marilynEl 17 de abril se cumplirán doce años del hecho. «Desde 2009 no tenemos actuación por parte del STJ», opinó Juana Bárbaro.

Dentro de menos de un mes y medio, la causa por el brutal homicidio de María Elena “Marilyn” Bárbaro (54) podría prescribir si el Superior Tribunal de Justicia (STJ) no acciona los mecanismo necesarios para reactivar el voluminoso expediente.
La situación fue advertida por Juana Bárbaro, hermana de la víctima, quien opinó que “se trata de una situación sumamente preocupante porque el homicidio podría quedar impune y los culpables nunca serían juzgados”.
El próximo 17 de abril se cumplirán doce años del horrendo crimen que conmocionó a la comunidad obereña, lapso que decretaría la prescripción de la causa. El móvil del hecho habría sido el robo, ya que la víctima tenía dinero de la venta de pinos, aunque los asesinos no hallaron el botín.
La voluminosa causa tuvo cinco procesados, aunque todos fueron liberados y cada vez parece más lejana la posibilidad de hacer Justicia.
“Desde el 2009 no tenemos actuación por parte del STJ, salvo la intención de decretar el sobreseimiento de todos los imputados beneficiados por una prórroga extraordinaria que consideramos que fue mal otorgada. Incluso, hace un año y medio que la causa no tiene juez y en poco más de un mes prescribiría todo. Mientras tanto, desde el STJ nos dicen que el expediente está en estudio, pero no entendemos por qué tarda tanto. En realidad, desde un comienzo de la causa existió la clara intencionalidad de frenar todo, como lo venimos denunciando desde hace años”, subrayó Juana Bárbaro en diálogo con El Territorio.
En ese contexto, anticipó la intención de retomar las marchas en reclamo de Justicia, al tiempo que no abandonan las gestiones ante el STJ.

Un caso emblemático
Desde un principio existieron dudas en torno a la investigación policial y la familia de la víctima cuestionó el papel de las máximas autoridades judiciales de Misiones, como también explicitaron sospechas de injerencia del poder político.
Entre los cinco implicados se halla Matías Ortiz, hijo de la entonces diputada provincial, Marlene Carvallo. A fines de 2005, el juez que llevaba el caso, Horacio Alarcón, fue denunciado ante el Jurado de Enjuiciamiento de Funcionarios y Magistrados por el tío de Ortiz, Julio Carvallo.
El entonces presidente del STJ, Jorge Rojas, se expropió del expediente con la excusa de fotocopiarlo y distribuirlo al resto de los integrantes del Jury. Ante la evidente presión, Alarcón se apartó de la causa, que recayó en el Juzgado de Instrucción Uno, a cargo de Alba Kunzmann de Gauchat, quien volvió a procesar a todos los imputados.
Los resultados de las pericias realizadas por expertos de la policía científica de la Gendarmería Nacional hicieron que la jueza ordenara la detención de los cinco jóvenes involucrados en el caso. Las pruebas concluyeron que había cabellos de Marilyn en el automóvil de Ortiz.
A pesar de las pruebas, las defensas presentaron innumerables recursos y apelaciones y todos los implicados recuperaron la libertad sin llegar a juicio.
“Si los involucrados hubieran sido sólo los chicos pobres y sin influencias, la situación hubiera sido otra, porque los elementos probatorios son enormes; y si no se encontraron más pruebas fue porque se borraron en forma intencional las evidencias en el lugar del hecho y desde un primer momento”, reflexionó Juana Bárbaro.

Saña demencial
Marilyn residía en la propiedad de avenida Italia y México. El sábado 17 de abril del 2004 recibió la visita de una de sus hermanas, quien alrededor de las 19.45 se retiró del lugar.
“Rubén Schnimg (uno de los acusados) declaró que estaba en la puerta del sótano y vio cuando mi otra hermana se retiró, entonces le avisó a sus cómplices y entraron por el sótano. Él dice que se quedó de campana, pero entraron todos. Marilyn estaba en la sala y alanzó a gritar varias veces. Tiempo después algunos vecinos reconocieron que escucharon los gritos, pero nadie avisó a la Policía”, lamentó Juana.
A pesar de la parálisis que la aquejaba y su evidente indefensión, los asesinos de Marilyn no tuvieron piedad y la masacraron a golpes. La autopsia confirmó que la enterraron viva.
“También deberían ser sometidos a juicio quienes encubrieron el crimen, familiares y policías que limpiaron la casa y borraron las pruebas”, remarcó la hermana de la víctima.
En enero del 2011, Schnimg -quien entonces era el único detenido- fue liberado tras casi siete años de reclusión en la Unidad Penal II de esta localidad.
Fue el único de los imputados que reconoció haber estado en el lugar de los hechos y fue beneficiado con la excarcelación bajo caución juratoria. Antes, en octubre de 2008, la jueza Kunzmann de Gauchat había ordenado el sobreseimiento y la liberación de los imputados Matías Ortiz, Gabriel Piotroski, Patricio Do Santos y Daniel “Chaparro” Núñez, los otros cuatro imputados por el crimen.
Piotroski y Ortiz fueron recluidos en una clínica privada, mientras que los otros tres procesados permanecieron en la cárcel de Oberá.

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