GUARANÍ. Hay preocupación en los comerciantes de esta localidad por la instalación de un centro comercial denominado Saladita en la zona.
En principio, se intentó colocarlo en Oberá, pero ante la negativa de la Cámara Industria Producción y Comercio de Oberá (Cripco) uno de los empresarios decidió gestionar el negocio de ventas de ropas en la localidad vecina.
Hace unos meses, se había presentado el proyecto para la ciudad de Oberá, que al ser negado por la Cripco tomó como rumbo a este municipio.
Tras la reunión con el intendente, Daniel García Do Santos, comenzaron con el trabajo de la adecuación del espacio para la saladita, pero comerciantes de esta ciudad pidieron al Concejo Deliberante que derogue la ordenanza que aprobaba la llegada del comercio. Para los comerciantes, es injusto porque no sería leal la competencia por el bajo costo de los productos, además de que no tributarían al municipio de la misma manera.
El alcalde tiene la postura de que llegue a la localidad el comercio que prometió 60 puestos de trabajo para los que viven en este municipio, “me parece bien que se instalen aquí, el sol sale para todos y hay que pensar en los que no pueden acceder a los precios que tienen los comercios de ropas”, dijo García a El Territorio. Mientras que en el Concejo Deliberante reconocieron que hace un mes y medio el alcalde solicitó que se autorice la instalación de la saladita, cuestión que así paso, pero esta semana derogaron desde el legislativo por presión de los comerciantes. “Acá los comerciantes tienen que ser coherentes, porque compran vaqueros a 75 y venden a 350, eso es una exageración y si cambian su postura se podrá frenar la instalación del espacio comercial”, sostuvo. (Territoriodigital)

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