11993277_497909853710532_8397171470610163963_nEl cantante dijo que el público misionero es “cálido y maravilloso” y recordó cuando de niño tuvo que migrar.

Ricardo Montaner se presentó anoche en Misiones, en el marco de un recital gratuito que tuvo lugar en la Fiesta Nacional del Inmigrante. Previo al show, estuvo en Posadas y habló de la expectativa de volver a cantar en la provincia, ante un público “cálido y maravilloso” como el que lo recibió sobre la costanera capitalina en el 2011. “Las veces que lo hicimos, la pasamos muy bien y nos fuimos con un hermosísimo recuerdo”, señaló el artista, que nació en el país pero que se forjó en Venezuela. Además, explicó que tiene una relación muy cercana con Misiones desde que hizo aquí el video de Time, en las Cataratas. “Cantarlo en este lugar me da una particular emoción”, aseguró.
Por otro lado, más allá de su multitudinario espectáculo en la provincia, el artista anunció que se encuentra en la etapa de preproducción de un nuevo disco, que saldrá el año próximo y tendrá las 25 canciones preferidas de su carrera, con colegas invitados, entre ellos, varios argentinos.
“El público intervendrá en la elección del repertorio y marcará un momento importante de mi carrera”, sostuvo.
Por último, al presentarse en la Fiesta del Inmigrante, reflexionó sobre la problemática que viven hoy muchos refugiados. Contó que cuando tenía 7 años, con su papá, su mamá y su hermanita fueron a vivir a Venezuela. “Sé lo que es porque lo viví. También soy un inmigrante. Llegar a un país donde no conoces a nadie, tener que adaptarte de la noche a la mañana, cambiar hasta de próceres, de costumbre, de formas de comer y de hablar…”, remarcó. “Me conmueve mucho la motivación de la fiesta, que este año es muchísimo más fuerte, teniendo todo el proceso de concientización que vive el mundo”, destacó. “Es un sacudón para el mundo entero lo que pasa en Siria”, agregó. En esa línea, subrayó el mensaje del papa Francisco de abrir las puertas para las familias de inmigrantes. “La mayoría de las noticias llaman la atención por lo negativas, duras, nos muestran la cara de la muerte con una realidad muy fuerte. Y cuando ves noticias como esa, donde el mundo abre los brazos a los refugiados, te regresa la esperanza, el buen humor y la sonrisa. Una fiesta como esta reivindica nuevamente su valor; es una renovación de cara a lo que está pasando en el mundo con esto de la solidaridad”, concluyó.

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