La muerte de una adolescente de 17 años conmocionó al municipio de Campo Viera. La familia pide justicia y solicita a las autoridades la autopsia a la menor, que en un principio habría fallecido a raíz de una sobredosis.
El municipio vive una desesperante y traumática situación con la venta y distribución de drogas. No es extraña la imagen de un menor de edad armando un porro en la esquina de su casa, en el medio del centro o en plena vía pública, pero las autoridades policiales, según los dichos de los vecinos, hacen oídos sordos a estas cuestiones.
Yolanda Mariela Ayala era una adolescente de 17 años que, el pasado 24 de septiembre, falleció como consecuencia de una sobredosis en plena fiesta clandestina que se estaba llevando a cabo en una humilde vivienda ubicada en el barrio El Progreso y, según se pudo saber, era un aguantadero de droga.
Las autoridades del caso jamás habrían dispuesto un allanamiento en el domicilio donde fue hallada sin vida la adolescente y donde se estaba llevando a cabo la fiesta clandestina. El propietario de la morada y organizador del evento ilícito nunca habría sido consultado sobre la situación y por ende, tampoco demorado en averiguación del hecho.
En diálogo con Alem News, Rosa Estela Amarilla (38), contó entre lágrimas lo que sucedió aquel fatídico 24 de septiembre, mantuvo presente el recuerdo de su niña y exigió justicia a las autoridades, tanto locales como provinciales.
Según el relato de la madre, aquella noche la adolescente salió con su amiga en dirección a una fiesta clandestina llevada a cabo en una humilde vivienda a pocas cuadras de su domicilio. En horas de la madrugada, la peor noticia llegó, la joven había perdido la vida y la primera hipótesis que se manejó es que ello se debió a una sobredosis de alguna que otra extraña sustancia.
“Nadie se quiso hacer cargo de ella, la encontraron patas para arriba y cuatro tipos alrededor de ella. Nadie quiso llamar a la policía y a la ambulancia”, dijo Rosa, con la voz entrecortada.
El caso de la adolescente no es un hecho aislado, no es la primera víctima que deja el consumo excesivo de estupefacientes en el Municipio de Campo Viera. Los que se dedican a la distribución de drogas en los barrios se manejan, aparentemente, con total impunidad. “Pueblo chico, infierno grande”, todos saben quienes son, pero nadie hace nada, manifiestan los vecinos. “La policía tomó la denuncia pero no nos dijeron nada”.
Campo Viera es noticia constantemente en los diarios de la provincia y siempre por la misma razón, incautación de marihuana, cocaína y otras drogas sintéticas. Los padres temen por sus hijos y los adolescentes no denuncian debido a que se sienten amenazados por los cabecillas de las bandas delictivas.
El padrastro de la adolescente de 17 años que falleció como consecuencia de una sobredosis, tiempo atrás perdió a dos de sus hijos de sangre por la misma razón, el consumo excesivo de drogas.
El hecho tiene una testigo clave: la amiga de la víctima con quien asistió a la fiesta clandestina aquel 24 de septiembre pero que por miedo a las represalias, aún no hablo sobre lo sucedido. “Esa noche nadie de los que estaba en esa vivienda llamó a la policía, todos metieron pata y se fueron”
La familia se siente en una situación de desventaja en el acceso a la justicia debido a su condición económica, pero ello no debería de ser un problema, todos tendríamos que ser iguales ante la ley. “Queremos que nos den los resultados de la autopsia para poder saber así de que murió mi hija”, cerró la madre de la víctima de 17 años.
Alem News