Así lo advirtió el padre Alberto Barros, titular de Cáritas en Misiones, quien se refirió de esta manera a los principales temas que azotan a la provincia. «Hay dos provincias, una linda, para el turismo, y la otra es la de la pobreza profunda», advirtió.
El cura párroco y titular de Cáritas se refirió al sinnúmero de protestas que hay por estos días en la provincia, y puntualmente en Posadas. “Son reclamos que creo que más allá de las soluciones que se puedan dar, el gobierno lo que debe hacer es recibir, dialogar y escuchar”, dijo, ante la falta de diálogo existente con los trabajadores, sobre todo con los nucleados en los gremios que no están cerca del gobierno, tal es el caso de los docentes, esta semana con acampes y huelgas de hambre.
Con ese contexto, se refirió también a la situación social de la provincia de Misiones: “Nos preocupa también mucho la problemática de los asentamientos que hay en Posadas y toda la provincia. Desde Cáritas acompañamos la problemática de tierra, agua, ocupación que mucha gente va haciendo porque no tiene una vivienda medianamente digna, es una problemática que desde una actitud profundamente religiosa queremos acompañar a quienes más lo necesitan”, dijo. Barros en tono muy crítico con la capacidad de resolución de conflictos del gobierno local, redobló la apuesta: “En lo que respecta a la capital provincial, vemos dos ciudades, una Posadas muy linda, satisfecha, que derrocha bienes y servicios, y es la que se promociona al turismo, y otra ciudad y también provincia, que son la de la miseria y la exclusión, las miles y miles de familias que no tienen un terreno donde poder asentarse, o las que pudieron pero no tienen los servicios básicos como luz o agua, en viviendas absolutamente precarias. Evidentemente el estado para solucionar esos problemas. Hay una realidad de pobreza y negar eso, como se niegan las estadísticas a nivel nacional o provincial son silencios que buscan invisibilizar, hacernos creer que los pobres no existen. Cuando una sociedad no quiere escuchar, ver, ocultar a los pobres, es porque estamos en un muy mal camino”, sentenció.
El sacerdote no ahorró palabras para referirse al narcotráfico en la provincia y a la red de complicidades: “A eso tenemos que agregar la problemática de las drogas o el narcotráfico. Llama profundamente la atención los silencios también del gobierno provincial o comentarios muy tímidos con respecto a esto, muy al pasar, cuando sabemos que el narcotráfico está muy instalado en nuestra provincia, el ingreso y venta de drogas, el lavado de dinero donde hay complicidades de funcionarios, poder judicial, fuerzas de seguridad son temas importantes. Si queremos ser una sociedad digna tenemos que tocar estos temas si o si” finalizó.
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