Claramente que el gobierno nacional que encabeza Javier Milei, quien en campaña anunciaba que eliminaría todos los subsidios, entre ellos los que más castigan a los sectores medios y de bajos recursos económicos; quien incluso, se ufanó de que les decía a los argentinos que los ajustaría y que la pasarían muy mal, y sin embargo lo votaron igual. Es sabido que Milei está cogobernando con funcionarios del Pro, es decir que tiene cómplices y corresponsables de los tarifazos y de la pobreza que alcanza el 60 por ciento.
El aumento de las tarifas en el transporte urbano en la ciudad de Eldorado se estableció a $ 900 y con la aplicación $ 700, quedando ostensiblemente por encima del aumento otorgado en Oberá que fue de $ 650 con la aplicación y sin ella $ 700.  En otras provincias se dieron aumentos similares como en Córdoba, Santa Fé y Corrientes. Con la energía eléctrica ocurrió lo mismo  en todo el país; incluso el gobernador de la Provincia de Córdoba, Martín Llaryora, otorgará un crédito a las PyMES, comercios y familias para que puedan hacer frente al pago de la energía eléctrica. El aumento es nacional y no de la provincia de Misiones o de la CELO, como los oportunistas políticos de mala fe quieren hacerle creer a la población; y eso habla por sí solo de qué clase de personas estamos hablando.
En el caso del transporte urbano en Oberá, en principio el incremento se cargó de dramatismo, porque se tomó el discurso político de los concejales PRO Mile, que sostuvieron que el aumento a $ 700 y que se tomó como título, que el incremento fue del 150 por ciento, cuando en realidad si tomamos como base los 330 pesos, el aumento fue del 112 por ciento; para que sea más impactante se sumó el aumento del mes de enero, con lo que si se acerca al 150 por ciento, tomando un aumento bimestral que no está mal, cuando se debería tomar de igual modo la tasa inflacionaria de más del 50 por ciento. Los concejales renovadores sostuvieron que el aumento era absolutamente necesario, producto de los aumentos en todos los insumos y que tenían la responsabilidad política y de gobierno de mantener el servicio. En tanto los concejales que cogobiernan con Milei tomaron irónicamente el camino más fácil, y buscaron que el costo político del aumento lo pague el municipio, por lo cual presentaron un dictamen en minoría, extrañamente pidiendo que no se incremente el transporte urbano, contrariando los postulados de su presidente Milei, que está en contra de la regulación de precios. Irónicamente en este caso los concejales mileistas solicitaron que el estado regule el precio del boleto urbano, lo que deja en descubierto el doble discurso de los concejales aliados a Milei.
Cogobernar significa compartir responsabilidades de gobierno. Es sabido que la ex fórmula presidencial integrada por Patricia Bullrich y Luis Petri forman parte del gobierno, entre otros, incluso Mauricio Macri comprometió el total apoyo a las políticas del presidente Milei, sumando a parte del radicalismo. Por consiguiente los concejales del POR al ser los representantes del gobierno nacional en Oberá y consecuentemente son los responsables de la quita de subsidios y aumentos, más allá de que se quieran eludir sus responsabilidades y quieran dar vuelta la carga de responsabilidad al municipio. Irónicamente se quieren poner en el lugar de defensores del pueblo, cuando en verdad son cómplices al haber realizado campaña a favor de las ideas libertarias, y por estar cogobernado son corresponsables de la quita de subsidios en energía eléctrica, gas y transporte público. Si no se hubieran sacado los subsidios nacionales a la energía, al gas, combustibles, los tarifazos no serían tan descabellados. Por ejemplo en el caso del transporte, si se mantuvieran los subsidios nacionales, los usuarios del servicio urbano en Oberá estarían abonando entre 350 y 400 pesos; y no 700 pesos como hoy lo están pagando.
No es extraño y ampliamente evidente de que en los argumentos  no se hacen cargo de nada y siguiendo la línea argumental de su presidente Javier Milei, quien firmó un decreto en donde se aumentó su sueldo y la de sus funcionarios en un 48 por ciento, afirmando que el no firmó el decreto en cuestión y paradójicamente responsabilizó a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Cuando le descubrieron la mentira despidió al secretario de trabajo quien por un lado no es su competencia, ni tampoco firmó el decreto. De idéntica manera actúan los tres concejales del PRO que son parte del gobierno nacional, por lo que deberían asumir las responsabilidades de los tarifazos y de las obras públicas paradas, el aumento del desempleo y aumento de la pobreza y no hacerse los desentendidos, que es lo más fácil y cómodo, diciendo que las culpas y responsabilidades son de otros.

De la campaña del miedo a la desesperante realidad
Ahora muchos se agarran de los pelos y los hundidos en el fanatismo descalificaban a los que advertían de lo que hoy día padecen todos los argentinos, en lo que calificaban que era una  campaña del miedo, entre ellos están los concejales obereños del Pro Milei que están cogobernando. Javier Milei no mintió y está llevando adelante el ajuste que dijo que haría en caso de llegar a la presidencia y lo está cumpliendo. Sí mintió groseramente de que el ajuste lo pagaría la casta política, y sin embargo lo están pagando los jubilados, la clase media y los sectores de menores recursos; mientras una concejal del PRO Milei descorchaba un champagne con un peluche de un león festejando todo lo que se vendría, toda una demostración de aprobación de lo que hoy padecen millones de argentinos.
Se festejan altas las tasas de inflación que están en baja, que en el mes de febrero del 13,2 por ciento y cercano al 50 por ciento trimestral, todo ello sin mirar otros indicadores que hacen a la macro economía, como ser el aumento de la pobreza del 60 por ciento, la caída de la capacidad productiva del orden del 40 por ciento, al igual que la caída del consumo y el aumento de la desocupación que como efecto directo, dejarán de consumir  bienes y servicios, y que como un efecto espiral generará mayor desempleo y menor producción. Es por ello que el gobierno nacional abre las importaciones, con la excusa de bajar los precios sabiendo que en el corto y mediano plazo las PyMES dejarán de producir y desaparecerán generando mayor desempleo y pobreza.
Se replica el modelo económico del hoy proclamado por Milei y sus aliados del PRO como prócer, al ex presidente Carlos Menem. La receta es la misma, la que se padeció en las décadas del 90 y que terminó en un estallido social en el 2021. ¿Se debería esperar a que la historia los juzgue? Y mientras tanto… ¿se seguirá odiando al kirchnerismo y reivindicando, y no inocentemente, al Menemismo? Poca memoria de lo padecido con un idéntico modelo económico que fracasó y por similitud el actual modelo económico político que va camino a tener lamentablemente el mismo destino.

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Categorías: Columnas de Opinión
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