El hecho se produjo en la Comisaría Cuarta, cuyo edificio es uno de los más nuevos de Oberá. | Foto: Daniel Villamea

El brutal abuso que padeció un detenido por parte de cuatro compañeros de celda en la Seccional Cuarta de esta localidad puso en evidencia graves fallas en el control y la seguridad interna, aunque tampoco se puede descartar la posible connivencia de los guardias, reconocieron desde la propia fuerza.

Tal como informó El Territorio en la víspera, las autoridades de la Policía iniciaron un sumario administrativo interno para deslindar las responsabilidades del caso.
Asimismo, más allá de la investigación de la fuerza, la Justicia de Instrucción en turno deberá analizar la posible comisión de un delito penal, como ser incumplimiento de los deberes de funcionario público.
“Puertas adentro de la Policía de la provincia el hecho fue calificado como gravísimo, ya que como auxiliar de la Justicia, la institución debe custodiar y preservar la integridad de los detenidos, sea cual fuera el delito que se les imputa”, remarcó una alta fuente de la fuerza.
Como si esto fuera poco, reconoció que desde hace dos meses la Seccional Cuarta dispone de custodia reforzada con personal de Infantería, puesto en dicha dependencia se hallan alojados dos hermanos brasileños acusados de asaltar con explosivos al menos una docena de bancos en la zona de Río Grande Do Sul.
Se trata de Rudinei “Gordo” Lópes (37), sindicado líder de la organización y considerado por los investigadores del vecino país como un experto en el manejo de armas de grueso calibre, y Vanderlei “Vando” Lópes (32), encargado de operar los explosivos en cada uno de los asaltos que cometieron el año pasado.
Robos calificados, toma de rehenes y homicidio figuran en el prontuario de los hermanos Lópes en Brasil, aunque por el momento los trámites de extradición se hallan demorados porque primero se deben resolver los delitos que les imputan en Argentina.

“Se durmieron o lo entregaron”

Ante la probada peligrosidad de los bandidos brasileños, la terrible agresión que padeció Rubén V. (48) a manos de sus compañeros de celda cobró ribetes escandalosos, puesto que sucedió a sólo un par de metros del calabozo donde están alojados los Lópes, supuestamente con custodia reforzada.
“No hay ninguna justificación para lo que pasó, la guardia tiene que estar ahí las 24 horas del día. O se durmieron o lo entregaron, o salieron de donde tienen que estar por una disposición superior. Es más, si esto pasaba en otra dependencia no hubiera sido tan grave, porque todas las seccionales están desbordadas de detenidos; pero en la Cuarta hay una custodia reforzada porque están los brasileros”, subrayó la fuente.
La negligencia expuesta en este hecho significó un fuerte llamado de atención para las autoridades de la Policía de Misiones, ya que además de su peligrosidad, los citados hermanos Lópes poseen antecedentes de fuga de dos cárceles brasileñas.
La más reciente se registró en octubre del año pasado, cuando en una cinematográfica acción, integrantes de su banda balearon la ambulancia que los trasladaba a un hospital por supuestos problemas de salud. Así lograron evadirse del Presidio Estadual de Lajeado, próximo a Porto Alegre y a unos 400 kilómetros de El Soberbio, donde finalmente cayeron.
Pero antes cruzaron la frontera y se refugiaron en una alejada chacra del paraje El Botón, propiedad de un brasileño, donde en noviembre fueron atrapados con un verdadero arsenal en su poder.

Piden garantías 

Sobre el estado de salud del sujeto abusado por sus compañeros de celda, desde la dirección del Hospital Samic informaron que el paciente continúa internado y hasta ayer se hallaba estable, con la correspondiente custodia policial.
Ayer se cumplió una semana de que fue golpeado, violado y empalado por parte de otros cuatro detenidos. Luego habría recibido amenazas de muerte y por ello ocultó lo sucedido durante varias horas, lo que puso en serio riesgo su vida.
Rubén V. estaba detenido por presunto abuso sexual. En tanto, los cuatro acusados del ataque afrontan causas por diferentes delitos, a lo que ahora se anexará un nuevo expediente por lesiones graves, amenazas y presunto abuso sexual agravado.
Por otra parte, ante la publicación ayer en este medio, referentes tareferos se interiorizaron del caso y anticiparon la intención de recurrir al Ministerio de Derechos Humanos para que se garantice el esclarecimiento del hecho.
“Rubén es un tarefero sobreviviente del accidente de Colonia Aurora (ocurrido el 2 de octubre del año 2000), donde murieron cuatro compañeros y otros tantos terminaron con secuelas físicas y psíquicas. Él sufrió muchísimo y nunca tuvo asistencia especializada. Hace poco le acusaron de abuso, pero la Justicia determinará si es culpable o no. La Policía no puede permitir abusos ni supuesta justicia por mano propia en las comisarías”, subrayó un vocero.
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Categorías: Noticias Policiales
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