Desde diciembre se elaboran 500 raciones más en la Cocina Centralizada y la demanda sigue en alza. Los chicos deben consumir la comida en el lugar. “Pretendemos contener a los sectores más vulnerables”, señalan.
La inflación y la retracción de la economía afectan a los sectores más vulnerables y cada vez más familias ven limitados sus ingresos, al punto que en las últimas semanas la comuna decidió la apertura de dos nuevos comedores comunitarios en Villa Gunther y Sargento Cabral. En consecuencia, casi 200 personas se sumaron a la asistencia alimentaria.
Asimismo, las autoridades del área social vienen implementando una serie de mejoras en el servicio, como la estandarización de las raciones y la obligatoriedad de que los menores almuercen en los lugares donde se entrega los alimentos, lo que asegura que coman sus porciones.
Según precisó Rafael Marques, secretario de Desarrollo Social de la Municipalidad, actualmente la Cocina Centralizada prepara 3.500 raciones diarias, de lunes a viernes, que son distribuidas en comedores barriales, escuelas e instituciones de bien público del medio, como el refugio para indigentes y el hogar de día para discapacitados.
“Recientemente abrimos comedores comunitarios en Villa Gunther y barrio Sargento Cabral, ya que pretendemos contener a los sectores más vulnerables en esta etapa de dificultades económicas. Sabemos que la inflación hace que muchas familias tengan problemas para llegar a fin de mes y buscamos prevenir problemas mayores”, subrayó.
En diálogo con El Territorio, el funcionario precisó que al inicio de la gestión, en diciembre pasado, la Cocina Centralizada preparaba alrededor de tres mil porciones diarias, cifra que actualmente supera las 3.500 y continúa en alza.
Al respecto, mencionó que analizan la apertura de un comedor en barrio San José, límite con San Miguel, aunque por el momento carecen de espacio.
Más demanda
Ocurre que el comedor de San Miguel se vio superado en la demanda y requieren un refuerzo para las familias de la zona que en los últimos años tuvo un notable crecimiento poblacional.
Respecto a las raciones, detalló que “estamos tratando de mejorar en todos los aspectos. Por ejemplo, estandarizamos las raciones a 550 centímetros cúbicos de comida y dos galletas por persona. Además, estamos insistiendo en que los chicos coman en los comedores para garantizar que reciben su ración”.
En ese sentido, años atrás la política de comedores incentivó a que los comensales retiren sus raciones para compartir la mesa en el seno familiar y estrechar lazos disueltos.
Asimismo, en muchos barrios se sustituyeron los comedores por tarjetas mensuales para que cada familia elija sus alimentos y los cocine en su propia casa.
“También recuerdo que durante la epidemia de gripe A se descontinuó el uso de los espacios de comedores para evitar la aglomeración de personas. Y luego los montos de las tarjetas sociales quedaron desactualizados. Ahora pretendemos que al menos los chicos almuercen en los comedores para garantizar que ellos coman”, subrayó Marques.
3.500 Raciones diarias.
Se distribuyen de lunes a viernes en comedores barriales, escuelas, refugio para indigentes y hogar de día para discapacitados.
550 Centímetros cúbicos de comida.
Es lo que contiene cada ración, estandarizada ante el aumento de la demanda. Va acompañada de dos galletas.
Territoriodigital