘punto ciego’ sin cámaras de seguridad en la playa de estacionamiento de la estación de servicios donde estacionaron el camión con más de seis toneladas de marihuana.
Tal como publicó este diario, los tres detenidos también fueron vinculados a los 660 kilos de droga que hace poco más de dos semanas fueron hallados en una zona de monte de la localidad de Mártires, ya presta para ser transportada hacia Corrientes.
Y están sospechados de participar en otro frustrado envío de droga desde la localidad de Salto Encantado hacia Buenos Aires. Ese procedimiento se realizó a principios de agosto del año pasado, lo permitió identificar a los narcos e iniciar la investigación que derivó en su reciente detención.

De ladrón a narco
Otro de los detenidos por la megacarga es el comerciante obereño Carlos Rodolfo Z. (41), residente en Villa Svea, quien hace tres años estuvo preso por el robo a una estación de servicios YPF, ubicada sobre el kilómetro 9 de la ruta Nacional 14 de esta localidad.
Aquel hecho ocurrió en febrero del 2014. Con una piedra como herramienta y sin forzar ninguna cerradura, logró acceder a la administración y robó alrededor de medio millón de pesos en efectivo, vales de combustible y cheques.
Dentro de la oficina, se hallaron huellas del calzado embarrado de sólo un individuo. Horas antes había llovido copiosamente sobre la ciudad. En el lugar no había cámaras ni alarmas de seguridad, como tampoco rejas en las ventanas. Se presume que entonces el sujeto contó con la colaboración de algún empleado infiel.
Al igual que los demás implicados, se cree que el ahora detenido fue escalando en el ámbito delictivo hasta integrar una importante banda narco con ramificaciones en diversos puntos de la provincia.
“Empiezan como dateros, después pasan a robar vehículos que les venden a los narcos para pasar la droga y se terminan enganchando. Van subiendo peldaños en la organización delictiva que tiene la droga como negocio más rentable”, explicó una fuente policial.
Asimismo, confió que “hay un empresario grande Oberá que está muy complicado con este tema. Hace rato lo vienen siguiendo y en cualquier momento puede caer”.
En tanto, ante la magnitud de la carga y sus implicancias, el jueves los detenidos fueron trasladados a Buenos Aires para ser indagados por el juez federal de San Martín, Emiliano Canicoba.

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