Al menos seis encapuchados irrumpieron en la vivienda de los hermanos Lidia y Sergio Afanasiuk, en Bayo Troncho. Los malvivientes amenazaron con cortarle la lengua al dueño de casa si éste no entregaba el dinero.
“Otra vez Los Helechos noticia por un robo. Está fea la cosa”, exclamó un policía que ayer patrullaba la colonia en busca de algún dato que permita dar con los responsables de un violento robo a mano armada contra una familia de productores yerbateros de paraje Bayo Troncho. Los delincuentes actuaron encapuchados y se alzaron con un botín estimado en unos 500 mil pesos en efectivo.
El hecho se registró el miércoles por la noche, alrededor de las 21, cuando al menos seis encapuchados irrumpieron en el lote 128 y, tras reducir al cuidador, accedieron a la vivienda de los hermanos Lidia (69) y Sergio Afanasiuk (66), quienes fueron golpeados y torturados hasta que confesaron la ubicación del dinero.
Cegados por la codicia, los malvivientes amenazaron con cortarle la lengua al dueño de casa, quien al resistirse sufrió un corte en un dedo de la mano derecha. También recibió un planazo de machete que le afectó la cadera.
En tanto, la mujer sufrió una trompada en la cara que le produjo un fuerte hematoma. Precisamente, los sexagenarios fueron quienes sufrieron el mayor castigo, mientras que el casero Marcelo Caballero (26), su concubina y sus dos pequeños hijos resultaron ilesos. Recién a las 7 de ayer, cuando Caballero logró zafar de las ataduras, pudo buscar auxilio y notificó a la Policía de lo sucedido.
Hasta ese entonces, los delincuentes dispusieron de por lo menos ocho horas para darse a la fuga. Varias dependencias de la Unidad Regional II participan del operativo para dar con los ladrones, aunque al cierre de esta edición no había novedades al respecto.
A consecuencia de los golpes, en primera instancia los hermanos Afanasiuk fueron derivados al Hospital Samic, donde los médicos de guardia constataron múltiples traumatismos y excoriaciones.
Incluso, los profesionales recomendaron que el hombre sea internado, aunque éste se habría negado argumentando que no quiere dejar sola la chacra, según comentó un familiar.
Armados y violentos
Los hermanos Afanasiuk son solteros y residen juntos en la chacra familiar, situada a unos ocho kilómetros de la ruta provincial 5 y a diez del casco urbano de Los Helechos. Se trata de una zona de chacras, poco poblada y cruzada por caminos vecinales.
Para los investigadores, no hay dudas de que los delincuentes contaron con un informante que conocía los movimientos de la familia y realizaron tareas de inteligencia previa. Tampoco se descarta que fueran conocidos de las víctimas, ya que actuaron con los rostros cubiertos.
Además del dinero en efectivo, se llevaron los teléfonos celulares y una garrafa de diez kilos. Este último elemento inquieta a los pesquisas, ya que es poco probable que delincuentes profesionales se detengan en una garrafa.
Los autores del hecho sabían que al lado de la casa principal se halla la vivienda del empleado Caballero, a quien redujeron en primera instancia. La única seguridad en la chacra son dos perros ya entrados en años.
Caballero y su familia se encontraban cenando cuando fueron sorprendidos por los encapuchados, quienes a punta de pistolas los trasladaron hasta la residencia principal.
El joven y su concubina fueron atados, mientras sus pequeños hijos asistían a la violencia de los malvivientes. El casero es la mano derecha del dueño de casa, quien hace tres años sufrió serias lesiones en la cadera y por ello se moviliza con muletas.
“Sabían que reduciendo al cuidador tenían gran parte del golpe hecho”, confió un policía.
Fue así como solicitaron el dinero a los propietarios, quienes en primera instancia se resistieron, hasta que empezaron los golpes y amenazas. Golpearon brutalmente a la mujer y luego le pusieron una pistola en la frente a su hermano.
En un momento uno de los encapuchados lo obligó a abrir la boca y le agarró la lengua con la intención de cortársela, pero el hombre reaccionó con un manotazo y sufrió un corte en un dedo. Eso bastó para entender que los ladrones eran capaces de cualquier cosa y dijeron dónde estaba guardada la plata. Con el botín de unos 500 mil pesos, los malvivientes se dieron a la fuga dejando atadas a sus víctimas.
Un dato que para los investigadores no pasó desapercibido es que la lesión en la cadera que Sergio Afanasiuk arrastra desde hace tres años fue producto de una agresión de un sobrino.
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Malvivientes. Serían los encapuchados que el miércoles por la noche atacaron a la familia de colonos, domiciliada en una chacra del lote 128.
Zona de riesgo
En el último año se registró una seguidilla de hechos delictivos en la zona de Los Helechos-Guaraní en perjuicio de colonos.
El 16 de julio, una mujer y su hijo fueron asesinados a balazos en una chacra de Paraje Samambaya, presuntamente en ocasión del robo de una suma de dinero que tenían en su poder por la reciente venta de un lote de pino.
El sangriento hecho fue denunciado por un vecino de las víctimas, identificadas como Lidia Bezus (69) y Diego Kosaczuk (29), quienes residían solas en la propiedad situada a ocho kilómetros del casco urbano de Los Helechos.
La señora Bezus fue ultimada de dos balazos en la cabeza, tenía un fuerte golpe en la misma zona y no se descarta que haya sido torturada. Su hijo sufrió un tiro en la cabeza y otro en el pecho.
A mediados de junio fue asaltada la familia Sokalski, de Colonia Yapeyú, quienes se dedican a la explotación de yerba mate. Los ladrones se hicieron pasar por inspectores de la Afip-DGI, estaban armados y se alzaron con 30 mil pesos.
En tanto, a principios de septiembre asaltaron la chacra de Valentín Scheg (43), en Guaraní, donde minutos más tarde trataron de asaltar a la familia de Juan Kononczuk (40), de Yapeyú.
El raid delictivo comenzó cerca de las 20.30 en la chacra de Scheg, cuando tres delincuentes con el rostro cubierto lo sorprendieron en compañía de su esposa y su hijo de 6 años. Uno de los maleantes golpeó con la culata de una pistola al dueño de casa, provocándole un traumatismo en el rostro.
Inmovilizado, los delincuentes se apoderaron de 30 mil pesos en efectivo y la camioneta Ford Ranger. Luego se dirigieron hasta lo de Kononczuk, donde fueron repelidos a tiros.
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