comisariaLos ojos de Rocío se nublaron de lágrimas al revivir los minutos de terror que padeció cuando un sujeto trató de extorsionarla por teléfono bajo amenazas de asesinar a su marido. El hecho se registró el jueves al mediodía, sobre calle Haití casi Panamá, en Villa Bárbaro, donde avanza la modalidad delictiva del secuestro virtual y robos a cara descubierta.
Los mismos flagelos afectan a los habitantes de barrios linderos como Villa de Parque y Villa Lutz, del otro lado de avenida Andresito, al punto que algunos vecinos comenzaron a organizarse para adquirir cámaras de seguridad que permitan monitorear los movimientos en las calles.
“Todas las noches hay robos, la situación empeora y vivimos con miedo. Ya nos reunimos con las autoridades de la Municipalidad, del Concejo Deliberante y de la Policía, pero todo queda en reuniones y promesas. No vemos medidas concretas para mejorar la seguridad”, alertó Oscar Rodríguez, presidente del Foro de Seguridad de Villa del Parque y Villa Lutz.
En diálogo con El Territorio, comentó que solicitaron la instalación de cámaras de seguridad en el barrio, aunque “si no las compra el Estado, lo vamos hacer nosotros vendiendo empanadas y locro. Sería una vergüenza que los ciudadanos les tengan que resolver los problemas a los gobernantes. Pero si el Estado no nos protege, nos tenemos que cuidar entre nosotros”.
Rodríguez recordó que en febrero ingresaron a su domicilio y lo desbalijaron con su familia durmiendo en las habitaciones, lo que grafica un alto grado de impunidad de los delincuentes.
Los robos se prolongaron y los vecinos decidieron movilizarse. Fue así como crearon el foro de seguridad, desde donde convocaron a las autoridades para delinear pautas en conjunto.
“Después del primer envión, los controles fueron decayendo y cada vez hay más robos. No podés salir de tu casa, ni atender el teléfono ni abrirle la puerta a cualquiera porque te pueden robar”, alertó Rodríguez.

Zona de riesgo
El jueves al mediodía, los vecinos de Haití, Panamá y calles aledañas se sorprendieron por la cantidad de efectivos policiales recorriendo la zona. Estaban a la búsqueda del sujeto que minutos antes había intentado robarle a Rocío.
El ladrón la llamó al teléfono fijo de su casa y exhibió una batería de recursos delictivos que marcan que se trata de un profesional. Incluso, sería el mismo que días antes asaltó a una anciana que reside a 50 metros del lugar.
“Mi esposo salió y al ratito me llamaron por teléfono. Me dijo ‘tu marido salió’, y como me pareció que era la voz de un amigo nuestro le dije que sí. Ahí empezó con que tenía que darle plata por un problema y desconfié, pero me salió con que le estaba apuntando a mi marido y lo iba a matar si no le pagaba”, relató todavía conmovida.
La contundencia del delincuente la fue atemorizando con el peor desenlace. En un punto le dijo que no cierre las cortinas, con lo que supo que estaba enfrente de su casa.
“Entre tanto pude comunicarme con mi hijo y él le avisó a mi marido lo que pasaba. En definitiva, llegó a los 15 minutos y el ladrón salió corriendo”, detalló.
Después del mal momento, recomendó tomar las precauciones del caso y no dar crédito a este tipo de llamados, menos dar datos de la familia y sus movimientos.
Asimismo, este hecho indica que el malviviente realizó un trabajo de inteligencia previa, ya que sabía el número de teléfono fijo de la víctima y que su esposo no estaba en casa.
Una situación similar padeció una abuela de 82 años, quien hace un par de semanas fue abordada por un sinvergüenza que le robó 40 mil pesos en efectivo tras hacerse pasar por un conocido de su hijo.
“El hijo se fue al banco y enseguida un tipo le tocó el portero. Primero le dijo que era el contador, pero ella no le creyó porque estaba alertada de los estafadores de este tipo. Entonces el chorro le dijo que en realidad le tenía secuestrado al hijo, y ahí la señora le abrió. Le hizo pasar y la dio toda la plata que tenía”, comentó un allegado.
Escasos medios

El 5 de junio, delincuentes irrumpieron en dos casas típicas del Parque de las Naciones y robaron una gran cantidad de elementos de valor, una situación que se repite y generó el airado reclamo de los organizadores de la Fiesta Nacional del Inmigrante.
Si bien el predio cuenta con un destacamento policial, el mismo parece ser insuficiente para controlar las colectividades y la zona residencial aledaña, donde se suceden los hechos.
El presidente de la Federación de Colectividades, Enrique Forni, lamentó que “hace rato que vienen robando y el predio del parque está siendo sistemáticamente saqueado”.
Y agregó: “Tenemos un destacamento en el parque, pero parece ser inútil la presencia policial porque los hechos se repiten. Por eso, o es muy poco personal en el destacamento o el sistema de vigilancia que usan no es eficiente”.
Por su parte, vecinos de la zona comentaron que deben colaborar para comprar el combustible que utilizan en el cuatriciclo de la Policía que patrulla la zona, al tiempo que alertaron que muchas veces encuentran el destacamento cerrado.
“Me pregunto si alcanzan los policías que hay en Oberá y si tienen los medios suficientes. Como también por qué la Justicia permite que los delincuentes entren por una puerta y salgan por la otra”, subrayó Rodríguez.

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