En la víspera declararon la madre y hermanas de la víctima. “Que ninguna criatura vuelva a sufrir lo que le hicieron a mi hija» señaló la progenitora.
El locutor Alejandro “Cacho” Santa Andrea (60) se abstuvo de declarar ayer ante el Tribunal Penal Uno en el inicio del juicio oral en su contra por el presunto delito de abuso sexual a una nena de 8 años.
El acusado arribó a la sede judicial diez minutos antes de las ocho de la mañana acompañado por su hijo mayor. En el acceso lo aguardaba uno de sus abogados, quien lo condujo hacia el Tribunal en medio del cordón de fotógrafos que a esa hora se dieron cita para cubrir el arribo del histórico maestro de ceremonias de la Fiesta Nacional del Inmigrante.
Al tratarse de una persona muy conocida en el medio, el comienzo del debate generó gran expectativa en esta localidad y concitó la atención de medios locales, provinciales y nacionales, al punto que Canal 13 de Buenos Aires dispuso de un enviado especial para cubrir el juicio. También el diario Clarín le dio cobertura al caso.
Por tratarse de un delito de instancia privada, el debate oral -que finalizará hoy- se realizará a puertas cerradas y sólo será pública la instancia de lectura de alegatos y la sentencia, que de no mediar inconvenientes, se realizaría este mismo mediodía.
Tal lo previsto, en la víspera se presentaron como testigos la madre y dos hermanas de la supuesta víctima, y los dos policías que el 19 de agosto del 2013 tomaron la denuncia por violación contra Santa Andrea.
Precisamente, los uniformados acompañaron a la criatura y a una de sus hermanas a identificar la casa donde se habría cometido el abuso. En su declaración, ambos ratificaron sus dichos de la etapa de instrucción y mencionaron que la presunta víctima sólo refirió, “un viejo se abusó de mí”, sin dar nombres propios.
En consecuencia, una comisión de la Seccional Primera movilizó a la criatura para que señale el lugar de los hechos y pudieron determinar que se trataba de la vivienda del reconocido locutor, sobre calle Viamonte.
En el expediente judicial se valora lo hecho por los efectivos “Batista y Pedrozo que con su aporte suman convicción a la existencia de una presentación espontánea de las menores ante una autoridad” y “la descripción del estado de las menores y el relato de las secuencias seguidas por estos testigos, suman al momento de valorar la verosimilitud de lo denunciado en su contexto”.
Por otra parte, la madre y las hermanas de la denunciante también ratificaron los hechos, con la salvedad de que la progenitora y la hermana mayor testificaron a partir de lo que les contó la presunta víctima y otra hermana que ese día la acompañó a buscar alguna changa a cambio de comida o ropa.
Ya en el expediente se cita que una de las hermanas que declaró ayer, quien hoy tiene 19 años, habría sido acosada por el locutor cuando tenía 14. El testimonio surgió espontáneo a raíz de una pregunta en el juzgado que permitió “conocer algo más de la personalidad del acusado. Una posible forma de abordaje del imputado a una niña que pide en la calle”, dice el expediente.
Al finalizar su testimonio, la madre de la criatura se dirigió al Tribunal para pedirle “que ninguna criatura vuelva a sufrir lo que le hicieron a mi hija. Yo confío en ustedes”, subrayó.
Visión de la defensa
Consultado por El Territorio, Javier Millán Barredo, uno de los defensores del imputado, opinó que las testigos incurrieron en gruesas contradicciones con relación a sus declaraciones en la instrucción del caso, al tiempo que insistió con la inocencia de su cliente.
“Hay cosas del caso que siempre me llamaron la atención, como las mentiras. Hasta el juez de la causa cayó en contradicciones. Por ejemplo, lo indagó (a Santa Andrea) por un hecho que supuestamente sucedió a las 11 de la mañana y luego señaló que ocurrió en un horario indeterminado. También la madre y las hermanas exhibieron varias contradicciones”, opinó.
Asimismo, insistió en que según se desprende del expediente, al acusado no le corresponde la carátula de abuso sexual con acceso carnal, lo que reduciría sensiblemente la pena.
En tanto, anticipó que si bien hasta ahora su cliente se abstuvo de declarar, todavía podría hacerlo en la jornada de hoy. También anticipó que la defensa descartó a uno de sus testigos citados para esta jornada.
Se trata de la perito que participó en la Cámara Gesell y dicha prueba ya fue observada por las partes, argumentó.
Precisamente, según la psicóloga del cuerpo médico forense la pequeña tiene un “discurso espontáneo y creíble, no fabula, no está dirigido a perjudicar a terceros, es verosímil, y si bien la menor puede ser manipulada dado su edad, no presenta signos de que lo haya sido”.
La causa está caratulada como “abuso sexual con acceso carnal en concurso real y abuso sexual simple en concurso real”, delito que implica una pena máxima de 15 años de prisión y un mínimo de seis.
El Tribunal está encabezado por la jueza Lilia Avendaño, quien es secundada por José Pablo Rivero y Jorge Erasmo Villalba, ya que Francisco Aguirre decidió inhibirse.
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