Esto se pudo observar en el resultado de la asamblea electoral de distrito de la CELO en donde la lista denominada Rosada y vinculada al intendente Pablo Hassan obtuvo un amplio triunfo sobre la lista opositora impulsada por el bloque de concejales del PRO, el radicalismo, La Libertad Avanza y la Defensoría del Pueblo, participación de Carlos Bernhardt que no cayó muy bien en diferentes sectores de la comunidad obereña, entendiendo que el defensor del pueblo se debería mantener neutral en esta elección institucional, más allá que llegara al cargo por el Frente Juntos por el Cambio, porque tiene que defender los intereses de los obereños y no sectoriales y políticos; aunque se debe reconocer que el accionar de Bernhardt en la gestión de defensor ha sido llevada en forma neutral.
Si bien Hassan no salió a hacer campaña ni a festejar el amplio resultado a favor de su lista, que superó el 70 por ciento de adhesión de los socios de la CELO, se sabe que estuvo convocando a diferentes personas de carácter independiente y, empresarios, comerciantes, docentes, entre otros sectores no ligados a la militancia político partidaria, más allá que en la lista oficialista formaran parte empleados municipales y algunos funcionarios; como lo hizo notar el sector opositor, que argumentó que se debía despolitizar la cooperativa, cuando ellos mismos aparecían promoviendo y militando por la candidatura de Antonio «Tony» Schuster como candidato a la presidencia. Es decir que desde el arranque, el sector opositor se mostró contradictorio al tratar de ocultar la intencionalidad política que se quería esconder detrás de la figura de Schuster y les salió muy mal.
Evidentemente la comunidad obereña ratificó su confianza en la propuesta generada desde el sector del intendente Hassan, a quien se lo menciona como uno de los armadores del actual Consejo de Administración de la CELO a la que se la reconoce por una prolija administración; pagando las deudas y la de estar al día con el pago de la energía, empleados y proveedores. En contra posición es más que evidente que la población obereña no confía en los sectores opositores, ya que desde las bancas de concejales del PRO Milei, no han generado confianza en la población, porque tampoco han generado proyectos serios que promuevan el desarrollo de la comunidad obereña, y circunscribiendo sus gestiones a la de oponerse o abstenerse cuando una porción de los obereños los votó para que generen iniciativas válidas, y no para oponerse o abstenerse como lo interpretan los concejales opositores, que es su función como tales.
Obviamente que este triunfo electoral es asumir responsabilidades y el compromiso de no politizar nuevamente la administración de la cooperativa obereña, y se deben cumplir con las expectativas generadas, teniendo en claro que la politización de la entidad trajo más perjuicios que beneficios, y que terminan siempre sobre la espalda de los castigados socios; por lo que se debería usar lo aprendido y no repetir los errores cometidos en el pasado, como para que la credibilidad se pueda mantener y sostener en el tiempo, de lo contrario terminarán pagando el mismo costo del descrédito político y comunitario de una oposición del copie y pegue proyectos, o que se opone por oponerse y cuando no sabe proponer alguna alternativa viable, se abstiene.
¿La democracia Argentina está en riesgo a futuro?
Al observar el comportamiento, acciones y manifestaciones políticas del presidente Javier Milei, uno podría tener argumentadas sospechas que a futuro pueden tener algún efecto no grato. En su momento, Milei apoyó y acompañó las denuncias de fraude cuando estaba en funciones al ex presidente de los EE.UU. Donald Trump, además de apoyar el intento de toma del poder por la fuerza por parte los militantes libertarios del ex presidente del capitolio estadounidense, es decir, el parlamento. Luego apoyó y defendió al ex presidente Jair Bolsonaro y a sus denuncias de fraude y militantes bolsonaristas, también libertarios, que arremetieron contra el presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva, intentando un golpe de estado, y cuyos activistas buscados por la justicia brasilera están refugiados en la Argentina, al resguardo del presidente Milei, quien incluso descalificó ofensivamente al presidente Lula da Silva.
En el conflictivo acto electoral en Venezuela, cuyo resultado es discutido por su falta de transparencia y las denuncias de la oposición de fraude electoral, a la cual varios países han expresado su preocupación y reclamo de transparencia. En este caso el presidente Milei exhortó a las fuerzas militares de ese país que tomen el poder, usando la fuerza para imponer un resultado electoral, es decir pedía un golpe de estado.
Otro de los datos es que las fuerzas armadas en su conjunto, en las elecciones presidenciales del año pasado, votaron mayoritariamente a Milei, como ejemplo citamos lo ocurrido en las elecciones presidenciales en la Antártida, zona de mayoría militar, en donde Milei logró el 90,57% de los votos frente al 9,42% que cosechó Sergio Massa. A esto se debe incluir a las fuerzas federales, policía y gendarmería, quienes se ven reivindicados con el triunfo de la fórmula Milei y la actual vice presidenta Victoria Villarruel, quien es conocida como defensora de los militares condenados por delitos de lesa humanidad. Además las fuerzas armadas recibieron el mayor aumento salarial de toda la administración pública nacional.
Tampoco es casual que se conformara un protocolo antipiquetes para reprimir las protestas sociales ante los ajustes que se sabían que ocurrirían en el país, y se reprimieron con violencia y arrestos a personas sin motivos alguno, y logrando el efecto del miedo que quiere infundir el gobierno de Milei con Patricia Bullrich como Ministra de Seguridad, y señalada por el presidente durante la campaña electoral como montonera y tira bombas entre otras descalificaciones.
A todo esto se debe tener en cuenta que a los servicios de inteligencia se les asignó por decreto presidencial 100.000 millones de pesos, es decir unos ochenta millones de dólares de fondos reservados, fondos que se pueden gastar a discreción y sin tener que justificar su destino ¿Porqué y para qué? Nadie del gobierno lo explica.
También se suma el proyecto del gobierno nacional para que el congreso nacional habilite a las fuerzas armadas para que puedan patrullar y detener terroristas, cuando en la Argentina no se ha reportado la existencia de terroristas ni nacionales ni extranjeros, salvo los militantes de Bolsonaro que son buscados por la justicia brasilera. Es clara la intención de habilitar con tiempo suficiente a que las FF. AA. puedan detener a grupos sociales o gremiales sospechados o acusados de terroristas, e incluso a dirigentes políticos.
La situación a futuro de la democracia Argentina da motivos suficientes como para permanecer atentos en base a las acciones, determinaciones y posturas del presidente Javier Milei, más teniendo en cuenta su inestabilidad emocional de la cual muchos dan cuenta.