En Oberá y Leandro N. Alem, más de 400 familias se vieron afectadas. Hubo anegamientos en varias localidades por las intensas lluvias, con más de 150 milímetros en pocas horas. Cortes de luz en todo Misiones.

La semana de tormentas se inició de la peor manera en la provincia. En la madrugada y la mañana de ayer, torrenciales lluvias causaron anegamientos y desbordaron arroyos en el centro y el sudeste de la provincia, con cientos de familias afectadas y escenas de dramatismo que afortunadamente no dejaron heridos.
Del martes al viernes habrá fuertes tormentas e intensas precipitaciones, se anunció, y el pronóstico acertó en el inicio de una serie de días difíciles (Ver aparte).
Ayer, Oberá y Leandro N. Alem fueron las que más sufrieron el embate del clima. Más de 150 milímetros de lluvia en pocas horas pusieron a prueba los sistemas de desagüe y las prometidas obras para mitigar el impacto. La población mostró su malestar por la imprevisión, que entre ambas ciudades dejó más de 400 casas inundadas.
En Campo Ramón, 20 familias sufrieron la crecida de un arroyo, mientras que en Los Helechos fueron tres en el lote 82 y en Guaraní fue una decena de viviendas.
También Cerro Azul, Caá Yarí y San José (25 familias) figuran entre las localidades que sufrieron daños, al igual que San Javier, Bonpland, Concepción de la Sierra y Aristóbulo del Valle. En varias otras se contabilizaron cortes de luz, como Apóstoles, Tres Capones y Fachinal.
El agua cerró el paso en varias rutas provinciales.
En El Soberbio, se registraron anegamientos de calles, pero además la población sufrió un nuevo apagón, producto de la caída de árboles sobre la línea desde Aristóbulo. Más de diez horas acumulaba ayer, que se suman al prolongado corte de la tarde del lunes por un desperfecto en la estación transformadora. También San Vicente se vio afectado en ambas jornadas, aunque ayer durante menos tiempo.
En Puerto Iguazú, se precipitó granizo y cayeron algunas ramas en horas de la tarde. Se interrumpió el servicio eléctrico en varios sectores, incluido el aeropuerto internacional, por lo que se trabajó con generadores para no suspender vuelos.
Mientras, en Comandante Andresito, la caída de postes dejó sin energía a la localidad. Una intensa lluvia afectaba a la zona ayer a última hora. También San Pedro se veía afectada.
Cinco rutas cortadas por el agua

El fuerte temporal que afectó a la provincia de Misiones dejó cinco rutas provinciales con daños.
La 103, que une Oberá con Alba Posse, se encontraba anoche cortada a la altura del arroyo Acaraguá. El curso desbordó y pasó por arriba del puente provisorio, por lo que las autoridades de Vialidad Provincial resolvieron cortar el tránsito e implementar un operativo de seguridad en el lugar.
“Los técnicos están en el lugar, empezó a bajar y mañana (por hoy) creemos que va a retomar su cauce y si no hay daños estructurales vamos a habilitar el tránsito”, explicaron desde Vialidad Provincial.
Mientras, la ruta 2 estaba cortada en el tramo que va de Concepción de la Sierra a San Javier y hay un operativo de seguridad en cercanías del arroyo Persiguero.
Además, tienen daños en alcantarillas y hay calzada reducida en la ruta provincial 5, en el tramo que va de Oberá a Panambí, la N°4, en el tramo de Oberá a Leandro N. Alem, y la 225, de Alem a Caá Yarí.
Tormentas severas mañana, luego lluvia torrencial
POSADAS. El computador científico, Alfredo Yaquinandi, explicó que el pasaje de las tormentas estuvo guiado por una depresión que quedó del último frente entre zonas sur y centro, se desplazó lo que vino de la jungla peruano boliviana y se activó a medida que se aproximaron a una baja presión instalada en Río Grande do Sul (Brasil) cerca del río Uruguay.
Esta depresión circuló en el triángulo formado entre Oberá, San Javier y Alba Posse con lluvias torrenciales que en una hora sumaron de 40 a 50 milímetros.

Hoy habrá tormentas fuertes y lluvias importantes, pero no tan intensas como se esperaba.
Sin embargo, mañana, entre la tarde y el anochecer, arribará por el río Paraná otra depresión que generará tormentas severas con posibilidad de granizo y ráfagas fuertes en el sur misionero y norte correntino. Entre esa medianoche y la madrugada del viernes, nuevas lluvias torrenciales que totalizarán unos 100 milímetros. Mejora lentamente el sábado.

“Nos nos dio tiempo, nos quedamos con lo puesto”

La crecida de los arroyos Tuichá y Mbotaby sembró el terror en Oberá. Varias familias perdieron todo y lamentan la falta de obras.

Unas 300 familias fueron afectadas por las intensas precipitaciones que se abatieron ayer sobre esta localidad y produjeron el desborde de arroyos, anegamiento de calles y cuantiosos daños materiales en centenares de viviendas. Según datos de la estación meteorológica de la Celo, entre las 6 y las 9 llovió un total de 170 milímetros, lo que saturó los desagües pluviales y sorprendió a los vecinos en las primeras horas del día.
Los sectores más afectados por los desbordes de los arroyos Tuichá y Mbotaby fueron los barrios San Miguel, Cien Hectáreas, Sapucay, Tres Esquinas, Villa Martos, Tuichá, Kilómetro Cero, Villa Stemberg, Ecológico y Villa Gunther, donde centenares de familias sufrieron la pérdida total o parcial sus viviendas.
Incluso, por la acumulación de agua se anegó parte del edificio del Concejo Deliberante, en pleno centro, mientras que el estadio del polideportivo municipal se inundó completamente, con casi dos metros de agua sobre la cancha de fútbol.
Se registraron cortes de energía eléctrica y agua potable. Si bien no hubo que lamentar heridos ni víctimas fatales, los daños materiales son enormes y, al cierre de esta edición, sólo en Oberá se contabilizaba medio centenar de casas totalmente destruidas.
Alrededor de las 7.15 cayó un auto sobre el puente de la calle Alemania, en Villa Stemberg, donde la corriente arrastró un Renault 19 conducido por un hombre de 63 años. Los Bomberos Voluntarios asistieron al conductor, que resultó ileso. El vehículo fue arrastrado dos cuadras por el cauce del arroyo Mbotaby y atravesó el puente de José Ingenieros y Guayaba. A media mañana debió interrumpirse el tránsito sobre ese viaducto por el daños en la estructura.

En algunos casos el agua subió un metro dentro de las casas.
“Nos quedamos con lo puesto. El agua empezó a subir de golpe y no pudimos hacer nada, no nos dio tiempo de nada. Yo tengo dos trabajos para mantener a mis hijos y en un ratito el agua se llevó de todo”, comentó Alicia Maciel (44) con lágrimas en los ojos. La mujer reside con sus cuatro hijos en el barrio Sapucay, donde el desborde del Mbotaby causó un tremendo estrago, al punto que los habitantes más antiguos no recuerdan una inundación de tal magnitud: “Esta fue la peor crecida, pero el 1 de enero hubo otra grande que también llegó hasta la casa. Esa vez desde la Municipalidad nos prometieron que iban a canalizar el arroyo, pero pasaron los meses y quedó en promesa”.
Ayer al mediodía la mujer y sus hijos estaban evacuados en instalaciones del polideportivo. A su lado, Ramón Viano (37) relató sus pesares y solicitó asistencia para reparar su vivienda en el barrio Tres Esquinas. “Entró un metro de agua en mi casa y levantó el piso. Lo primero que hice fue sacar a los chicos y llevarles a la casa de un vecino. Ya hubo crecidas, pero esta es la más grande y nos dejó en la lona”, graficó. Tiene cinco hijos y requiere ropa, calzados y abrigos.
En el barrio Tuichá, el caudaloso arroyo superó la altura del puente de la calle Río Colorado. Un grupo de vecinos abrió una zanja para descomprimir el caudal que anegaba las casas. Otro sector afectado fue Villa Kindgreen, donde el 1 de enero pasado falleció Raúl Parra (47), un vecino que lanzó a las torrentosas aguas del Mbotaby para salvar a un menor que era arrastrado por la corriente.

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