Pocas horas después de negarse a declarar en la instancia indagatoria, tres de los cinco integrantes de la banda narco obereña desbaratada en la localidad de Loreto, Corrientes, en pleno  transporte de 101 kilogramos de marihuana hacia Chile, fueron trasladados hacia esta ciudad bajo fuerte custodia y alojados en diferentes celdas policiales en calidad de incomunicados.
Se trata de Jaime Ramón K. (48), quien al momento de su detención viajaba acompañado por su concubina Carmen Susana S. (38) y Mario Augusto L. (28), a bordo de un Renault Scenic.
La investigación desarrollada casi por completo por la Dirección de Toxicomanía de la Unidad Regional II de la Policía de Misiones marca que el trío oficiaba de puntero de los dos hombres que transportaban la droga envainada en distintos compartimientos de un Volkswagen Passat. Su tarea era avisar sobre los controles federales en las rutas y ante ellos, elegir los desvíos para poder llegar cuanto antes al destino pactado.
Si bien en base a eso sus vínculos estarían probados, fuentes judiciales de la vecina provincia indicaron que podría caberles una participación secundaria o necesaria, aunque de todas formas el titular del Juzgado Federal de Corrientes, Carlos Vicente Soto Dávila, los imputó provisoriamente como coautores del delito de transporte de estupefacientes agravado por la cantidad de personas, lo que podría cambiar una vez que se defina con certeza qué rol ocupó cada uno de ellos dentro de la organización criminal.
La misma acusación le correspondió a Jonathan Isidro R. (25), quien viajaba acompañado por Joni Andrés S. (21). En el auto que ocupaban fueron detectados los 204 panes de droga y en paralelo, los investigadores descubrieron que la patente no correspondía a ese rodado y éste registraba pedido de captura por robo en la ciudad de La Plata, Buenos Aires.
La situación judicial de los dos últimos es más complicada que la del resto, puesto que la marihuana fue hallada bajo su ámbito de custodia, por eso el magistrado decidió mantener su detención en la vecina provincia. De igual manera que sus presuntos cómplices, también prefirieron no hablar sobre el tráfico que llevaban adelante.

De Ituzaingó a Chile
Los detectives policiales lograron establecer que la organización criminal con base en esta ciudad ingresaba la marihuana desde Paraguay (a través del río Paraná) por Ituzaingó, Corrientes, desde donde se acondicionaban en los vehículos para su transporte hacia Chile.
Pero la tarea no fue sencilla. Tras las primeras sospechas, el sigiloso trabajo de investigación se extendió a lo largo de seis meses con seguimiento reservado y permanente vigilancia también en Posadas e Itá Ibaté, y en base a la información que obtenían fueron tejiendo el modus operandi que fue descripto detalladamente en el sumario elevado al magistrado.
Trabajando encubiertos, policías misioneros -que al final de la pesquisa contaron con la colaboración de los prefecturianos correntinos- determinaron las actividades y rutinas de los narcotraficantes a instancias de la intervención de líneas telefónicas y hasta redes sociales de los implicados, pericias que al final arrojaron datos contundentes.
Fue así que el sábado, cuando un cargamento estaba listo para ser transportado al país trasandino, orden judicial mediante y luego de tres días en una zona de monte, a primera hora de la mañana los uniformados detuvieron al convoy sobre ruta 118, jurisdicción de Loreto.
Al frente iba el Renault Scenic y detrás el Passat que transportaba la droga escondida en partes de la carrocería, puertas y hasta en la zona del motor. Para confirmar el cargamento se utilizó el flamante escáner policial.

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Categorías: Noticias Policiales
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