El Concejo Deliberante de Oberá analiza la redacción de una ordenanza que regule la tenencia de perros raza pit bull, entre otros. Ya se registraron episodios violentos.
La semana pasada, los vecinos del barrio Schuster asistieron a escenas de extrema violencia cuando un perro de raza pit bull atacó y casi mató a otro can en la vía pública.
Los propietarios del animal herido llamaron a la Policía, desde donde convocaron a personal de la Dirección de Bromatología y Zoonosis de la comuna, quienes contuvieron la situación.
Se trató del segundo episodio grave protagonizado en los últimos meses por un perro pit bull en el mismo barrio, ante lo cual los vecinos expresaron su preocupación y reclamaron medidas concretas a la autoridades.
“En momentos así, uno no sabe a quién recurrir y llama a la Policía, pero ellos tampoco están preparados para afrontar la situación y pidieron ayuda a la gente de la Municipalidad. No es la primera vez que un perro de estos lastima a otro y ya mordió a un vecino. Parece que falta que maten a alguien para tomar medidas”, alertó Cristina Arruda.
Consultado al respecto, el director de Bromatología y Zoonosis de la comuna, Francisco Penz, comentó que el Concejo Deliberante se encuentra analizando la redacción de una ordenanza que regule la tenencia de razas caninas consideradas peligrosas.
Sabido es que este tipo de animales están completamente prohibidos en otras ciudades y países. En otros lugares existe una rigurosa normativa que incluye fuertes multas a los propietarios irresponsables.
Necesario ordenamiento
Por ejemplo, en diciembre de 2011 la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sancionó la Ley N° 4.078 que “regula la tenencia de perros potencialmente peligrosos y crea el registro de propietarios de los mismos”.
Las razas incluidas son pit bull terrier americano, staffordshire terrier americano, dóberman, dogo argentino, fila brasileiro, rottweiler, mastín napolitano, presa canario y ovejero alemán, entre otros. Asimismo, tienen tal consideración los cruces entre las razas mencionadas o con otras razas.
Al respecto, Penz explicó que “desde el Concejo están consultando a los veterinarios del medio sobre las posibles alternativas, porque es un tema que divide opiniones. Lo cierto es que el propietario de cualquier raza debe ser responsable en el cuidado de su mascota, ahí está la clave”.
En las jurisdicciones donde existe reglamentación al respecto, se exige que en la vía pública dichos animales usen bozal y estén sujetos con una correa corta de un máximo de dos metros, no extensible.
En tanto, el propietario debe garantizar un cerramiento adecuado de su vivienda para proteger a las personas que desde el exterior se acerquen a ellas, entre otras medidas de prevención.
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