Y mientras nos sacudimos el frío que nos acobarda, más si está salpicado de lluvia, frío que se nos apareció como «para quedarse» lo que en Misiones es toda una rareza, pensamos en los «gurises» que vacacionan invierno y en su familia que, o bien devolvieron pasajes o bien se congelaron y humedecieron hasta la médula y lamentamos por los que sí y por los que no que se hayan perdido el disfrutar a pleno sol las mil y una atracciones que tiene este suelo rojo, matizado de verdes y con luna llena iluminando las Cataratas.
Tras la elección porteña del último domingo y el ajustado triunfo de Horacio Rodríguez Larreta que produjo repercusiones mediáticas originando polémica en la opinión pública que supo ocupar los titulares de primera plana- por cierto, todo ello tiene por causa el hecho de que Larreta, electo gobernador de la ciudad de Buenos Aires por pocos puntos de ventaja con relación a su competidor, cuando las encuestas le daban un cómodo margen de votos con los cuales su mentor el pre candidato a presidente de la Nación, líder del PRO, Mauricio Macri (quién no recuerda el énfasis puesto por Macri cuando tuvo que elegir para el cargo entre Larreta y Michetti) pensaba lanzar con mayor comodidad su postulación a la presidencia por lo que desde el propio rival en el ballotaje, Martín Lousteau, los otros pre-presidenciales, opositores, politólogos , políticos de los otros signos, y hasta promotores levantaron su voz de desconcierto, críticas y opiniones altisonantes, pretendiendo cuestionar su competitividad para las próximas elecciones presidenciales de octubre.
Otros cuestionados fueron los encuestadores – esa especie en ¿extinción?- los que por sus fuertes errores, al menos debieran modificar su esquema de medición para que no se repita lo que sucedía con los históricos oráculos griegos ¡Ah! aquellas pitonisas de las barras de oro y plata…
Y entre la nube de humo tras la jornada del último domingo y las propuestas en caso de ser ungido presidente en octubre que lanzó Macri y que derivaron en más críticas, que ya en estos días se van apaciguando, tratando de que no se desactive el blindaje que, como precandidato, tiene Macri.
Lo sucedido y que mencionamos tiene por fin advertir que más allá de toda esa fiebre política que va levantando la aproximación de las PASO y allí nomás las elecciones generales de octubre, muestra que en este 2015 la democracia está funcionando con solvencia, como lo vino haciendo en las jornadas electorales de años anteriores al punto tal que de seguir el ritmo que se ha impreso en los actos eleccionarios ya realizados, aparece consolidándose la democracia en lo que hace a la soberanía del voto al fin de cuentas forjador de la misma.
Acostumbrados como estábamos en la vida política argentina de pedidos de anulación de mesa, de cuestionamientos de toda clase antes de aceptar derrotas, invalidar escrutinios y de trasgresiones en el voto ciudadano -moneda corriente en un ayer electoral- hoy no se cuestionan los comicios y se acepta sin protestas de ese tipo, los resultados. Enhorabuena.
Un gran avance en solo 15 años de un siglo que como el XXI así entendíamos que se iniciaba: «Veamos que cristal usaremos hoy para presagiar lo que será este 2001… Mírese por donde se mire, el 2000 resultó un fiasco. Lo esperamos con el mismo cariño con que esperamos un nuevo año, pero el muy traidor nos dejó en la dulce espera de esperar contra toda esperanza. El escándalo del Senado, la renuncia del Chacho y la figura de un presidente que aparecía debilitado luego de su primer año en el poder fueron episodios que pueden servir como termómetro de una Argentina desconcertada.
Acaso, y como para poner paños fríos en el malhumor de la gente, irrumpieron y como para quedarse dos damas, extranjeras ellas, pero que descolocaron a Mirtha y Susana, las de Shakira y Bolocco, amarradas a sus tutores de entonces, el mayor de los hijos del matrimonio Pertiné-De La Rúa, la primera y al ex presidente Carlos Menem, la segunda.
Las humoradas que despertaron tales presencias fueron un bálsamo ante el cuadro de cesación de pagos que amenazaba sombríamente el panorama financiero argentino.
Pero como Dios aprieta pero no ahorca, en una de las tantas idas y venidas el equipo del ministro de Economía, decidió sincerarse ante el poder mundial y como en aquel viejo cuento del deudor que no podía dormir buscando formas de pagar su deuda hasta que decidió que el que no durmiera fuera su acreedor, diciéndole que no le podía pagar, así Machinea fue claro y le dijo a los sabuesos del FMI que la casa estaba en quiebra y había que apuntalarla para que no caiga y arrastre con su caída a otros.
Pero la gente que sabe, sabe y, por otra parte en el caso del FMI y los bancos mundiales a los que experiencias vividas no les faltan y si bien no era cuestión de dejar dormir por una insignificancia, tampoco era cuestión de dejar abandonada a su suerte a esta república que laureles supo conseguir hipotecando las joyas de la abuela sin hesitar.
El recuerdo de otros que cayeron y produjeron con su derrumbe financiero un efecto cascada era por demás molesto y así, salomónicamente resolvieron dar un préstamo todo lo necesario que fuere al que llamaron blindaje financiero, como para que el país no caiga en cesación de pagos y más aún que entusiasme a los inversores tentados por la seguridad de que su inversión estaba resguardada por el blindaje…
De todas maneras de una cesación de pagos a contar con un blindaje hay un gran trecho, que permite cierto optimismo en el sentido de que en este 2001 se reactive la economía, por otra parte y a esta altura de los acontecimientos, los argentinos debemos comprender que si no nos forramos de optimismo todo puede desmoronarse.
De todas maneras ese optimismo debe ir acompañado de medidas gubernamentales como para que la explosión privada no sea abortada de raíz una vez más, metiéndole la mano en el bolsillo al emprendedor para calmar la también voracidad fiscal que, al fin de cuentas, mata a la gallina antes de que ponga los huevos.
Basta de voracidad fiscal, basta de voracidad financiera, de la mano de servicios baratos, trabajando con el mediano y largo plazo, y, por sobre todo atendiendo debidamente a las Pymes puede ir creciendo la economía, esto puede suceder durante el año… (Pregón Misionero, párrafos de la nota editorial publicada el 2 de febrero de 2001).
Después… ¿quién no recuerda el fatídico 20 de diciembre de 2001 y los presidentes que se sucedían uno tras otro? ¿Quién olvida el temor fundado del paso al abismo en función país que se vislumbraba entonces?
Convengamos que más allá de las lógicas luchas políticas por el poder, que son el combustible de la democracia, son otros estos tiempos que vivimos en los cuales se puede vivir la política en libertad, condición esencial como para que finalice aquella indefensión que tenía el ciudadano promediando los años 90 cuando se aconsejaba a los votantes utilizar el corte de boletas y que produjo en nosotros una reacción que volcamos en nuestro trabajo inédito: «Presidencias y comportamientos del Siglo XX»
«El haber seleccionado el acto eleccionario de la jornada cívica del 14 de mayo de 1995, tiene que ver con la decisión de presentar esa fecha como un punto referencial ideal para una introspección del comportamiento político del hombre argentino, el que, a través de su historia contemporánea generó la más retorcida urdimbre institucional, tal vez como consecuencia de su temprano enraizamiento con hombres de lejanas tierras a los que puso primero como modelo y luego invitó a su suelo, suelo que por tal decisión debió, a partir de entonces, marchar de atrás tratando de reivindicar comportamientos que no provocó, entablándose una sorda lucha, amenguada hoy, pero aún vigente, que constituye un caldo de cultivo para que nuestras generaciones de argentinos se hayan conformado con ser meros espectadores aún ante las más insólitas situaciones, producto de una herencia cuyo patrimonio así fue forjado. Hallar el porqué de esa indefensión que le adjudicamos al hombre en aquella emergencia nos obliga a incursionar en una suerte de túnel de los tiempos…
Aldo Rubén Gil Navarro – Periodista – Historiador – Escritor