Con el incendio de El Cóndor se hizo evidente la falta de recursos. “Oberá tiene cada vez más edificios altos y no contamos con una escalera hidráulica”, lamentaron.El incendio del supermercado y mayorista El Cóndor dejó en evidencia las falencias que padece la División Bomberos de la Policía de esta localidad para afrontar este tipo de siniestros de grande dimensiones.
Por causas que se investigan, el fuego comenzó a las 15.45 del miércoles pasado y en pocos minutos destruyó los 6 mil metros cuadrados del inmueble ubicado sobre el kilómetro 9 de la ruta nacional 14.
Los bomberos de la Policía y el cuerpo de Voluntarios trabajaron a destajo durante horas, aunque con medios escasos, al punto que se quedaron sin agua por falta de presión. Tuvieron que recurrir a los camiones cisterna de la Municipalidad para reabastecer las autobombas.
“Los bomberos hicieron lo que pudieron con lo poco que tienen. Creo que Oberá no está capacitada para afrontar este tipo de situaciones y ojalá que esto sirva de ejemplo para que el municipio y la Provincia hagan algo. Los bomberos tienen que tener mejor equipamiento. Ahora nos tocó a nosotros, pero si esto llega a pasar en el microcentro de Oberá se quema una manzana entera”, opinó Lucas Márquez Da Silva, hijo del propietario de la firma.
En consecuencia, el siniestro de El Cóndor no hizo más que reflejar las serias falencias edilicias, limitado equipamiento y hasta escasez de combustible para las autobombas que puertas adentro viene denunciando el personal subalterno de la División Bomberos de Oberá.
Con una jurisdicción que abarca alrededor de 240 mil habitantes y casi 30 municipios, desde Leandro N. Alem hasta El Soberbio, las falencias saltan a la vista y cobran relevancia en el verano, cuando se incrementan los incendios y la tarea de los bomberos.
En cuanto al equipamiento, las falencias son muchas y conspiran contra el buen desempeño de los bomberos. “No tenemos trajes antiflamas, usamos botas de goma comunes y los cascos son antiquísimos. Ni siquiera tenemos buenos guantes para agarrar una chapa caliente. Para colmo, hace poco nos mandaron cinco cascos de esos de construcción, de pésima calidad”, se quejaron.
Tampoco las herramientas son las adecuadas, al punto que el único elemento para trabajar en altura es una vieja cuerda de 20 metros.
En ese sentido, alertaron que “Oberá tiene cada vez más edificios altos y no contamos con una escalera hidráulica”. Como si esto fuera poco, de las casi 100 bocas hidrantes que existen en la ciudad, menos de una decena están en condiciones de ser utilizadas, ya que las demás están selladas.
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