En el acto oficial de apertura del festival internacional resonó un mismo mensaje en cada uno de los oradores, entre autoridades y organizadores: la defensa de la universidad pública y la necesidad de seguir construyendo lazos para resistir en estos momentos de desidia política. Sobre el escenario dijeron presente las autoridades: el vicerrector de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM) Sergio Katogui, la Vice-Decana de la Facultad de Arte y Diseño Célica Christensen, Pablo Hassan, intendente de Oberá, Joselo Schuap, de Cultura Misiones, Sergio Acosta, director del Iaavim, y desde la organización del festival Juan Ferreira por la Productora de la Tierra.
Katogui deslizó que si bien “no es quizás el mejor momento para los individuos y colectivos de la cultura, no es momento de quejarnos ni de bajar los brazos”, sino de seguir trabajando en conjunto.
“Las palabras sobran en estos tiempos difíciles, pero tenemos que dejar el pesimismo para tiempos mejores”, sumó Joselo Schuap.
Juan Ferreira, en tanto, sostuvo que sin caer en romanticismos “la incomodidad es lo que nos mueve”. “Este festival surge a partir de que no había nada y había que generar algo. Y cuando las cosas faltaban empezamos a pensar cómo, desde este espacio, hacer que las cosas pasaran. Es un momento incómodo y pueden salir grandes cosas”, recordó al remarcar la importancia de trabajar en comunidad y apoyarse mutuamente.
En coincidencia, su compañero Axel Monsú, especificó que la firma en el acto inaugural tuvo que ver con sumar a las facultades de Humanidades y Arte y Diseño al Programa Oberá Siembra cine, un convenio vigente, que motoriza, entre otras cosas al Oberá en Cortos. “Queremos destacar la importancia de la universidad pública. La universidad pública nos cobijó cuando todavía no había una carrera de audiovisual”, comenzó diciendo.
Proyección y homenaje
Las producciones protagonistas de la apertura fueron el corto Rio Arriba de Amancay Stumpfs y el largo La transformación de Canuto de Ariel Kuaray Ortega y Ernesto de Carvalho.
Allí, el recuerdo de Amancay cobró fuerza hasta emocionar a todos los presentes en la sala.
Colegas y compañeros como Sergio Acosta, y Juan Ferreira marcaron que la realizadora no pasó desapercibida en ningún espacio y siempre dejó huella. Alicia, su madre, se fortaleció sobre el escenario subrayando que la joven recientemente fallecida encontró su lugar en esta provincia y en el cine. “Cuando se habla de identidad y comunidad, Amancay construyó una identidad desde Oberá que la marcó profesional y emocionalmente de una manera extraordinaria. Aquí tuvo esa familia del cine que amó profundamente.
Estoy inmensamente agradecida, Amancay vive en cada uno de ustedes”, reflejó Alicia.
Tras la proyección, La transformación de Canuto abrió un necesario debate que se extendió en un ida y vuelta con los espectadores y marcó la necesidad de tener más cine originario en las pantallas.