La expectativa generada por la supuesta venida de Romeo Santos a Posadas, derivó rápidamente en indignación generalizada, al conocerse que esta vez el funcionario renovador no sólo habría girado más de 3 millones de pesos como “seña”por medio del IPLyC, pero la empresa dueña de los derechos de la presentación, niega que el cantante haya firmado ningún contrato con la provincia. El show le saldría a la provincia más de 10 millones de pesos en total.
Lo habían anunciado con bombos y platillos a través de su página web, como parte del ciclo de conciertos que por lo general tienen como marco exclusivo la Costanera de Posadas, con el que el IPLyC y el gobierno viene gastando cifras astronómicas desde hace varios años, y que dieron en llamar “Música X Todos”, en cuyo escenario se han presentado diversos artistas de trascendencia internacional, que en casi todos los casos han cobrado cachés que promedian el medio millón de pesos, a razón de algunos minutos de show, sin excepción.
En esta ocasión, se fijó como fecha, el 6 de noviembre, y el monto total a pagar alcanza el indignante récord de los 10 millones de pesos; ya que el cachet del cantante es cercano a los 7 millones de pesos, y otros 3 más que tienen que ver con los gastos de logística, ya que Romeo Santos vendría con 30 personas a las que hay que pagarle hotel, transporte y demás gastos. Pero pronto se supo que la empresa dueña de los derechos de presentación del conocido artista, la productora Fénix Entertainment, negó todo contrato entre su representado y la entidad reguladora del juego que preside el dirigente renovador.
Mientras ello ocurría, las redes sociales estallaron de incertidumbre y hasta de duras críticas, no sólo por la posibilidad que Romeo Santos no venga a Misiones, sino también por el costo que tendrá el espectáculo para los misioneros, ya que por primera vez se accede a la facturación de un evento del “Música por Todos”.
El desembolso de tamaña suma con fines claramente proselitistas o propagandísticos, resulta obsceno en una provincia en la que el propio gobernador reconoce la existencia de un alto porcentaje de casos de desnutrición que asolan a la población, pero respecto de lo cual sale a decir en medios de la Capital Federal: “no me importa a mí cuanto es” .
Por si esto fuera poco, hace tan sólo dos semanas atrás, el mismo presidente del IPLyC, Eduardo “Balero” Torres, reconoció que la entidad que preside le hace perder millones de pesos a la provincia, a través de inversiones que realiza casi de manera personal en varios emprendimientos vigentes que utilizan muchísimo dinero pero que generan pérdidas al Estado, sin ningún tipo de beneficio.
Así lo reveló durante la exposición que hizo el ex Senador Nacional a pedido de la oposición, ante diputados de la comisión de Presupuesto de la Legislatura hace poco, y entre cuyos “negocios” se cuentan entre otros, los parques provinciales Moconá, Encantado y el Parque Temático de la Cruz de Santa Ana, cuya construcción y mantenimiento oscila entre los 10 y 20 millones de pesos, pero su recaudación es insignificante, y cuyas utilidades mensuales ascienden a los 400 mil pesos, insuficientes para pagar los sueldos a los empleados, que alcanza los 1, 8 millones de pesos.
Ante las demandas que ya lo asolan, en relación con la fraudulenta contratación de “el rey de la Bachata”; Torres sólo declaró que “cumplimos con el contrato en tiempo y forma. Ahora Fénix tendrá que expedirse sobre la noticia publicada. No hablamos con Romeo Santos porque la productora Fénix, que es la número uno en el país, tiene a cargo su gira. Hoy si alguien quiere hacer un show con este artista tiene que cerrar con Fénix, no hay otro camino. Ese es el camino que recorrimos y hoy nos vemos sorprendidos por esta noticia igual que ustedes”, acotó.
Del editor al lector:
Una vez más todo lo relacionada a negocios y dinero que pasa cerca o que involucra al IPLyC, entra en la nube de lo confuso, oscuro y sospechoso. Torres sigue siendo, en la administración pública provincial, el Rey Midas al revés, todo lo que toca en vez de convertirlo en oro, lo convierte en bosta -por usar un término más adecuado-.
El próximo gobernador de la provincia de Misiones, sea del color político que sea, no solo tiene que descabezar la actual cúpula del Instituto de Loterías y Casinos, sino que tiene la obligación moral hacia los misioneros de investigar lo ocurrido en los últimos años con todos los emprendimientos y negocios que salieron de las arcas del IPLyC, que hay que recordar, es dinero de los misioneros. Si el que llega deja las cosas como están el mensaje será “somos más de lo mismo” y se convertirá en forma automática en cómplice de “Balero” Torres.
Misiones para Todos