Este año, el tema del Día Mundial del Agua, 22 de marzo, es “Aguas residuales, ¿por qué desperdiciar agua?”. Se trata de reducir y reutilizar las aguas residuales. El objetivo 6.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (SDG) es “mejorar la calidad del agua, reducir la contaminación, eliminar los vertidos y minimizar la liberación de productos químicos y materiales peligrosos, reducir a la mitad el porcentaje de aguas residuales no tratadas y aumentar sustancialmente el reciclaje y la reutilización segura del agua”.

Este objetivo también contribuye a conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible sobre la salud y el bienestar (SDG 3); la seguridad del agua y el saneamiento (SDG 6); la energía sostenible y limpia (SDG 7); las ciudades y comunidades sostenibles (SDG 11); la vida bajo el agua (SDG 14) y la vida en la tierra (SDG 15) entre otros.

Aún hoy, más de 663 millones de personas viven sin un suministro de agua segura cerca de su casa, pasan innumerables horas haciendo colas o caminando a fuentes lejanas y haciendo frente a los impactos en la salud del uso de agua contaminada.

Globalmente, más del 80 por ciento de las aguas residuales vuelve a fluir hacia el ecosistema sin ser tratadas o reutilizadas; 1.800 millones de personas utilizan una fuente de agua potable contaminada con heces con el riesgo de contraer enfermedades como cólera, disentería, fiebre tifoidea o poliomielitis. Esta es la causa de alrededor de 842.000 muertes cada año.

En 2050, cerca del 70% de la población mundial vivirá en ciudades, en comparación con el 50% actual. En la mayoría de las ciudades de los países desarrollados existe infraestructura y recursos adecuados para abordar la gestión de las aguas residuales de manera eficiente. Las oportunidades de aprovechar las aguas residuales como un recurso valioso son enormes. La gestión de las aguas residuales es una fuente asequible y sostenible de agua, energía, nutrientes y otros materiales recuperables.

El coste del tratamiento de aguas residuales es muy inferior a los beneficios que esto conlleva para la salud humana y el desarrollo y la sostenibilidad ambiental, proporcionando nuevas oportunidades de negocio y la creación de empleo verde.

En 2030, se espera que la demanda mundial de agua crezca un 50 por ciento. La mayor parte de esta demanda será en ciudades, por lo que es imprescindible un nuevo enfoque para el tratamiento de las aguas residuales.

Las aguas residuales son también un recurso potencial y su uso o reciclado después de un tratamiento adecuado puede tener beneficios económicos para la industria. Las aguas residuales pueden utilizarse dentro del propio negocio o entre varias empresas a través de la “simbiosis industrial”. El consumo de agua industrial es responsable del 22% del uso mundial del agua (según UN-Water, 2012). En 2009, en Europa y América del Norte, el consumo de agua fue del 50% en comparación con el 4-12% de los países en desarrollo. Se espera que la industrialización de esos países se multiplique por cinco en los próximos 10 a 20 años.

Asimismo, es importante reconsiderar el tratamiento de aguas residuales para su uso en la agricultura. El uso de fertilizantes químicos y plaguicidas ha aumentado en los últimos años, tanto en la agricultura industrial como en la pequeña, en parte, para ayudar a maximizar los rendimientos de las explotaciones agrícolas para hacer frente a una fuerte demanda.

La contaminación de las aguas subterráneas y superficiales por el empleo de aguas residuales no tratadas o tratadas inadecuadamente es un tema importante en muchos países en desarrollo donde se practica tal riego. El tratamiento y reutilización adecuados de aguas residuales contribuiría a una mayor seguridad alimentaria y a generar nuevas fuentes de agua y nutrientes. También puede crear trabajos directos e indirectos en sectores dependientes del agua.

El agua residual es percibida como un recurso valioso en la economía circular y su manejo seguro es una inversión eficiente en la salud de los seres humanos y de los ecosistemas. Mejorar la gestión de las aguas residuales significa mejorar los 6 objetivos dela meta de desarrollo sostenible en el sector del agua.

¿CÓMO CUIDAR EL AGUA?

Las tres cuartas partes de la superficie de la Tierra están cubiertas de agua, pero de esta gran cantidad apenas el 2.5% es apta para el consumo humano.

Con el incremento de habitantes en este planeta, la existencia del líquido vital está en peligro y si queremos seguir viviendo aquí por mucho más tiempo debemos aprender a racionarla y cuidarla.

Acciones simples y a veces hasta divertidas son las que harán  una diferencia real en favor de nuestro planeta. En el fondo lo que importa es que cada vez más personas tomen conciencia de que los pequeños detalles significan mucho cuando se suman, así que pon en práctica lo que puedas hacer y comparte esta información con familiares, amigos y compañeros de trabajo.

Tips:

 

  • Cierra la llave del lavabo mientras te enjabonas las manos, te rasuras o te lavas los dientes. Una llave abierta consume ¡hasta 12 litros de agua por minuto!
  • Usa regadera en vez de tina al bañarte; cierra la regadera mientras te enjabonas.
  • Junta el agua de la regadera en una cubeta mientras sale fría y úsala para el inodoro o para tus macetas.
  • ¡No uses el inodoro como bote de basura! Ahorrarás de 6 a 12 litros de agua en cada descarga.
  • Repara las tuberías y llaves que goteen en cocinas y baños. Ahorrarás una media de 170 litros de agua al mes.
  • Al lavar la vajilla cierra la llave mientras la enjabonas, enjuaga la loza “en grupos” (primero todos los vasos, por ejemplo); así aprovechas mejor el agua. Procura no abrir toda la llave para enjuagar la vajilla.
  • Usa cubetas con agua para lavar coches y banquetas en vez de usar manguera; también ahorrarás hasta 12 litros de agua cada minuto.
  • Cambia los inodoros tradicionales por ecológicos de doble carga para usar sólo el agua que necesites y reducir el consumo de agua a la mitad (son muy baratos y fáciles de instalar).
  • En inodoros tradicionales puedes meter una o dos botellas con agua dentro de la caja para disminuir la cantidad de cada descarga.
  • Aprovecha el agua de lluvia para regar tus plantas, principalmente en interiores.
  • Compra electrodomésticos ecológicos y procura siempre utilizarlos con la carga completa.
  • Utiliza el agua sobrante de las jarras de las comidas y/o de lavar las verduras para regar las plantas.

Siguiendo estos consejos básicos, ahorrarás mucha agua.
Reenviando los consejos a tus contactos ahorrarás mucha más.

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