En una velada cargada de nostalgia y complicidad, los amantes de la radio se congregaron el jueves 26, en la Casa del Bicentenario para revivir los momentos dorados de LT13 Radio Oberá. La ocasión fue propicia para compartir anécdotas, rememorar voces icónicas y celebrar la magia del éter misionero.
La voz inconfundible de Tony Sabaré, como si emergiera de las ondas invisibles, recitó de memoria el texto que marcaba el inicio de cada jornada en la recordada emisora. El aplauso del numeroso público presente resonó en el recinto, como un eco de gratitud hacia aquellos pioneros que abrieron picadas en el vasto territorio radiofónico.
Norma Elvira, Norma Duarte y Raúl Celada (también conocido como Narcisofelix Viveros) compartieron sus vivencias en el Ciclo de charlas. Anécdotas tejidas con hilos de pasión y dedicación, como si la radio misma fuera un miembro más de la familia. Pero la noche no se detuvo allí.
Roberto Carballo, legendario discotecario y operador, desveló sus secretos bien guardados. Más de 10.000 discos pasaron por sus manos, y cada surco contaba una historia. “Piri”, como cariñosamente lo conocemos, nos sumergió en un viaje sonoro que abarcó décadas de música y emociones.
El profesor Hugo W. Amable, mentor de la radiofonía obereña y socio fundador junto al Dr. Luis Augusto Derna padre, fue recordado con admiración. Su legado perdura en las voces que aún resuenan en el éter. Kelo Aranda, casi una marca registrada de la radio, apareció en las diapositivas del Powerpoint que ilustraron la charla. Los programas emblemáticos, como “La hora de los niños” y “La hora del colono”, despertaron incontables recuerdos entre los asistentes.
Al finalizar, las fotos capturaron la camaradería y la emoción compartida. Los presentes se acercaron a la mesa del libro, dejando comentarios, felicitaciones y deseos de un segundo capítulo para esta conversación enriquecedora.
En un mundo digitalizado, donde las ondas se han convertido en bits y bytes, eventos como este nos recuerdan que la radio sigue viva en nuestros corazones y en la memoria colectiva de Oberá. Que siga sonando, siempre, en el éter misionero que nos une.
FB Junta De Estudios Historicos De Oberá