Vendedores de frutas se consideran discriminados

octubre 3, 2016

En los últimos días, una decena de vendedores ambulantes de frutas fueron intimados por inspectores municipales y obligados a instalarse sobre la calzada de la ruta nacional 14, con el riesgo que ello implica para la seguridad de las personas.
En este contexto, los involucrados anticiparon su intención de unificar el reclamo ante las autoridades de la comuna y el Concejo Deliberante. “Queremos trabajar y nos dejan, no sabemos si es por una cuestión de imagen de la ciudad o cuál es el motivo, pero nos sentimos discriminados. Todos contamos con carné sanitario y estamos dispuestos a pagar el impuesto municipal, pero nos ponen una traba tras otras”, mencionó Luis Berling (29).
En su caso, comentó que los inspectores lo obligaron a mudarse del puesto que tenía frente al barrio Krause con el argumento de que en la zona hay fruterías. “Ahora me mandaron a la ruta y cerca hay un muchacho que vende ladrillos frente a un corralón de materiales. Lo mismo pasa en la ex terminal, donde otra vez se llenó de mesiteros que venden frente a los negocios. Yo no estoy en contra de nadie, sólo quiero que me dejen trabajar para mantener a mi familia”, subrayó.
Asimismo, alertó que “nos mandaron a la ruta y en un peligro, los vehículos pasan rápido y estamos sobre la banquina en permanente riesgo”.
Casado y padre de tres chicos, explicó que la venta callejera de frutas es su mejor alternativa laboral ya que padece fiebre reumática, una enfermedad que le impide conseguir un trabajo formal.
Al respecto, reconoció “por mi enfermedad no puedo acceder a un trabajo en blanco, porque me piden un psicofísico y quedo por el camino. No les pido lástima, no les pido ropa, comida ni un sueldo, sólo que me dejen trabajar”, remarcó.
La semana pasada, Berling se entrevistó con el director de Saneamiento Ambiental, Herbert Castellanos, ante quien explicitó sus quejas y la evidente inequidad en el control que exhibe el municipio en el control de la venta callejera.
Desde la comuna, en tanto, argumentaron que “existe una ordenanza que regula la actividad y los vendedores ambulantes no pueden quedarse en lugar fijo”, aunque la realidad indica que la norma se cumple a rajatabla sólo con los fruteros.