acostadoEl sábado 22 de octubre, Jairo Ismael Gularte (20) regresaba de la iglesia con un grupo de amigos y fue embestido desde atrás por un motociclista que se dio a la fuga.
La víctima sufrió rotura de tibia y peroné de la pierna izquierda y aguarda una prótesis para la intervención quirúrgica, procedimiento que se demora porque su familia carece de recursos y depende de la asistencia de Salud Pública.
El conductor de la moto tiene 17 años y está acusado de lesiones graves en accidente de tránsito y abandono de persona, aunque no fue detenido por tratarse de un menor de edad. Incluso, desde la comisaría de Villa Bonita confirmaron que, luego del siniestro, el acusado se escapó hacía Corrientes con apoyo de su familia.
De todas formas, ante el cúmulo de pruebas que lo relacionan con el hecho, como ser la declaración de por lo menos dos testigos presenciales, el jueves el adolescente se presentó en sede policial con su tutor y reconoció la autoría del hecho.
En consecuencia, al confirmarse que se trata de un menor, el expediente fue remitido al Juzgado Correccional y de Menores, que en los próximos días lo citaría a declarar. Mientras tanto, desde hace casi 20 días, la víctima está postrada y su familia debe afrontar todos los gastos de su tratamiento.
“A mi hijo le atropellaron y le dejaron tirado en la calle, peor a que a un perro, porque ni a un animal se le hace eso. El que le atropelló es menor y hay varios testigos que le vieron, pero la Policía dejó que haga lo que quiera. Esa noche no le buscaron y después desapareció un montón de días. Parece que le quisieron tapar porque son amigos de la familia”, subrayó Alejandro Gularte.
En diálogo con El Territorio, el padre de Jairo precisó que el choque se produjo el 22 de octubre alrededor de las 22, justo frente a la comisaría de Villa Bonita, sobre ruta provincial 103.
Indignado por la actitud del conductor que se escapó de la escena, comentó que él mismo fue testigo del impacto, como también los amigos de su hijo con los que volvía de la iglesia.
“Yo estaba enfrente, a unos 50 metros y vi bien cuando le atropelló. No sé cómo no vio que mi hijo estaba ahí, si es justo una recta. Le chocó y siguió como nada. Paró un poco más adelante, miró y se fue. Como no le agarraron, tampoco le hicieron el test de alcoholemia”, agregó.
El joven implicado reside en Villa Unión, a unos diez kilómetros de Villa Bonita. Por ello, desde un primer momento, Gularte le solicitó a la Policía que vaya tras el agresor, aunque no atendieron su reclamo, lamentó.
En tal sentido, reconoció que discutió con los uniformados porque “me dijeron que ahí no podían hacer nada, que no tenían pruebas de que fue él, siendo que había varios testigos. Así le dieron tiempo para que se escape y haga lo que quiera. La verdad no entiendo qué clase de autoridad tenemos”.
Ayer, en tanto, fuentes policiales indicaron que días después del accidente fueron al domicilio del acusado, pero ya se había traslado a Corrientes.
Tras el siniestro, Jairo fue llevado al hospital Samic. Además de la doble fractura de la pierna izquierda, padeció un fuerte golpe en el rostro.
“Estuvo internado cinco días y pedí para traerlo a casa, mientras esperamos que nos consigan la prótesis. Para colmo, en el hospital nos dijeron que puede tardar tres meses. Es muy feo ver sufrir a un hijo así, pero no tenemos recursos”, indicó Gularte.
Jairo se mostró abatido por la lesión, ya que deberá pasar varios meses postrado, sin poder trabajar ni ayudar a su familia.

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Categorías: Noticias Policiales
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