Agenda cultural
El presente es un libro que se coló entre los presentados en esta edición 46. ¿Cómo? No se. Pero fue presentado en la edición del año 2014 o 2015, cuando esta columna no existía y siempre me llamó la atención el título. Su autor Alejandro Joves, un joven obereño del cual no hemos tenido más noticias, tal vez haya escrito otro libro, lo tituló “El Libro De La Pieza Oscura”. Justamente el último relato del libro se refiere a ello. Por supuesto -pensé- allí estará el significado “de la pieza oscura” . Pero no siempre se encuentra el significado y según decía el Prof. Amable no hay por qué explicarlo. Y allí interviene la imaginación del lector que va haciendo anotaciones de lo que lee, que es como tirarse al agua sin saber nadar.
El libro tiene relatos muy buenos que algunos se relacionan por algún hecho, por algún lugar, por los personajes, que aparecen en cualquier historia, Así don Martino Pastaricatti, por los años que tiene en el barrio, casi todos lo conocen, como también a su perro Laucha, que le ayuda a afinar la guitarra con su cola. Y luego, cuando en las noches tocaba Mano a mano, sabía que el Laucha lo aprobaba con un movimiento de cabeza. O repiqueteaba la cumparsita con sus uñas en el cordón. O tantos otros tangos. Los dos murieron, Laucha fue pasado por arriba por una camioneta, y una siesta Martino se dejó morir, imposibilitado ya de afinar la guitarra con el perro que le había regalado su amor también perdido, Susana Otro personaje es el Teniente Don Wanderley da Silveira, de gran aspecto, que un día se encontró con la Parca y empieza una discusión con ella sobre el momento y la oportunidad de su fin. La discusión tendría buen fin si don Wander se llevaba con él a su amada Julia. “Julia de mi alma de la tierra colorada”. Es bueno conocer el final de semejante pedido si leemos el libro.
Otro personaje, melómano en extremo, Ricardo Rockolllski dicen que lo era porque al nacer en vez de llanto se escuchó un estruendoso sapucay. Todas sus contestaciones tenían letras de tangos, a pesar de ello se casó, tuvo hijos cantando llegaron a envejecer juntos y eso fue lo importante. Una pelirroja, Greta, que impactaba sentada en una mesa del fondo del Café Savoy, dejaba a todos sin habla cuando entraba. No tuvo otra suerte que ser abordada por el galán del siglo, Francisco Pedantini, que acostumbraba a iniciar charlas sin que se le pidiera., no pudo con la irritante modalidad de Greta, aunque era cuestión de tiempo. Allí tocada Martino su guitarra hasta que el Savoy cerró. No podía faltar el relato futbolero peleando en serio por quien patea los tiros libres. No podía faltar una bruja, de calle Rivadavia, pero la capacidad que tienen para aparecer desapercibidas, dice el autor, es tan importante como sus conjuros. Hay muchos cuentos más pero la columna exige un fin. Esperemos con este escritor obereño, siga escribiendo y que nos lo haga saber.