El Pacto de San José de Costa Rica dice que un procesado no puede estar más de dos años detenido sin sentencia. “Tendrían todas las facilidades para profugarse”, alertaron representantes de la parte querellante.
Desde la querella que representa a los deudos de las víctimas del cuádruple homicidio de la familia Knack alertaron que los tres acusados podrían ser beneficiados con la excarcelación, habida cuenta a que ya llevan más de dos años detenidos sin condena.
En ese sentido avanzarían los próximos recursos de las respectivas defensas, puesto que la Justicia argentina adhiere al Pacto de San José de Costa Rica que establece que la detención sin sentencia no debe exceder plazos razonables y que un procesado no puede estar más de dos años con prisión preventiva sin sentencia.
“Estamos muy preocupados ante la posibilidad de que los imputados puedan recuperar la libertad antes de llegar a juicio oral y público. Según el Pacto de San José de Costa Rica no se puede estar detenido más de dos años sin condena, salvó casos complejos donde se puede extender un poco, pero no mucho más”, mencionó el abogado Javier Millán.
El querellante opinó que “hasta el momento los jueces hicieron lo que tenían que hacer, pero sabemos que las defensas interponen los recursos que consideran necesarios para dilatar el proceso y beneficiar a sus clientes”.
En consecuencia, reconoció su preocupación ante el cumplimiento de los límites legales y la posibilidad de la excarcelación de los imputados, quienes de todas formas seguirían ligados al proceso hasta el arribo del debate oral.
“Considero que las pruebas en contra de al menos dos de los detenidos son contundentes. Se encontró ADN de uno en una capucha tipo pasamontaña y ADN de otro en una barreta. Además, tal como declaró Cristian antes de morir, fueron cinco los delincuentes que entraron a su casa y uno de ellos se sacó la capucha, por lo que él pudo dar una descripción bastante certera”, opinó el letrado.
Ante la presunta contundencia de las pruebas, Millán consideró que “si son excarcelados, al menos los dos acusados más comprometidos tendrían todas las facilidades para profugarse, lo que complicaría la continuidad del proceso”.
La denominada masacre de Panambí se cobró las vidas del empresario maderero Oscar Knack (43), su esposa Graciela Mabel Mojsiuk (42) y sus hijos Cristian (25) y Bianca Knack (12).
Dos años y cuatro días
Los imputados por la masacre de Panambí son Juan Godoy (46), el ex prefecturiano Pablo Julio Paz (51) y el chapista Marcial Alegre (45), todos oriundos de la localidad de San Javier, quienes están detenidos desde hace dos años y cuatro días. Los tres permanecen alojados en la Unidad Penal II de esta localidad.
Desde un primer momento, las respectivas defensas cuestionaron la investigación e instrucción del caso, ya que los sospechosos fueron apresados luego de una denuncia anónima que los sindicó como autores del macabro hecho.
El llamado fue recepcionado en la comisaría de Panambí, el 26 de mayo a las 18.30, cuando un anónimo manifestó: “Hola oficial, llamo para aportar datos, tome nota. En San Javier hay un tipo que se llama Marcial, tiene un taller de chapa y pintura, ahí en un tráiler están las armas y la plata que robaron ayer en Panambí”. El sujeto no se identificó y cortó la llamada, se cita en el expediente.
En consecuencia, el 27 de mayo la Policía allanó el taller de Alegre, pero éste se mantuvo prófugo por una semana. Esa misma mañana fue detenido Paz en el taller, quien declaró que sabiendo que estaba la Policía fue al lugar para ver qué pasaba, ya que Alegre le había solicitado que se fije porque le avisaron del allanamiento.
Minutos más tarde, en el semáforo de Roque González, también en San Javier, fue detenido Godoy circulando con su automóvil Volkswagen Bora.
El Bora de Godoy, de color gris marfil, fue objeto de exhaustivas pericias por parte de la División Criminalística de la Policía de Misiones, dando todas resultados negativos, por lo que coche fue devuelto a la familia.
En tanto, en sucesivas declaraciones los empleados del aserradero de Knack coincidieron al afirmar que no conocían a ninguno de los tres imputados.
En tanto, en el expediente figura que antes de morir en el Hospital Madariaga, Cristian Knack declaró que identificó a un “prefecturiano o ex prefecturiano” que se quitó el pasamontaña al salir de su casa.
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