Agenda cultural
Una escritora misionera prolífica, enamorada de las letras, con una vocación firme y que no cesa de darnos lo mejor que ella puede dar, con una memoria enriquecedora de hechos personales y de vivencias en los distintos lugares que ha vivido. Una escritora que tiene una gran predilección por nuestra Feria y que lo demuestra en cada edición.
Se trata de Cecilia Gómez de Nesteruk, o simplemente y más conocida, Tina Gómez. Cuando la conocí era locutora de una radio local y ambas nos veíamos por primera vez. Lamentablemente eran sus últimos días en Oberá. A lo largo de los años ha escrito una veintena de libros. Esta vez, 46 Edición de la Feria, nos presentó uno de sus últimos libros. Venía desde Capioví donde reside,  El libro de Tina se titula Bendita Niñez, y tiene un acápite que lo dice todo y que pertenece al escritor francés La Bruyere: “los niños no piensan ni en el pasado ni en el futuro, pero gozan del presente, cosa que rara vez nos ocurre a los adultos”. Con este espíritu Tina encara los recuerdos de una niñez l (la propia con unos cuantos hermanos de dos matrimonios) llena de travesuras, de aventuras , de inventos con lo que había; campo, animales vacunos, equinos, ovejas, aves de corral, huertas, y por supuesto la Escuela Rural. El libro Bendita Niñez nos obliga a repasa nuestra propia niñez, y a comparar. Nada que ver con la mía, tan lejana y con escasez de medios, pegada a las polleras de mamá y donde no era fácil hacer travesuras. El ambiente donde creció Tina, especialmente en Paso Portela, a unos 300 km de la costa brasilera sobre el río Uruguay, era un ambiente bucólico donde las tareas se repartían entre los hermanos, donde andar a caballo era lo más apropiado, cada hermano con una tarea especial,, y una picardía especial para molestar a las hermanas. A Tina le tocaron varias tareas, principalmente cuidar del ganado vacuno, pero también soportar  las chanzas de los varones que huían velozmente de toda reprimenda. Cada uno de los temas de las anécdotas son para leer y divertirse, o para leer y embroncarse, porque los varones no cesaban en sus travesuras., Este libro, una joyita de colores y con hermosos dibujos, es un venero de otras historias que todos tenemos, porque siempre hicimos algo que no estuvo de acuerdo a la racionalidad, No se cuando Tina se dedicó al magisterio, a las enseñanza de talleres de lectura y escritura, pero estoy segura que ha realizado ingentes labores para lograr que esos talleres tomaran forma para que cada uno de los alumnos lectores se enamoraran de esos textos. Su producción ha sido reiteradas veces premiadas, en obras de teatro, en música donde llevó en primer premio en galopa, sigue con el empuje de los talleres creativos que tanto  hacen por el mejoramiento del lenguaje, por el buen decir, que cada vez debemos valorar más para entendernos mejor.

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Categorías: Columnas de Opinión
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