El profesor de música Sergio Daniel González acumula dos condenas a 14 y 8 años de cárcel. Esta mañana fue notificado de la unificación de las penas. Detalles del accionar de un abusador serial de menores que sumó víctimas en diferentes puntos de la provincia

Esta mañana, el docente obereño Sergio Daniel González (49) fue trasladado desde su lugar de detención hasta el Tribunal Penal Uno de Oberá donde fue notificado de la unificación de las dos condenas en su contra por corrupción menores. En consecuencia, deberá purgar 22 años de cárcel.

Ya en abril de 2020, el pedófilo fue sentenciado a 14 años de prisión acusado de corrupción de menores agravada por engaño, distribución de pornografía infantil y grooming. La sentencia del Tribunal Penal II de Posadas fue la culminación de un expediente que se inició en 2015 por la denuncia de la madre de un chico de 13 años, residente en la capital provincial, quien descubrió que el acusado contactó a su hijo mediante un perfil falso de Facebook por el cual se hacía pasar por una chica para seducirlo.

Tras un proceso de cinco años, lapso en el que incluso estuvo prófugo, finalmente el profesor de música reconoció su culpabilidad en juicio abreviado. Pero antes, en septiembre del 2019 -ya imputado por el primer hecho, pero en libertad- el docente volvió a ser capturado cuando intentaba engañar a un menor de 15 años de la localidad de 25 de Mayo, tras el requerimiento del papá del chico.
En los días posteriores se registraron otras cuatro denuncias, lo que se tradujo en un expediente que se tramitó en el Juzgado de Instrucción Uno de Oberá. Por esa causa, también en juicio abreviado, González fue condenado a 8 años de cárcel por el Tribunal Penal Uno de Oberá. Actualmente, el obereño cumple condena en la Unidad Penal II de Oberá.

 Modus operandi

El último hecho por el que fue juzgado permitió descorrer el velo sobre el modus operandi bien aceitado que tenía González para ganarse la confianza de sus víctimas, para lo que se valía de las redes sociales, donde se escondía detrás de perfiles falsos. Por ejemplo, había creado un grupo de WhatsApp donde compartía pornografía para seducir a jovencitos desprevenidos.

Así, se descubrió que utilizaba por lo menores dos líneas telefónicas: en una se hacía pasar por un chico y en la otra por una chica. Precisamente, en la denuncia del primer papá de 25 de Mayo se cita que el menor de 15 años se mensajeaba con una persona que tenía agendado como “Rami”, quien en uno de los chats decía: “Y bueno paja y fotos mañana y si está le damos masa”, lo que llamó la atención del progenitor.

Consultado al respecto, el chico le contó al papá que González lo invitó a subirse a su auto para buscar a una chica de nombre “Lau”, aunque no accedió. El menor también tenía agendada a la supuesta Lau, quien en un mensaje le pidió “hacé fotos y videos, capaz te enseñe Rami, decile que Laura dijo jijiji, y listo, lo jodés”.

Todos los mensajes incitaban al menor a mandar fotos y tener relaciones sexuales en un supuesto trío, lo que alertó al progenitor. Luego se estableció que Lau y Rami eran seudónimos del mismo González para engañar a sus víctimas. En tanto, los peritajes de rigor determinaron que el docente mantenía este tipo de vínculo con varios jóvenes, lo que luego se tradujo en más denuncias.

 Abusador serial

Ante la gravedad de la acusación en su contra y sus antecedentes, oportunamente el Juzgado de Instrucción Uno rechazó la excarcelación y luego la internación de González, quien padece una enfermedad infectocontagiosa.

El docente denunciado por primera vez en 2015 por la madre de un menor de 13 años residente en Posadas, quien descubrió que su hijo fue contactado a través de un perfil falso de Facebook, por el cual se hacía pasar por una chica. Las pesquisas continuaron y personal de la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas (Saic) logró recuperar material que el profesor de música creyó haber eliminado de sus computadoras, pendrives y tarjetas de celulares.

En las imágenes se lo ve manteniendo relaciones sexuales con menores, lo que derivó en un segundo expediente que nunca prosperó por falta de denunciantes. Tras denuncia de agosto del 2015, González se dio a la fuga y recién lo detuvieron en junio del 2016. En aquella ocasión estuvo dos meses tras las rejas, hasta que el juez de Instrucción Seis, Ricardo Balor, le otorgó el beneficio del arresto domiciliario.

 Años de impunidad

Tras aquel beneficio, el obereño continuó operando con total impunidad y se movió por diferentes puntos de la provincia. “El primer contacto lo hacía por Facebook haciéndose pasar por una chica, se pasaban los números y después se sumaba el tal Ramiro como contacto, ardid que servía de supuesto nexo para tener relaciones con la chica”, precisaron.

De esta forma, se trata de un accionar calcado al detectado en 2015 años tras la primera denuncia en Posadas.  En aquella ocasión, la investigación determinó que el docente contaba con dos cuentas falsas de Facebook. En una se hacía pasar por “Anita Martínez” y la otra era “Juan Martín Méndez”.

De esta manera, desde la cuenta de la nena mandaba solicitudes a varones, que aceptaban y empezaban a mantener conversaciones que en poco tiempo se transformaban en “qué bueno estas”, “qué lindo sos”, “me re gustás” y lentamente iba subiendo de tono hasta pedirles fotos desnudos y a manifestar cosas como “qué rico sos”, “quiero sentirte adentro”, “quiero verte pronto”, según se detalla en el expediente.

Cuando desde el perfil de Anita se daba cuenta que los chicos estaban excitados, les pedía que agreguen al supuesto amigo “Méndez”, que tenía más fotos y videos para mostrarles. Una vez que los chicos accedían a aceptar a ese desconocido, éste empezaba las conversaciones: “Hola, capo, me dijo Anita que te agregue para que te muestre videos, dijo que le gustás, quiere que te lleve hasta ella”. Por esa invitación accedían a encontrarse con el hombre, pero también para estar con la supuesta Anita, figura creada por el pedófilo para seducir a sus víctimas.

 Cobró varios años sin trabajar

A pesar de las pruebas y graves acusaciones en su contra, Sergio Daniel González cobró sin trabajar por casi cuatro años, hasta que finalmente en diciembre 2019 fue exonerado por el Consejo General de Educación (CGE), según la resolución 8345/19.

Dicha sanción implica la prohibición de volver a ocupar un cargo dentro de la administración pública, precisaron. En tanto, si bien el profesor de música ya había sido exoneró en agosto de 2017, tras dos meses obtuvo un recurso de amparo de la justicia laboral y siguió cobrando su sueldo por una tutela sindical. Por ello, para proceder a la exoneración el CGE tuvo que esperar que se cumpla un año desde la finalización de su mandato sindical.

 Disponía de recursos

Como quedó plasmado cada vez que lo detuvieron, el docente siempre dispuso de dinero en efectivo para sostener su logística criminal. Fue detenido por primera vez el 22 de junio del 2016, pero antes trató de escapar por los fondos de la casa de su hermana, donde se había refugiado, en Villa Blanquita de Oberá. Un vecino lo vio y alertó a los policías que venían tras sus pasos. Al momento de su detención llevaba un pequeño bolso con más de 20 mil pesos en efectivo, lo que hace suponer que tenía intenciones de darse a la fuga.

Al ser capturado por segunda vez en septiembre de 2019, se movilizaba en un Renault Clío de cuyo interior secuestraron dos celulares, una tablet, preservativos, geles íntimos, más de 500 dólares en efectivo y otra suma en pesos. Por otra parte, recientemente González solicitó la posibilidad de disponer de una notebook y un celular con acceso a internet para estudiar en su lugar de detención, lo que le fue denegado.

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Diario El Territorio


Categorías: Noticias Policiales
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