casobarbaroTeresa del Carmen Hedman se hizo cargo del expediente y se desactivó la posibilidad de prescripción de la causa. De los cinco acusados, sólo Rubén Schnimg, que estuvo preso hasta 2011, se sentaría en el banquillo.

El expediente que investiga el homicidio de María Elena “Marilyn” Bárbaro (54) recayó en manos de la jueza Teresa del Carmen Hedman, titular del Juzgado Civil y Comercial Tres de esta localidad.
De esta forma, justo cuando la causa se encaminaba a la prescripción por el paso del tiempo -puesto que el 17 del corriente se cumplirán doce años del hecho-, la designación de la nueva magistrada reactivó la acción penal y resta la elevación a juicio.
Ramón Enríquez, quien representa a la familia de la víctima, anticipó que de los cinco acusados que en principio tuvo el caso, sólo uno podría ser juzgado por el aberrante delito cometido, ya que los otros cuatro fueron beneficiados con el sobreseimiento.
En este contexto, únicamente Rubén Schnimg se sentaría en el banquillo de los acusados, puesto que fue el único de los imputados que reconoció haber estado en el lugar de los hechos e implicó a los demás. También se halló una huella suya en la escena del crimen y lo detuvieron conduciendo el coche de Marilyn, todas pruebas concluyentes en su contra.
Tras casi siete años de reclusión en la Unidad Penal II, en enero del 2011 Schnimg fue beneficiado con la excarcelación bajo caución juratoria. Antes, en octubre de 2008, la jueza Alba Kunzmann de Gauchat había ordenado el sobreseimiento y la liberación de Matías Ortiz, Gabriel Piotroski, Patricio Do Santos y Daniel “Chaparro” Núñez, los otros cuatro imputados.
Al respecto, Enríquez confirmó que “la jueza Hedman se hizo cargo del expediente, tras lo cual fue remitido al fiscal como paso previo del requerimiento de elevación a juicio, o sea que ya es una base importante para esclarecer el hecho”. El representante de la querella opinó que “el hecho de designar un nuevo magistrado interrumpe la posibilidad de la prescripción, que era lo que nos preocupaba”.
En doce años, el voluminoso expediente del caso Bárbaro pasó por las manos de tres jueces obereños y hace más de un año recayó en el Juzgado Civil, Comercial, Laboral y de Familia de San Vicente, actualmente subrogado por Hedman.

Caso emblemático
El móvil del hecho habría sido el robo, ya que se confirmó que Marilyn Bárbaro tenía dinero de la venta de pinos, aunque los asesinos no hallaron el botín.
Desde un principio, existieron dudas en torno a la investigación policial y la familia de la víctima cuestionó el papel de las máximas autoridades judiciales de Misiones, como también explicitaron sospechas de injerencia del poder político.
Entre los cinco implicados, se halla Matías Ortiz, hijo de la entonces diputada provincial, Marlene Carvallo. A pesar de las pruebas, las defensas presentaron innumerables recursos y apelaciones y todos los sospechosos recuperaron la libertad sin llegar a juicio.
Juana “Ticha” Bárbaro, hermana de la víctima, relató que Marilyn recibió golpes en todo su cuerpo y le destrozaron el brazo izquierdo, “porque quiso atajar el primer golpe que le dieron con un hierro, lo que después usaron para destrozarle el cráneo”.
La víctima vivía en la propiedad de avenida Italia y México. El sábado 17 de abril del 2004 recibió la visita de una de sus hermanas, quien alrededor de las 19.45 se retiró del lugar.
“Schnimg declaró que estaba en la puerta del sótano y vio cuando mi otra hermana se retiró, entonces le avisó a sus cómplices y entraron por el sótano. Él dice que se quedó de campana, pero entraron todos. Marilyn estaba en la sala y alcanzó a gritar varias veces. Tiempo después algunos vecinos reconocieron que escucharon los gritos, pero nadie avisó a la Policía”, lamentó Juana.
Al momento de su muerte, Marilyn tenía 54 años y arrastraba secuelas de la poliomilitis que la aquejó de pequeña, por lo que sufría una discapacidad motriz.
“Después de asesinarla trataron de borrar toda evidencia del crimen. El forense de la Policía lavó a baldazos el cuerpo y quien labró la primer acta era un subcomisario, esposo de la secretaria privada de la madre de uno de los imputados, quien permitió que ingrese quien quisiera a borrar las huellas”, denunció la hermana.
Incluso, remarcó que “la autopsia fue vergonzosa y le cortaron los dedos de las dos manos para eliminar evidencia, porque la única forma que tuvo Marilyn para defenderse fue arañando”.

Reclamo por justicia

La semana pasada, el obispo de la diócesis de Oberá, Damián Bitar, y pastores de diversas congregaciones dieron a conocer una carta abierta al Poder Judicial de Misiones expresando el necesario esclarecimiento del caso.
Bajo el título “Justicia por Marilyn Bárbaro”, los firmantes lamentaron el “irregular procedimiento con el que se anularon las pruebas más importantes que conducían al esclarecimiento de los hechos”, al tiempo que mencionaron que el asesinato fue perpetrado “por jóvenes entre los cuales tendrían participación familiares vinculados al poder político en la provincia”.

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Categorías: Noticias Policiales
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