pedofiloLa difusión de fotografías donde se observa al profesor Sergio G. (42) manteniendo relaciones sexuales con varios menores de edad, podría derivar en el cambio de carátula de la causa que se tramita en su contra dependiendo del análisis de las pericias que ahora deberá efectuar la Fiscalía.
Las imágenes son aberrantes y constituirían una prueba clave para rever la calificación de “tentativa” e imputarlo por abuso de menores, reconocieron fuentes del caso.
De acuerdo a lo consignado por fuentes consultadas por El Territorio, el extenso expediente de la causa fue girado ayer del Juzgado de Instrucción Seis, del magistrado Ricardo Balor, a la Fiscalía, cuyo representante deberá analizar exhaustivamente el resultado de los exámenes periciales realizados a partir de los materiales hallados en computadoras del imputado.
Las fuentes explicaron que a partir de este análisis, la Fiscalía puede solicitar una ampliación de declaración, aunque para ello será clave poder determinar la identidad, las edades y los datos de tiempo-espacio de las fotografías encontradas.
“Tener pornografía infantil en la computadora no representa ningún delito, por eso será importante lograr determinar que él fue quien captó esas imágenes, como así también determinar fehacientemente las identidades y edades de los chicos implicados”, consignó un vocero del caso.
Tal como publicó El Territorio en su edición de la víspera, la denuncia que disparó la investigación fue radicada hace casi un año por la madre de un menor que fue contactado por el sujeto a través de un perfil falso de Facebook, donde se hacía pasar por una chica.
Si bien en una primera etapa no se comprobó el abuso, el profesor de música fue detenido y debió abonar una caución de 125 mil pesos para lograr la excarcelación.
Las pesquisas continuaron y personal de la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas (Saic) logró recuperar material que el sujeto creyó haber eliminado de sus computadoras, pendrives y tarjetas de celulares.
El allanamiento fue efectuado en septiembre del año pasado, mientras el sujeto aparentemente se encontraba en Buenos Aires y dicho material fue incorporado a la causa. Justamente, es en base a esas pericias que ahora están en manos de la Fiscalía que se podría solicitar rever la carátula y hasta ordenar su detención, en caso de que se puedan encontrar elementos que fundamenten el cambio de calificación, mencionaron fuentes del caso.

Refugiado en Oberá
En tanto, desde hace varios días el acusado se encuentra alojado en Oberá, donde tiene varios familiares, entre ellos una hermana que ostenta un alto cargo en el organigrama del Nivel Inicial del Consejo General de Educación (CGE).
Incluso, hasta hace poco el presunto depravado se desempeñaba en mesa de entrada del CGE, puesto que contaría con aceitados contactos en el principal gremio docente de la provincia, al punto que tenía un cargo sindical.
En ese contexto, desde el propio entorno del acusado confirmaron que se encuentra recluido en Oberá, al tiempo que no descartaron que en las próximas horas abandone la ciudad para evitar ser juzgado, puesto que la difusión de las citadas fotos lo comprometen seriamente.
“Ya el año pasado se refugió acá y estuvo prófugo varios días, mientras algunos familiares conseguían la plata para pagar la fianza. El que le dio una gran mano para esconderse fue un cuñado, comisario mayor retirado que fue jefe de la Unidad Regional II y tiene un cargo en el IPS por la rama pasiva. Después, si bien no dio más clases, tuvo respaldo del gremio y trabajó varios meses en el Consejo. Eso lo saben todos los docentes, ya que el caso fue muy comentado justamente por toda la red de cobertura que lo protegió desde la denuncia original”, comentó una fuente de Educación.
A manera de salvar la situación de la cartera educativa, opinó que “siempre se dijo que en el expediente no había mucho, sólo tentativa. Pero las fotos que salieron a la luz son demasiado contundentes, aberrantes”.
La situación de Sergio G. generó divergencias en la propia familia. En tanto, allegados recordaron que siempre ejerció como profesor de música en Nivel Inicial y primaria. Además, fue un activo colaborador en la Iglesia Católica, donde trabajó con grupos de jóvenes.
“Siempre se volcó a estar cerca de los menores. Incluso, en el verano estaba al frente de la pileta del gremio en Posadas. También tuvo un transporte escolar y una época puso un ciber”, detallaron.
“Uno piensa que no le va a pasar”

La investigación que recae sobre Sergio G. fue impulsada por Vanesa, madre de un adolescente captado por Facebook mediante una modalidad llamada “grooming”. Esto sucede cuando el adulto adopta adrede conductas -como el uso del vocabulario juvenil- para ganarse la amistad y la confianza de su víctima.
A partir de esta denuncia, se presume que habría al menos 43 chicos más que habrían sido víctimas de este sujeto.
“Uno piensa que estas cosas no van a pasar. A mis hijos siempre les hablé de ésto, muchas veces les dije que no acepten a nadie que no conozcan, aunque tengan fotos, etcétera. Y sin embargo me pasó.” explicó la mujer a El Territorio.
Y agregó: “Yo cuando pasan estas cosas y sale en todos lados, leo los comentarios que dicen ‘y dónde estaban los padres’ y no es así.”
Pese a la desobediencia de su hijo, la mujer no lo culpa para nada, ya que “es un adolescente, la culpa no es de él. Como primer lugar la culpa es del adulto, el degenerado. Y por ahí en segundo lugar yo como madre”, se recriminó.
En este sentido agradeció y agradece que su hijo no haya sido corrompido. “Soy metida, soy pesada, soy todo e igual me pasó. Gracias a Dios en ese primer encuentro a mi hijo no le pasó nada. Pero le pudo haber pasado”, lamentó.

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Categorías: Noticias Policiales
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