Agenda cultural
Tenemos el gusto de leer, una vez más, una historia de inmigrantes. Comprobamos que los noveles autores misioneros, descendientes de ellos, tienen el placer de recordar vivencias de sus ancestros, seguramente como una forma de homenajearlos y de agradecerles tanto coraje y esfuerzo. La escritora Laura Kachorroski, de Jardín América , presentó en nuestra 41 Edición su cuarto libro: El Sucesor. En otra Edición había presentado el libro que contiene la historia familiar del primer inmigrante de la familia que llegó a estas “Tierras de esperanza”, así tituló su libro. De la historia contada en ese libro, que es la vida de Antonio Kaczorowski, surge “El Sucesor”: Antes de morir Antonio le deja un mandato a su hijo de 12 años- “Ladislao, hijo mío serás un hombre de bien, mi corazón me lo dice y no se equivoca”. Y Ladislao aplicó las enseñanzas que le dejó como legado su padre y lo transmitió a sus hijos.
Siempre es interesante conocer las historias de los inmigrantes en Misiones, que si bien tienen muchas experiencias comunes, cada uno las solucionó a su manera. Todos atravesaron circunstancias dolorosas en sus países de origen, la guerra, el hambre, la falta de trabajo, las pérdidas materiales y humanas. Cada uno tuvo la fuerza necesaria que significó dejar su lugar de origen, su familia y amigos. En este caso, la autora cuenta la historia de Ladislao Kachorroski, hijo Antonio, el primer inmigrante de la familia. Y toma como punto de partida el momento en que Ladislao está próximo a la muerte, cuando supone que pasan por su mente todos los recuerdos de su vida. Sin orden cronológico, Ladislao evoca los momentos más trascendentes, la mayoría sucedidos en Colonia Gisela adonde llegó “en medio de la nada” con dos de sus hermanos en el año 1934 cuando tenía 15 años. “Recorrió con la mirada el lugar… comprobando la buena tierra, la tierra fértil… ¿Qué vamos a hacer primero?” …un improvisado refugio, para protegerse de la intemperie. Este era el paisaje encontrado que fue cambiando y a los pocos meses el refugio se transformó en un ranchito.
En el relato los años van pasando , y se van sucediendo historias que dicen del trabajo sin pausa de la familia: en 1943, en 1946, en 1964, en 1972 hasta conocer los padecimientos del Proceso Militar del año 1976. Uno de los hermanastros de Ladislao, el P. José Mariano Czerepak, asesor del MAM, es arrestado, y después de dos años de tortura, puede escapar a Alemania donde vivió como exiliado por 20 años. Por su parte, d vuelta a la democracia, en el año 1983, Ladislao es elegido Intendente de Colonia Polana, por el Partido Justicialista, sorteando el hecho de tener un gobierno nacional y provincial de distinto signo político. Todos los gastos de representación corrían por su cuenta ya que era incapaz de tocar dineros públicos. Hala y Ladislao tuvieron seis hijos y con el tiempo los varones se dedicaron a la chacra y las hijas fueron estudiantes universitarias.
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