El obispo de la Diócesis de Oberá, Damián Bitar, emitió un comunicado en el cual fundamentó la designación del presbítero Ariel Manavella, párroco de la Catedral San Antonio, como vicario general de dicha diócesis.

La designación se debe, principalmente a que Bitar debe ausentarse para atender a su padre que se encuentra en delicado estado de salud y que el sacerdote Armando Vera (que también cumple esas funciones) asumió en la parroquia Santa Teresita de 25 de Mayo.

“Como ustedes saben, durante este año mi padre anciano (89) está atravesando un momento delicado de salud que le impide movilizarse con autonomía. Está bajo el cuidado de mi madre de 85 años, que goza hasta el presente de una fortaleza admirable pero indudablemente sola no puede estar”, señaló. Y siguió detallando que “ante esta situación, con mis hermanos procuramos turnarnos para estar con ellos en la casa paterna en la localidad de Arroyo Cabral (Córdoba). Así, semanas atrás estuve más de 20 días afuera de la Diócesis y en septiembre volveré a viajar, ausencia que me preocupa por sobre todo para dar curso normal a los servicios de la curia y otras cuestiones pastorales”.

 

Vera con mucha actividad

También Bitar recordó que desde febrero último, Armando Vera, vicario general, “asumió en la parroquia Santa Teresita  de 25 de Mayo (sede y 15 capillas, sumado a la capellanía de la Escuela de Policía y el Asesoramiento Diocesano de la RCC, sin mencionar el seguimiento que hace de su madre anciana en Campo Grande). Obviamente no se hace sencillo para él, por la distancia, llegar hasta la curia con frecuencia, motivo por el cual he decidido nombrar al presbítero Ariel Manavella, párroco de la Parroquia Catedral San Antonio como vicario general, quien al residir en Oberá y en la Casa Sacerdotal podrá de manera directa cumplir ese oficio pastoral, sobre todo cuando debo ausentarme”.

De este modo, los padres Vera y Manavella serán los dos vicarios generales de la Diócesis de Oberá.

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Primera Edición

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