Los nuevos aumentos en luz, agua, gas, telefonía y otros servicios y los sueldos que no alcanzan, producen que mucha gente de la preocupación pase a estar irritable y comience a manifestar su descontento, y en muchos casos su bronca. Nuevamente la semana estuvo signada por el reclamo social que provocaron, paros, marchas cortes de ruta y calles, que demuestran el descontento en los niveles sociales más vulnerables. Los reclamos están relacionados con problemáticas que devienen del estado nacional y que tienen su repercusión en el plano provincial y local, quienes buscan las formas y maneras de tratar de contener el malestar y paliar en parte los reclamos a sabiendas que las soluciones dependen de nación, como lo son el reclamo de los productores yerbateros por el cumplimiento del precios de la hoja verde y los docentes que reclaman la apertura de las paritarias nacionales y los sindicalistas una recomposición salarial que le permita a los trabajadores recuperar en un mayor porcentaje la pérdida del poder adquisitivo.
Afortunadamente los productores luego de una semana tensa, lograron acordar la implementación de un mecanismo de financiamiento para que los secaderos puedan comprar la materia prima, mecanismo por el cual el INYM reconocerá los intereses del pago en cheques a largo plazo, esto si bien favorecerá al productor y a los pequeños y medianos secaderos, queda claro que los beneficiarios directos serán los sectores de la molinería y comercial porque son los que estiran los pagos hasta más de 180 días.
Además el Gobierno provincial y nacional aportarán un fondo de garantías para el inicio de la cosecha. También la firma del acuerdo contempla la cupificación de la cosecha y suspensión de nuevas plantaciones.
Afortunadamente dio buenos resultados la presión de los productores y la intermediación del gobernador Hugo Passalacqua, exigiendo que el organismo nacional atienda los reclamos de los productores, incluso manifestándole al gobierno nacional la preocupación por la situación de los productores yerbateros, que habían comenzado a movilizar nuevamente sus tractores en forma de protesta y presión, luego del acuerdo regresaron a sus chacras esperando que se cumpla con lo acordado, cosa que se verá con el tiempo, dado que los incumplimientos son recurrentes en el sector.
En el ámbito local, la presión de los gremios municipales en la negociación salarial incluyó un paro de por medio y un corte de calle, que obligaron al ejecutivo municipal acordar el aumento del 15 por ciento al básico, cuando desde el municipio habían ofrecido hasta un 13 por ciento de piso. Si bien el sector de ATE exigía una recomposición de hasta un treinta por ciento, desde el municipio se anticipó que los aumentos que se puedan dar en los futuros meses estarán en función a la evolución inflacionaria. Teniendo en cuenta otras variables como los niveles de coparticipación y de recaudación en los que se observa una leve caída en los ingresos municipales.
En la discusión salarial con los gremios quedó la sensación que a los integrantes del ejecutivo municipal les faltó mayor cintura política para manejar la cuestión.
La realidad les pega en la cara y no les duele
Y esto ocurre porque van detrás de otros objetivos muy distintos por los cuales lograron triunfar en las lecciones. La historia se vuelve a repetir, y seguramente no es casual ni mucho menos inocente que el presidente Mauricio Macri, se prendió de la evaluación educativa, que arrojó magros resultados en la enseñanza pública y muchos mejores resultados en la enseñanza privada, con la idea de confrontar las virtudes y defectos entre lo privado y lo público.
Si bien los resultados en materia educativa son una cuestión preocupante y es una cuestión a corregir en forma urgente, es necesario reflexionar sobre las diferentes situaciones que se dan en la realidad. La mayoría de los chicos que estudian en colegios privados, sus padres seguramente pueden dedicarse mucho más tiempo a sus hijos en la enseñanza o pagar a profesores particulares, además tienen un mayor acceso a las nuevas tecnologías informáticas. En síntesis mejores posibilidades en todo, cosa que los hijos de los sectores asalariados no pueden acceder. Decir que la educación privada es mejor que la pública, también significa decir que los docentes del sector privado son mejores que los docentes de la educación pública, cuando en realidad reciben la misma preparación como docentes. Y adema se debe tener en cuenta que casi la totalidad de las escuelas privadas están subvencionadas por el estado.
La infortunada frase del presidente de “caer” en la escuela pública provocó múltiples reacciones de rechazo y críticas. Esto hace recordar lo sucedido en los años 90, donde los argentinos entramos en el debate ¿qué era mejor o más eficiente? si lo público o lo privado. Discusión que derivó en que se privatizando varias empresas el estado como ser: las jubilaciones convertidas en AFJP, el correo, YPF, Aerolíneas, telefonía, trenes, canales de TV, bancos y otras tantas empresas más del estado que pasaron a manos privadas por muy poco dinero. Todo ello con el pretexto de que en manos privadas funcionarían mucho mejor, con mayores réditos para los usuarios y para el estado, cuestión que con el tiempo nos fuimos dando cuenta que nos vendieron espejitos de colores. Por citar un ejemplo, todos saben el tiempo tarda en Telecom en resolver un problema de telefonía y los problemas en el servicio.
Las palabras del presidente Macri, no sean casuales y nos están introduciendo nuevamente en la idea privatista de que muchas empresas del estado son ineficientes, que generan déficit que debe afrontar el estado, y que ese dinero debería ser destinado a mayor salud, educación y seguridad, que fue la carnada utilizada en los años 90, para convencer a los argentinos y para que avalaran el proceso privatizador.
Deberíamos proponernos a pensar que si las empresas del estado son ineficientes y generan déficit, es responsabilidad de los gobernantes de turno y se debe mejorar la competitividad. Lo mismo en educación, si hay dificultades en la enseñanza pública, se deberá trabajar en mejorar y no menospreciarla y denigrarla.
En materia educativa el gobierno nacional ya dio un paso atrás con la eliminación de las paritarias docentes, en donde no solo se discutían la cuestión salarial sino también los temas relacionados a la educación.
Quedó demostrado por las palabras del presidente, su desconocimiento de la realidad al reconocer que “no sabe bien cuanto piden los gremios docentes” y peor aun cuando aseguró que la mínima que cobra un jubilado es de 9000 pesos y pico, cuando el haber que perciben es de 6390 pesos.
Evidentemente la realidad les golpea en la cara, pero no les duele, porque van tras sus objetivos que son contrarios a lo que pretende el pueblo.