La semana pasada comentábamos la importancia que tiene el solsticio de verano en el clima y en las anomalías como “El Niño”, sindicando al 20 o 21 de diciembre como el inicio de fenómenos climáticos severos que alcanzan su apogeo entre el citado solsticio y Reyes. Pasado ese período los fenómenos climáticos amainan, las lluvias se reducen, y los ríos como el Paraná y el Uruguay, vuelven a su cauce. Lo que no habrá de cambiar es el calor intenso, que ya no se rige tanto por el almanaque, ni siquiera por el intenso sol, sino por el efecto invernadero de la actividad del hombre.
Es muy probable que las lluvias torrenciales, y el simultáneo calentamiento que evidencian todos los océanos, conviertan a 2016 en el año más caluroso de la historia, superando el récord de altas temperaturas alcanzado sucesivamente en el 2014 y en el 2015. En números, el incremento esperado en la temperatura media anual del 2016 no parece mucho, solo un par de décimas de grado, pero adquiere significación cuando tomamos en cuenta que recién en el 2014 el incremento alcanzó un grado centígrado por sobre los niveles pre-industriales, y para el 2016 se prevé un incremento entre 1,2 y 1,3º.

Calentamiento global se acelera
¿Por qué el índice del calentamiento global habrá de aumentar entre un 20 y 30% este año si la liberación de gases de efecto invernadero no creció en la misma proporción? Simplemente porque hasta ahora el calor atrapado en la Tierra por el efecto invernadero del Co2 fue absorbido por los océanos, y en algunos sectores la temperatura oceánica superficial ya supera los 30º, con lo que los océanos han pasado a convertirse de receptores del calentamiento en emisores de otro gas que genera efecto invernadero en proporciones mayores que el Co2: el vapor de agua. En otras palabras, el lento avance del índice de calentamiento anual se ha terminado y el calentamiento global habrá de acelerarse a partir de este año, con lo que la meta del reciente acuerdo en París en cuanto a mantener el calentamiento por debajo de 1,5º puede frustrarse tan pronto como el próximo año.

Se espera un diluvio en la región
La localidad paraguaya de Alberdi, frente a la ciudad argentina de Formosa, ha quedado rodeada por las aguas del río Paraguay, convertida en una isla y socorrida por un puente aéreo entre Formosa y Asunción.
Las lluvias torrenciales, desde fines de diciembre, han puesto en peligro la vida de diez mil pobladores que aún continúan aislados en la localidad y que resisten protegidos por un muro costero que ha comenzado a presentar fisuras que podrían causar su colapso en cualquier momento. Ante la negativa de los pobladores a abandonar sus hogares el jefe comunal declaró: “ya no tenemos nada que hacer, nos ponemos en manos de Dios y de la Virgen”.
Luego de una efímera tregua sin lluvias significativas el recientemente pasado fin de semana, las lluvias volverán hoy a Formosa y se harán torrenciales esta noche con acumulados diarios de 100 a 200 milímetros que se repetirán hasta el miércoles 6 de enero inclusive. El epicentro de este diluvio afectará a las localidades de Resistencia, Corrientes y, obviamente Formosa. Las lluvias torrenciales se irán extendiendo hacia el este por el norte correntino alcanzado la localidad de Ituzaingó para el día de Reyes.

Condiciones variadas en Misiones
Entre hoy y el miércoles 6, Misiones tendrá tiempo nuboso, inestable, con algunas tormentas aisladas. Estará ventoso del norte con ráfagas. Las lluvias serán muy escasas, posiblemente inexistentes o muy localizadas, entre hoy y mañana en toda la provincia.
El miércoles 6, las lluvias torrenciales alcanzarán la zona Sur de Misiones que sumará más de 100 milímetros entre la madrugada y la siesta. La zona Centro solo tendrá de 15 a 30 mm. entre la mañana y la tarde de Reyes, y la zona Norte solo lluvias débiles e intermitentes por 5 a 10 milímetros en el mismo lapso.
El jueves y el viernes se repetirán las condiciones de hoy, nuboso con momentos de sol, poco y nada de lluvias y alguna tormenta eléctrica breve, fuerte y aislada. La única diferencia será que los vientos del jueves soplarán del Sur y los del viernes rotarán al NE para la tarde. Y el fin de semana volverán las lluvias débiles e intermitentes que se prolongarán el sábado y el domingo con cielos nubosos y sin mejoras.
Las temperaturas no tendrán cambios hoy con máximas entre 30 y 32º, un par de grados menos mañana y con escasa amplitud térmica (26 o 27º de máxima) el miércoles. Jueves y viernes volveremos a los 31 y 32º de máxima, y el fin de semana volverá a bajar a 29 o 30º de máxima.

Por Alfredo Yaquinandi

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