La joven estudiante que viajaba como acompañante del prefecturiano que murió en el acto el lunes a la mañana, tras protagonizar un despiste en uno de los accesos a la localidad de General Alvear, sigue con pronóstico reservado y asistida mecánicamente con respirador artificial, debido a las graves fracturas en distintas partes del cuerpo, que la dejaron al borde de la muerte.
Se supo de fuentes médicas que el cuadro clínico de Paola Soledad Peralta (20) «es complicado» y por eso, hasta el cierre de esta edición continuaba «internada en terapia intensiva con doble fractura de cadera, de fémur y húmero derecho. Está clínicamente sedada, pero su vida depende de un milagro» manifestó uno de los profesionales.
La joven viajaba en el Ford Fiesta junto a Germán Natanael Dos Santos (21), un integrante de la Prefectura Naval Argentina (PNA), que en un tramo de la ruta provincial 5 derrapó y terminó contra un montículo de tierra. El joven murió al golpear su cabeza, ya que no tenía cinturón de seguridad colocado.
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