Las autoridades del Ejecutivo local y del Concejo Deliberante de la localidad de Guaraní, ubicada a ocho kilómetros de Oberá, decidieron implementar una división de Policía Municipal dedicada a la prevención del delito.
Dicho cuerpo trabajará en coordinación con la comisaría del pueblo, dependencia que se ve desbordada ante la falta de personal y equipamiento.
Las limitaciones son tales que, el último fin de semana, el foro de seguridad realizó una venta de pollos asados para recaudar fondos que permitan la reparación mecánica del móvil policial.
En los últimos meses, Guaraní fue noticia por una seguidilla de robos a mano armada a colonos de la zona rural, mientras que el último miércoles al menos tres delincuentes irrumpieron en el domicilio del comerciante José Feldick (58), a quien redujeron para robarle 320 mil pesos.
El hecho ocurrió a las 20, a media cuadra de la Municipalidad y de la sede del Deliberativo, que a esa hora se hallaba sesionando. Fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de las autoridades del pueblo, quienes ayer decidieron retomar el proyecto de la Policía Municipal.
“Realmente estamos muy preocupados por los hechos de inseguridad que estamos padeciendo. Por eso pedimos mayor presencia policial y que las autoridades de la Unidad Regional II nos apoyen en el trámite para más personal y vehículos para reforzar las recorridas de prevención”, subrayó el intendente Miguel Vargas.
Asimismo, reconoció que “desde la Municipalidad colaboramos de manera permanentemente con el arreglo de los móviles de la Policía, pero están bastante deteriorados y hoy sólo anda uno”.
Falta prevención
Sobre el cuerpo de la Policía Municipal, proyecto que se concretó años atrás, el jefe comunal explicó que desde la comisaría del pueblo le habían solicitado el cese de actividades por falta de requisitos del Ministerio de Gobierno.
“Pero esta semana el Concejo aprobará un reglamento para que la Policía Municipal pueda trabajar. En principio serán cinco integrantes dedicados a recorridas de prevención y alerta a la comisaría”, explicó.
Los efectivos serán civiles, estarán identificados con uniforme y no portarán armas. Su tarea se reducirá a la prevención y alerta a la comisaría.
Por su parte, el concejal Adrián Verón lamentó los recientes hechos, al tiempo que insistió con la necesidad de contar con más medios y personal para la Policía Provincial.
“Siento impotencia por ese vecino que fue torturado y asaltado a media cuadra del Concejo, donde estábamos sesionando. Si hacemos memoria, son muchos vecinos que sufrieron robos con el mismo modus operandi, con el daño económico y psicológico que te queda después”, lamentó.
Contó que los hechos se registran en horas laborales, lo que siembra más intranquilidad. “La Policía hace lo que puede con lo que tiene, por eso haremos un petitorio al Ministerio de Gobierno, porque falta a personal, móviles y combustible”, agregó.
Walter Giordano, en tanto, es un vecino que ya padeció dos robos y vive con temor. Reconoció que en el pueblo muchos saben quiénes delinquen, pero impera el temor a represalias.
“Vemos y sentimos la falta de presencia policial, y el móvil está en muy malas condiciones. El personal y el jefe muestran muy buena voluntad, pero eso no es suficiente y necesitamos mejores respuestas. Todos saben quiénes roban y venden drogas en el pueblo, pero falta que la Policía actué mejor y que la gente no tenga miedo de denunciar”, remarcó.
Territoriodigital. Foto: Luciano Ferreyra