Rehén: Persona retenida por alguien como garantía para obligar a un tercero a cumplir determinadas condiciones en contra de su voluntad. Los cortes de ruta siempre se justifican como medidas extremas, para llamar la atención y visualizar un problema. El reclamo de los docentes está ampliamente visibilizado y acompañado por gran parte de la sociedad, lo que tiene acompañamiento y sí rechazo por la mayoría de la sociedad son las formas de la protesta, es decir con los cortes de ruta, existieron excesos en las acciones e incluso manifestaciones verbales de satisfacción por los perjuicios que se causaron y se pretenden afectar a los demás sectores de la economía que no tienen un ingreso mensual asegurado. Esto originó la desaprobación y bronca de los que se ven afectados por no poder circular, considerándose rehenes de una situación de la cual no son responsables, ni los que la tienen que resolver; por lo que los afectados quieren y reclaman que se desaloje con la fuerza pública a los que impiden el tránsito en las rutas. ¿Quién tienen la razón y quiénes tienen la culpa?
Los que llevan adelante los cortes de ruta con sus reclamos argumentan, culpan y responsabilizan al gobierno de turno por las consecuencias de sus acciones, pero los que toman de rehenes a las personas para presionar al gobierno para solucionar sus demandas, en este caso salariales, son los docentes, provocando el rechazo mayoritario de las personas afectadas. Muchos no lo manifiestan abiertamente, como si lo hacen cuando los cortes lo realizan las agrupaciones sociales, tareferos o productores, porque los docentes tienen una imagen que se relaciona con el saber y el conocimiento, y estar en desacuerdo con las formas del reclamo supone estar en contra de la educación y de los docentes en sus reclamos salariales; cuando no es así.
Festejar y hablar de éxito por haber logrado parar la circulación en toda la provincia y haber perjudicado al sector comercial y a la población en general, mostrar satisfacción por el malestar generado a las personas que no tienen responsabilidades en el conflicto, y además proponerse perjudicar a la actividad turística que es uno de los sectores privados que más fueron castigados por la pandemia, en donde hubieron personas que se quedaron sin trabajo por el cierre de emprendimientos como alojamientos, ha generado un amplio rechazo y repudio social.
Desde el gobierno se quejan de que se minimiza con mucha ironía la propuesta del incremento salarial del sueldo básico en cuatrocientos pesos. Que presentado de esta forma es una cifra muy pequeña y ridícula, cuando se sabe que el incrementarse al básico esto impacta en todos los ítems de carácter remunerativo que figuran en el recibo de sueldo, por lo que aducen desde el gobierno que el aumento es mucho mayor que los cuatrocientos pesos que se critican. Y adelantan que la simulación de liquidación de haberes se realizará la próxima semana, circunstancia en que se dará la apertura de paritarias a nivel nacional y se espera aporten algún tipo de mejora salarial que se espera que lleguen a todos los sectores de los trabajadores públicos y privados, para no ser rehenes de la situación económica, ni de nadie.
La interna política entre el desencanto y la preocupación
La incertidumbre es lo que más afecta a la sociedad argentina, sumado a ello la bronca y el odio y con estos tres ingredientes hay sectores políticos y económicos que se benefician. La interna en el gobierno nacional -en el Frente de Todos- le agrega un efecto más a la incertidumbre creciente en la población y con datos de la economía que tienen su impacto, como es el caso de la inflación y que no sirven de consuelo ni es tranquilizador decir que es un fenómeno que está ocurriendo en todo el mundo por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
Estas situaciones de mal humor y descontento social son propicias para los oportunistas que sazonan y potencian las broncas y los miedos de la población para lograr ganar adeptos y posicionarse políticamente; diciendo lo que la población quiere escuchar, aunque después hagan lo contrario a lo que dijeron en su momento, como se ha repetido históricamente.
Mientras se habla en forma preocupante del debilitamiento de la figura presidencial de Alberto Fernández, por la interna desatada con el sector que lidera la vice presidenta Cristina Fernández de Kirchner, se habla del crecimiento de sectores políticos que hablan y cuestionan a la casta política y forman parte de ella, como es el caso del diputado nacional de la ultra derecha Javier Milei, que promete realizar cosas que claramente no las va a poder realizar, o que serán muy perjudiciales, incluso para gran parte de los que lo siguen, sin darse cuenta que van en contra de sus intereses.
El crecimiento en la intención de voto preocupa al sector de Juntos por el Cambio, porque dividen votos por la similitud en los discursos, incluso obligando a dirigentes del PRO a endurecer su discurso para equiparase con el pensamiento y proclamas libertarias de Milei, siendo el radicalismo el que aparece como mediador, o el que le busca poner equilibrio a las expresiones que salen de JxC.
Mientras que en el Frente de Todos buscan recomponer la unidad y aspirar a retener el poder en el próximo año, en la oposición buscan ver como frenan el crecimiento de los libertarios y como resuelven su interna política con vistas a las elecciones presidenciales. En el PRO tienen tres candidatos presidenciales: el ex presidente Mauricio Macri, el jefe porteño Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. Y por el lado del radicalismo dividen los votos entre dos presidenciables: el diputado nacional Facundo Manes y el gobernador de Jujuy Gerardo Morales, corriendo con ventaja el radicalismo en la definición de las PASO.
En el Frente de Todos saben que si van divididos pierden las elecciones, por lo que están buscando el camino de recomponer el diálogo y mantener la unidad. Algunos ven esta pelea interna en el oficialismo con una mirada diferente, porque entienden que con estas diferencias internas se contiene a los diferentes sectores que componen el FdT, más allá de la caída de la imagen del gobierno nacional y de la imagen presidencial. Creen que disputando la candidatura presidencial en las PASO, pueden lograr una mayor cantidad de votos que la oposición, o porcentajes que marquen una paridad de intención de voto, y que ello finalmente beneficie al oficialismo.
Hoy todo es incertidumbre, no solo en materia económica sino que también política, y no se debe perder de vista lo que ocurre en otros países como en Francia, en donde los partidos tradicionales definidos obtuvieron los peores resultados de la historia, y donde el actual presidente Emmanuel Macron, considerado un populista de centro que llegó a la presidencia sin pertenecer a ningún partido, compite en segunda vuelta con la candidata ultraderechista Marine Le Pen, del Frente Nacional; donde los republicanos no lograron el 5 por ciento y los socialistas no alcanzaron el 2 por ciento de los votos. También es el caso del joven presidente de Chile, Gabriel Boric, surgido de las protestas y revueltas populares e identificado con los sectores de izquierda.
Las tendencias políticas están de moda en estos últimos tiempos.