violenciadegeneroLa docente Leda Morales denunció a Andrés Wendlinger por golpes y amenazas. “Me quiso prender fuego y me fracturó la clavícula, pero siempre fue impune”, lamentó.

“Una vez me fracturó la clavícula en dos partes. Antes me había rociado con nafta, pero no tenía el encendedor encima y salió corriendo para buscar uno, entonces me pude escapar. Sino, hace rato que estaría muerta”, alertó la docente Leda Morales (45), exconcubina del dirigente sindical Andrés Wendlinger (42), quien ayer fue detenido acusado de violencia de género.
Todavía conmovida por la sucesión de golpes y amenazas que se prolongaron durante varios años, la mujer reconoció que teme por su vida y la de su pequeño de 6 años, también hijo del delegado local de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) apresado.
Desde el martes pesaba sobre el hombre una orden de captura, que finalmente se concretó en la víspera en sede de la Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá (Celo), donde concurrió circunstancialmente para realizar algunos trámites. La detención fue ordenada por el Juzgado de Instrucción Uno.
La pareja estaba separada desde el 23 de abril y la semana pasada la Justicia de Familia libró una orden de prohibición de acercamiento que habría sido sistemáticamente violada por el gremialista.
Al respecto, Morales aseguró que tanto el viernes como el último lunes el sujeto irrumpió en la escuela donde trabaja y la increpó para que lo dejara ver a su hijo, desconociendo la resolución judicial vigente.
“El viernes entró a la escuela y empezó a recorrer las aulas buscándome, pero yo me escondí en la cocina. El lunes volvió y me sorprendió de atrás, en pleno recreo. Me dijo: “Si querés llamá a la Policía, total yo no voy preso”. Discutimos y corrí a refugiarme otra vez en la cocina, pero él entró y ahí pensé lo peor. Por suerte me salvaron mis compañeras, que fueron a ver qué pasaba, mientras, mi hijo lloraba aterrado”, detalló la docente.
En diálogo con El Territorio, mencionó que a lo largo de los años de relación denunció a su pareja por lo menos una decena de veces, aunque el violento siempre se las ingenió para evitar la cárcel.
En el medio, fue denunciado por el ex marido de una sus hermanas, a quien golpeó de manera brutal, como también por choferes de la empresa local de transporte urbano que lo acusaron de integrar una patota que lesionó a varios trabajadores.
Asimismo, Morales indicó que a principios de este año el sindicalista estuvo detenido durante diez días en la provincia de Formosa a raíz de un hecho que involucró a otros integrantes de la UTA.
“Yo aguanté mucho por mi hijo y por miedo. En una ocasión me agarró del cuello y rompió una ventana con mi cabeza. Me quiso prender fuego y me fracturó la clavícula, pero siempre fue impune y se salió con la suya. Ahora dice que le quiere ver al hijo, pero el nene le tiene miedo y no quiere saber nada de él. Además, está con tratamiento psicológico porque se crió viendo cómo el padre me pegaba”, lamentó angustiada.
En ese contexto, subrayó que “Wendlinger es capaz de hacer cualquier cosa y tengo mucho miedo por mi hijo y por mí. Por suerte esta vez la Justicia y la Policía actuaron rápido, pero si lo sueltan es capaz de matarnos”.

Graves antecedentes
En agosto del 2014, choferes de la empresa Capital del Monte agredidos por una patota denunciaron al citado delegado por “instigación a la violencia, lesiones y amenazas”. Subrayaron que el sindicalista tiene numerosos antecedentes penales y constituye un “riesgo para la integridad física de los trabajadores y sus familias”, según mencionaron en el escrito presentando.
En total fueron once los choferes que denunciaron haber sido víctimas de golpes y amenazas por parte de un grupo de violentos que responderían a los intereses de la UTA. El trasfondo del ataque habría obedecido a cuestiones gremiales. En las sucesivas denuncias las víctimas lo identificaron como a uno de los agresores.
“Lo reconocimos a Wendlinger porque es de acá y trabajó en la empresa. Los compañeros están con miedo porque esta gente es capaz de hacer cualquier cosa”, señalaron en aquella ocasión.
Antes, a mediados de 2013, el locutor y conductor radial Jorge Centurión (43) fue brutalmente agredido y amenazado de muerte por el mismo sujeto. A consecuencia del ataque, la víctima sufrió la fractura del tabique nasal y escoriaciones múltiples. Incluso, apenas 24 horas antes Centurión había radicado una denuncia por amenazas de muerte propinadas por el gremialista.
“Tengo mucho miedo por mi familia, mi señora y mi hijo de dos años, porque este sujeto ya demostró que es capaz de cualquier cosa. Actuó en forma premeditada, cuasi mafiosa. Lo hago responsable por cualquier cosa que le pase a mi familia o a mí”, subrayó entonces el comunicador.

Visited 1 times, 1 visit(s) today

Territoriodigital


Categorías: Noticias Policiales
Back To Top