La cocina centralizada de Oberá tuvo un aumento progresivo en el número de porciones que elabora diariamente. Según el responsable del área, licenciado en Nutrición Marcelo Vellbach, de 3.000 porciones, pasaron a 3.600 en lo que va del año. Más allá del incremento de la demanda y del aumento en los precios de productos, el menú y calidad de la comida se mantiene, es equilibrado en nutrientes.
“El menú no se modificó, por la característica de una cocina centralizada y el traslado, se elaboran comidas de olla, como guisos, polenta, porotos, lenteja con arroz, entre otros”, explicó.
“El aumento de precios no tuvo ningún impacto, ya que es un servicio muy importante destinado a la población vulnerable, que recibe la alimentación para paliar esta situación, así que con más razón nunca tuvo una baja en la calidad de productos”, aclaró Vellbach.
Los centros de distribución son los mismos, la realidad indica que hay más personas que piden la asistencia. “Aumentó progresivamente en los mismos lugares de distribución. Es porque más gente se va anotando con las responsables de cada centro. El pedido lo hace la encargada que conoce la problemática de su barrio. Se trata de dar prioridad a los más necesitados, aunque no es que lo hagan por querer ir y aprovechar, sino que es por la situación que atraviesan. Es probable que les gustaría elaborarse su propia comida, la situación los empuja a pedir la comida”, reflexionó.
“También se colabora con algunos lugares nuevos como escuelas, hogares de niños a lo que la Municipalidad decidió ayudar. Sabemos que para los chicos que son beneficiarios, pasa a ser la principal comida. Estamos elaborando 3.600 raciones por día. Aparte de la colaboración con insumos o frutas. El menú va acompañado por dos galletas por comensal”, detalló.
Marcelo Vellbach está en el cargo hace tres años y asegura que “la materia prima que se utiliza es de excelente calidad. Son productos frescos. La manipulación de alimentos es adecuada y el sistema de distribución es con recipientes aptos para el traslado de alimentos, que van con tapas. Los vehículos son cerrados, así que accedemos al lugar, la encargada nos devuelve el recipiente vacío que fue entregado el día anterior y le dejamos el que viene con la comida. Entonces no hay manipulación de la comida, tampoco se derrama por lo que no pierde alimento”.