Los ubicados sobre la ruta 12 en Candelaria y Garupá no cuentan con las autorizaciones correspondientes. Cuestionan los fines recaudatorios de las comunas.

En Misiones, los radares que funcionan en inmediaciones a la ruta nacional 12, actualmente en Candelaria y Garupá, no están habilitados por la Dirección Nacional de Vialidad ni por la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV). Esto lo ratificó ayer a El Territorio, el subgerente de Asuntos Jurídicos de la Dirección Nacional de Vialidad, Manuel Keumurdji. De esta manera, no operan legalmente más allá de que el cinemómetro pudiera estar homologado por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (Inti).

“Somos los dueños de los caminos”, graficó Keumurdji en referencia a que necesariamente deben avalar el uso de estos controladores de velocidad en las rutas nacionales. Por ello, planteó que ni la Dirección Nacional de Vialidad como tampoco la Agencia Nacional de Seguridad Vial, autorizaron la colocación de los radares que funcionan en Misiones.

Al sostener que claramente es un sistema recaudatorio indicó que tampoco estos controladores de velocidad suelen estar situados en los puntos negros, es decir donde se producen mayor cantidad de accidentes viales. Es así que “aumentaron la cantidad de radares en la misma proporción que aumentaron los accidentes”.

Citó que estos radares truchos representan un sistema claro de recaudación, donde están involucrados desde algunos funcionarios locales como el intendente, junto a la empresa prestataria de estos servicios y hasta algunos estudios jurídicos.

Actualmente se estima que de lo recaudado el 30% va a parar a las arcas municipales y el 70% a la empresa que puso el radar. En cambio, “si fuera legal, de lo recaudado el 30% se debería destinar a la Agencia Nacional de Seguridad Vial, otro 20% al municipio y el resto va al ente privado que compró los radares”, explicó.

“No ataco a los radares, sino el mal uso de estos radares”, indicó Keumurdji quien dio a conocer la existencia de 670 radares truchos en el país. El buen uso de este sistema, según asuntos jurídicos de Vialidad, se da en Córdoba. En esta provincia se instalaron radares como corresponde además de contar con carteles previos de manera visible, y en el lugar con la presencia de agentes de tránsito para corroborar y certificar el exceso de velocidad. Lo último no ocurre en Misiones, donde se encuentran ubicados estratégicamente los móviles para capturar algunos excesos de velocidad superior a los 60 kilómetros.

Vialidad aconseja no pagar las fotomultas y denunciar la recepción de estas supuestas infracciones de tránsito ante la gerencia de asuntos jurídicos de este organismo nacional y la Defensoría del Pueblo de la Nación. (Territoriodigital)

 

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