La ola de calor impacta en Oberá y se generan focos en áreas con vegetación. El siniestro en el autódromo provocó grandes daños.
La segunda quincena de enero se está caracterizando por el intenso calor, el viento y la falta de lluvias, cóctel ideal para el inicio de focos ígneos en zonas de malezas y pastizales.
En este contexto, la semana pasada, en cuatro días el cuerpo de Bomberos Voluntarios de Oberá asistió en nueve incendios forestales, un promedio superior a dos hechos diarios.
El viernes, por ejemplo, dos dotaciones fueron alertadas de un siniestro en el autódromo local, donde las llamas ganaron la zona del tacuaral y avanzaron sobre los neumáticos de protección de la pista. La magnitud del incendio fue tal que puso en riesgo los conductores de electricidad de media tensión.
El día anterior, en tanto, cubrieron tres incendios forestales en diferentes sectores de la ciudad. Pero la tarde del cuerpo no se reduce a combatir el fuego, sino que también intervienen en accidentes de tránsito y hasta rescate de animales.
Al respecto, el jueves rescataron a un perro que cayó en un pozo. Por otra parte, asistieron a un hombre que sufrió un ACV y tuvo que ser derivado al hospital Samic.
Sin dudas, la tarea de los Bomberos Voluntarios cumple una notable función social en la comunidad.
Asimismo, permite paliar las enormes limitaciones que exhiben los Bomberos de la Policía en esta localidad.
No disponen de una escalera hidráulica para incendios en altura, una necesidad ante el crecimiento edilicio local y de la zona; cuentan con sólo dos autobombas, escaso equipamiento y herramientas obsoletas.
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