Dentro del programa formamos la huerta juntos se visitó el refugio Sol de Noche, porque que varios de los refugiados estaban trabajando sobre una huerta, como una iniciativa propia.
Desde la Dirección de Desarrollo Económico, respondió a la solicitud, llevando semillas, plantines y hubo sorpresa por parte de los funcionarios sobre el trabajo realizado en el refugio.
Los mismos residentes se preocuparon en conseguir residuos de la cocina centralizada, todo lo biodegradable y degradable de la cocina, transformándolo esto en abono.
Se les brindo una breve capacitación con recomendaciones sobre remedios caseros para las plagas y enfermedades identificadas, la importancia de las horas de sol necesarias para el desarrollo de las hortalizas, como así también sobre el uso de los bio insumos que fueron entregados.
En los canteros se observa verduras, cebollitas verdeo, mucha lechuga, rabanitos, en una variedad interesante, dónde se puede observar el compromiso, transformándose en una terapia para el tratamiento que están realizando las personas que pernoctan en el lugar.