Más de 50 milímetros de lluvia en una hora se considera una lluvia torrencial. Hemos tenido hasta 100 milímetros por hora en El Niño de 1982/83 y en el de 1997/98. Si bien no se espera una intensidad semejante este año, sin dudas habremos de tener lluvias torrenciales en octubre, una tregua en noviembre y nuevamente lluvias torrenciales en diciembre.
Causas de las lluvias torrenciales
¿Qué es lo que provocará estas lluvias? El Niño por sí mismo no es causa suficiente. El Atlántico recalentado tampoco. Se requiere presión al Oeste de Misiones, y alta presión en el Atlántico en costas del Sur brasileño, que provoquen una fuerte circulación de aire cálido y húmedo desde el océano Atlántico hacia Misiones. Al llegar a la costa, el aire oceánico será obligado a elevarse para superar las Sierras do Mar, dando lugar a nubes tipo torre de gran desarrollo vertical denominadas nubes convectivas. Pero este modelo conceptual no es determinante por sí mismo, ya que de serlo las lluvias torrenciales serían habituales en Misiones.
Se requiere algo más, una sobrecarga de humedad que aumente la cantidad de agua en condiciones de precipitar. Dicha sobrecarga la puede suministrar el aire polar que alcanza nuestra región en las capas superiores de la atmósfera transportado por el jet de vientos de altura del Oeste.
Sólo resta un ingrediente final, los vientos ascendentes que mantienen en su sitio las partículas de agua o hielo en condiciones de precipitar, es lo que comúnmente conocemos como “inestabilidad” de la atmósfera. Dicha inestabilidad es determinada por días previos de abundante radiación solar que calienta las capas de aire próximas al suelo, y es la propia atmósfera, a través de un apretado gradiente vertical de presión, la que suministra los mecanismos de elevación para que las partículas asciendan y se cristalicen.
Estas condiciones se han manifestado varias veces este año en este invierno atípico, produciendo lluvias torrenciales cada vez que se sumaron.
Las lluvias torrenciales son fuertes consumidoras de la energía atmosférica, por lo que luego de una lluvia torrencial suelen venir varios días de tiempo estable durante el cual la atmósfera se “recarga”.
Lluvias torrenciales seguidas de una semana de intenso calor a pleno sol son las características que tendrá este “Niño”, y el peligro de inundación vendrá por el lado de los ríos, que incrementarán el nivel de los arroyos generando inundaciones rápidas en zonas bajas de la provincia.
Lluvias hoy y tormentas mañana
Luego de una semana de tiempo estable y mayormente soleado, la atmósfera ya cuenta con abundante energía para desarrollar tormentas fuertes, aunque no la suficiente humedad como para producir lluvias torrenciales.
Entre hoy y mañana tendremos lluvias muy irregulares por zonas, intensas (no torrenciales) en la zona Norte donde se acumularán entre 30 y 60 milímetros de precipitaciones entre la tarde de hoy y mañana a la mañana.
Las temperaturas estarán en aumento, todavía frías hoy a la mañana, con 10 y 11º de mínima y cálidas a la tarde con 25º de máxima.
Las tormentas de mañana a la tarde serán fuertes y no se descarta la presencia de granizo. Estará templado a la mañana con 17 a 19º de mínima y cálido a la tarde con pocos cambios en las máximas. Los vientos durante las lluvias serán muy leves y variables.
Mejora el miércoles y estará soleado en toda la provincia. La mañana seguirá fresca, pero la tarde estará muy cálida, con máximas entre 27 y 29º.
Frío intenso y escarcha
El jueves un potente sistema de alta presión se instalará en el centro del país y hará rotar el viento al Sur en Misiones.
Estará muy ventoso el jueves a la tarde, con vientos de 35 a 50 kilómetros por hora, generando un acelerado descenso térmico. Será una jornada fresca con una noche muy fría y mínimas de 8º en el Sur y Centro y 10º en el Norte para la mañana del viernes.
El viento Sur continuará el viernes y durante el fin de semana, ya no con ráfagas, sino con brisas regulares de 25 a 40 kilómetros. Y el frío se hará más intenso con temperaturas mínimas de 5 a 7º entre el viernes y el domingo, con posible formación de escarcha en el suelo, bajo las plantas, y en lugares protegidos del viento Sur.
No se esperan heladas, o lo que vulgarmente se conoce como helada negra, esto es sin escarcha y con plantines y vegetales de hoja quemados por el frío, en primer lugar porque no alcanzaremos temperaturas de congelación en la provincia, y aunque esto fuese posible, el viento no permitirá la congelación.
Por Alfredo Yaquinandi
Territoriodigital