Le están dando todo, se quejan desde algunos sectores renovadores; obras, protagonismo, importancia y visibilidad y a nosotros nada, se quejan algunos de los postulantes a la intendencia obereña para el próximo año electoral. Los que tienen algo de experiencia saben que así son las cosas, el que tiene el poder es el que corre con ventaja de la territorialidad el cargo que ejerce. Mientras algunos saben que están para sumar y aportar la mayor cantidad de votos a la renovación para ser tenidos en cuenta, y con ello tener una cuota de poder; y otros no lo entienden así.
Algunos meses atrás las expectativas eran diferentes, porque se sabía que Carlos Fernández, por carta orgánica, no sería  candidato a la reelección como intendente y de entre su grupo no surgía  ningún funcionario que comenzara a insinuar ser el candidato bendecido para ser el sucesor de Fernández. Si bien se barajaban algunos nombres y posibilidades, ninguno cerraba como candidato a la sucesión. Esta situación alentaba las expectativas de los que se vienen perfilando como candidatos a intendente dentro y fuera de la renovación, porque se emparejaban las posibilidades, y era un barajar y dar de vuelta, pero ahora la situación y expectativas son diferentes, con Hassan como intendente.
A la conducción del frente renovador le interesa ganar las elecciones en Oberá, sin importarles en mayor medida quien resulte electo, aunque se sabe que siempre se le apuestan las fichas a varios, pero a uno o tres en mayor medida. También se argumenta que una buena gestión del Intendente Pablo Hassan, y un fuerte acompañamiento provincial beneficiará electoralmente a todos los candidatos renovadores y no solo a Hassan.
Las acciones de la conducción renovadoras fueron rápidas demostrando un amplio apoyo y acompañamiento político y con acciones y aportes en todas las áreas. Obviamente que el intendente Hassan, sabía que lo que tenía que hacer y así lo hizo, no esperó para instalarse como jefe territorial, marcando su impronta y presencia con acciones en todas las áreas de gobierno, en particular con obras públicas y dando respuestas a los pedidos de los vecinos ya organizados y movilizados a través de las comisiones vecinales. Además cerrando temas conflictivos y sacándolos de la escena. El primero de ellos la continuidad de la remodelación de la plazoleta Güemes, sin que se toquen los pinos que generaron críticas y manifestaciones. La más reciente fue el pedido y derogación del nuevo código fiscal que provoco malestar con los comerciantes, CRIPCO y asociaciones de profesionales. Con ello también le sacó elementos discursivos de campaña a la oposición, porque están cerrados y fuera de la agenda electoral. Y un reclamo histórico que es la de romper con el monopolio en la prestación del servicio urbano de pasajeros y mejorar su calidad de servicio y que de acuerdo a las ofertas en la apertura de los sobres de licitación van camino a lograrlo.
Por el momento todos siguen con el armado en forma silenciosa como para no levantar la “perdiz”. Y sostienen  que con la sola bendición a sus candidaturas no alcanza, sino que son necesarios recursos. Y tampoco les convence la teoría del derrame electoral de la buena gestión que pueda hacer el intendente Hassan, porque las capitaliza él y los demás quedan mirando. La preocupación es que los postulantes no decaigan en su ánimo y trabajo político, porque desde la conducción se sabe que se va a necesitar de todos para ganar las próximas elecciones en Oberá.

Se comenzó a sembrar dudas sobre la licitación del transporte urbano
El llamado a licitación para la prestación del servicio del transporte urbano comenzó con su etapa de definición con la apertura de las  ofertas realizadas por cuatro empresas que se presentaron al concurso. Tiene el carácter de histórico porque es la primera vez que se concesionará la prestación del servicio a través de una licitación pública, hasta aquí era por adjudicación directa. Atendiendo los pedidos de  los usuarios de que el servicio no siga siendo monopólico, sino que existan varias empresas que compitan y compitan entre sí para una mejor prestación del servicio. Y ya comenzaron a circular versiones que pretenden sembrar dudas sobre supuestas preferencias y favoritismo hacia determinadas empresas en particular.
Como es de imaginar, es un servicio complejo, en el cual se mueve mucho capital invertido y que genera importantes ingresos a las empresas, que últimamente vienen aduciendo que están trabajando a pérdida por el retraso tarifario, argumento con el cual muchos sectores no están de acuerdo por la cantidad de pasajeros que lo utilizan mensualmente, más los subsidios que reciben las empresas desde la nación y la provincia.
Las versiones que se hicieron circular apuntan a instalar sospechas y poner en dudas la transparencia en el proceso de adjudicación, sosteniendo que ya todo está arreglado y que a una empresa le asegurarían un porcentaje importante y que le estarían asegurando prácticamente el manejo monopólico de la prestación del servicio urbano; y que a la actual empresa le quedaría mínimo porcentaje de manera de consuelo y disfrazar la existencia de una competencia real, cuestión que será muy evidente si ocurriera y que generaría un importante debate y cuestionamiento. Evidentemente las versiones también tienen como objetivo condicionar la decisión de adjudicación del servicio.
La idea original que se planteó es que ninguna empresa tenga el manejo monopólico del servicio. También se adelantó que sería el municipio el que recaudaría el dinero cobrándoles a los usuarios del servicio urbano a partir de las tarjetas que el municipio proveerá a los usuarios y con el dinero recaudado el municipio pagaría a las empresas en función a los kilómetros recorridos. Es decir que  no habrá líneas ni horarios deficitarios, que siempre la actual empresa exponía como argumento en cada pedido de aumento tarifario. También está el compromiso el pasaje gratuito para los jubilados.
A partir de ahora, la comisión de preadjudicación deberá analizar las ofertas presentadas por las empresas con fecha límite, hasta el 6 de junio, donde deberá elevar al Concejo Deliberante el informe correspondiente, para que los concejales determinen la adjudicación en un plazo no mayor a los 30 días,  tiempo en que se sabrá que empresas brindarán el servicio y con qué características, una de ellas tiene que ver con unidades que permitan la accesibilidad a los discapacitados y comodidades para los pasajeros. Por el momento son todas especulaciones y versiones no bien intencionadas y que esconden intereses particulares.

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Categorías: Columnas de Opinión
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