El resultado electoral de este domingo, que será la gran encuesta nacional, definirá el escenario electoral con vistas a las elecciones del mes de octubre, por el momento solo se manejan hipótesis de lo que los resultados podrían estar señalando y, todo depende, en mayor medida, de quien triunfe en la interna de Juntos por el Cambio, cuantos votos puede obtener Unión por la Patria y los libertarios. Como dato, las consultoras advierten que es difícil proyectar algún tipo de tendencia, porque el 80 por ciento de los encuestados no responde y solamente lo hace el 20 por ciento del electorado.
Para Unión por la Patria el objetivo es quedar por debajo del 5 por ciento de los votos de Juntos por el Cambio y que Sergio Massa sea el candidato más votado individualmente, y que Patricia Bullrich logre sacar una leve ventaja sobre Horacio Rodríguez Larreta, y que Javier Milei no supere el 2 por ciento de los votos. Se teoriza de que si se impone Bullrich en JxC un porcentaje podría ser captados por Sergio Massa; pero si Bullrich logra una amplia ventaja sobre Larreta, un cierto porcentaje de votantes de Milei interpretarían que la elección estaría prácticamente definida, y se inclinarían con la idea de un voto útil a favor de Bullrich, siempre y cuando observen que el líder de la Libertad Avanza no tenga chances de triunfar.
En Unión por la Patria la interna estaría definida a favor de Sergio Massa, y se espera ver el porcentaje de votos que logre el otro candidato por ese sector, Juan Grabois; y más que nada estarían apuntando a las elecciones de octubre, y en particular a la segunda vuelta, siguiendo la teoría de que la elección presidencial será de tres tercios en octubre.
Desde Unión por la Patria interpretan que el mejor escenario electoral sería que Sergio Massa compita electoralmente con Patricia Bullrich y Javier Milei, que se repartirían los votos. El escenario electoral cambiaría en gran medida si se consagra como candidato a presidente de JxC Larreta, que compita con Massa y Milei. El interrogante es hacia dónde se podría inclinar un cierto porcentaje de los electores de Bullrich; si a Larreta o a Milei, votar en blanco, anular el voto, o bien no ir a votar. El otro escenario -que es el poco pensado pero posible- es una segunda vuelta entre Massa o Larreta con Milei, una locura, pero puede ser una sorpresa.
El electorado percibe que existen dos modelos que tienen diferentes variantes y enfoques; uno es el sector que observa a Sergio Massa y Horacio Rodríguez Larreta como los más moderados y con propuestas más realistas, y por otro lado se ubican Patricia Bullrich y Javier Milei que se van a una extrema derecha proponiendo cosas que serían prácticamente imposibles de llevarlas adelante.
Se sabe que el electorado está enojado y con mucha bronca, y los sabios siempre recomiendan que no se deben tomar decisiones apresuradas o con bronca, porque se pueden equivocar y después lamentar, y para los lamentos siempre es tarde.

¿Fue un lock out empresario el paro del transporte urbano?
Según la definición: «Consiste en el cierre por el empleador del establecimiento o centro de trabajo por lo que los trabajadores no pueden realizar su trabajo, interrumpiéndose también el pago de salarios». Esa es la sensación que dejó el paro del servicio del transporte público urbano e interurbano que afectó a las principales ciudades de la provincia, como ser Posadas, Oberá y Eldorado, en una semana determinante en la cuestión electoral como lo son las elecciones primarias. No se puede dar por cierta esta hipótesis, pero las señales apuntarían a que fue un lock out empresario.
Existen dos cuestiones claves: una que las empresas prestadoras del servicio, que se sabe son de una misma persona pero con identidades jurídicas diferentes, en principio no implementaron el aumento del pasaje urbano de pasajeros aprobado por el Concejo Deliberante de Oberá y promulgado por el ejecutivo municipal autorizando el aumento escalonado a partir del 1 de agosto. Aumento que entiende el sector empresario no es suficiente para garantizar la rentabilidad que pretenden, acorde a la inversión de la puesta en servicio, que es una cuestión comprensible, nadie invierte para perder dinero, cuestión que no justifica de ninguna manera tomar de rehenes y castigar a los usuarios.
En realidad a los empresarios del servicio urbano e interurbano lo que les preocupa, y en forma significativa, son los subsidios nacionales, que cubren el 80 por ciento de la prestación del servicio y que desde el estado nacional estaban atrasados desde el mes de abril, con lo que le comunicaron a los agremiados a la UTA que no podrían pagar los sueldos acordados en paritarias por no recibir los subsidios y el aumento de los mismos. En síntesis, lo que paga el pasajero, que es el más perjudicado, no es el factor determinante, argumento que los empresarios aprovecharon en el contexto electoral para mostrar desde el sector, el poder económico y de qué forma gravita en las decisiones políticas y electorales; porque le dejan sin servicio a la franja electoral de la clase trabajadora y que depende del servicio urbano de pasajeros para ir a sus trabajos y enviar a sus hijos a las escuelas y colegios. No es que no les importe la recaudación diaria, que entienden que es insuficiente, sino el subsidio nacional del 80 por ciento, que es el ingreso que más le interesa a las empresas, el restante 20 por ciento que paga el pasajero pasa a ser parte de la rentabilidad empresarial.
Los empresarios mostraron su poder y ahora será el turno del estado, de poner las cosas en su lugar. Alguien tiene que pagar los platos rotos y no tiene que volver a ser el usuario.

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