No es un dato menor que el defensor del pueblo electo por Juntos por el Cambio haya sacado 734 votos menos que el voto en blanco sumados a los votos nulos, y se ubica 73 votos por debajo del candidato más votado que fue Juan Carlos Rossberg, candidato del Frente Renovador. De esta manera ubicándose el voto en blanco y nulo sumados, en la segunda ubicación en las elecciones del pasado 6 de junio. Una clara expresión de disconformidad con la dirigencia política, con cierto grado de rebeldía, de querer decir además no sentirse representado por ningún sector político, y que guarda cierta relación con aquellos sectores de pensamiento anarquista.
Un dato que nadie lo ve o no lo quiere ver, pero deja todo un mensaje de la bronca o el desinterés que tiene la gente en torno a la política. En la sumatoria de votos Carlos Bernhardt, se consagró como Defensor del Pueblo por una diferencia de 85 votos, es decir 807 votos menos que el candidato más votado que fue Rossberg, lo que habla de un empate técnico por la poca diferencia y da letra a los que quieren poner en duda o cuestionar la representatividad del defensor del pueblo electo, en esta oportunidad hablan y tematizan los renovadores, en las elecciones pasadas del 2017 lo hicieron los de Cambiemos.
Si bien los números dan un dato exacto de la realidad en torno a los votos obtenidos por cada candidato y categoría en esta última elección a defensor del pueblo en Oberá, es necesario recordar que en 2017 en la primera elección a la defensoría del pueblo Roberto Silverstone, candidato radical dentro del Frente de Cambiemos, logró una diferencia de 2600 votos sobre la actual defensora Patricia Nittmann, que había logrado en aquella primera elección el tercer lugar, detrás del otro candidato Macrista Gabriel Tula, por una diferencia de 200 votos. En aquella oportunidad Nittmann fue acompañada por el intendente Carlos Fernández, y en esta última elección con el apoyo del presidente del concejo deliberante Santiago Marrodán y Eduardo Lezica, quedó ubicada en el noveno lugar, y si tenemos en cuenta el voto en blanco, quedó ubicada en el décimo lugar.
Es preciso aclarar que el voto se considerará nulo en cualquier caso que se utilice otra boleta que no sea oficial. Lo mismo con cualquier tipo de inscripción, imagen, leyenda o cuando la boleta se encuentre destruida total o parcialmente. También se considera nulo cuando el sobre contiene objetos extraños.
El voto en blanco, a diferencia del nulo, es un voto válido y se computa como tal. Se considera así cuando el sobre está vacío o sólo con un papel de cualquier color, sin inscripciones ni imágenes. Desde la Cámara Electoral consideran que el voto en blanco representa una manifestación de la voluntad del elector de abstenerse de elegir entre las diversas propuestas formuladas en un sistema legal de sufragio.
La cantidad de votos no le quita representatividad ni legitimidad al cargo, ello se verá durante la gestión que lleve adelante como defensor del pueblo Carlos Bernhardt, y como adjunta Luciana Barella. Muchos gobernantes y legisladores fueron electos diciendo que harían una cosa representando a determinado sector y luego terminaron haciendo todo lo contrario.
El frente electoral de JxC y en particular el radicalismo seguramente lo acompañarán con mucho apoyo en las funciones a Bernhardt, porque será la carta de presentación del radicalismo con vistas a las elecciones a intendente del 2023, y desde la UCR vienen manejando una serie de estrategias en torno al manejo de la defensoría del pueblo, que por el momento solo son ideas y posibilidades a futuro, dependiendo como sea la gestión del defensor recientemente electo.
Dejaron a pata a los ciudadanos de a pie
El problema de una empresa privada prestadora de un servicio público esencial se convierte en un problema político, dado los recurrentes cortes del servicio que sufren los pasajeros sin aviso previo a la hora de ir a sus ocupaciones o al volver a sus casas, en un conflicto que afecta a los sectores más castigados de la economía. No se le puede responsabilizar a los choferes que deciden cortar el servicio público de transporte porque necesitan cobrar sus haberes, pero sí alguien se debe hacer responsable y responder por ello. La empresa es la principal responsable que debe hacerse cargo de la situación y responder por ella, además de las responsabilidades políticas que se deban asumir, y en particular en tratar de evitar que estas interrupciones del servicio urbano de pasajeros sigan ocurriendo en la ciudad.
El paro de dos días dio lugar a que varios sectores buscaran responsabilidades; unos en el empresario, otros apuntaron contra el intendente, otros contra la provincia y el gobierno nacional, pero lo cierto es que es el problema de una empresa privada que presta un servicio público, con una tarifa fijada por el concejo deliberante y a cargo del contralor de hacer cumplir el servicio como corresponde está el municipio.
Es sabido que la tarifa tiene un alto contenido de subsidios nacionales y provinciales de lo contrario hoy, y de acuerdo a lo comentado por el intendente Carlos Fernández, el cálculo polinómico del costo del boleto urbano en Oberá, sería de 120 pesos aproximadamente, es decir que hoy día el componente subsidiario es de 90 pesos y que permite que los usuarios abonen 30 pesos el boleto único, es decir un 25 por ciento de su valor real.
Hay un pedido de aumento del boleto por parte de la empresa que será tratado en audiencia publica el viernes 25 de junio, en donde se escucharán a todas las partes, en las últimas audiencias públicas muy pocos usuarios participaron, por la hora y el día argumentan algunos, otros porque entienden que al no tener ningún poder resolutivo las audiencias no tienen mucho sentido y que el boleto va a aumentar igual digan lo que digan; pero queda en claro que si es alta la participación y queja de los usuarios, a los concejales no les va a ser fácil otorgar una actualización del boleto urbano, más allá que sea necesario.
El enojo de los usuarios con la prestadora del servicio es significativo y al constante reclamo de que se de un corte al manejo monopólico del servicio, ello recién se podrá dar el próximo año con el llamado a licitación; pero será necesaria un amplio análisis para no pasar de un monopolio a otro, lo que significaría que los problemas seguirían ocurriendo. Las aspiraciones de los usuarios es que existan dos o más empresas prestatarias del servicio de pasajeros, entendiendo que la competencia entre las mismas mejoraría la prestación del servicio y los costos; y en particular se aseguraría que en el caso de que una empresa tenga algún problema o conflicto con el personal, las otras empresas puedan cubrir el servicio y no seguir dejando a la gente de a pie, a patas.